La entrega de suministros de ayuda humanitaria es un mecanismo necesario ante la crisis que acontece en Afganistán, sin embargo, la situación del país dificulta la entrada de medicamentos y otros suministros de primera necesidad. Ante esta situación, las agencias humanitarias de la Organización de Naciones Unidas (ONU) han pedido el establecimiento “inmediato” de un “puente aéreo humanitario” que permita la entrega sin trabas de este tipo de ayuda internacional.
Richard Brennan, el director regional de la ONU, ha explicado que las restricciones existentes en torno a la capital del país afgano, Kabul, la agencia no puede introducir en el país cerca de 500 toneladas de suministros médicos, debido a la evacuación masiva.
Por su parte, la directora del Programa Mundial de Alimentos para Afganistán, Mary-Ellen McGroarty, ha pedido una “acción rápida y coordinada” para poder mejorar la situación humanitaria actual.
“De lo contario, unas circunstancias horrendas se convertirán en una catástrofe absoluta, un completo desastre humanitario”, ha apostillado.
Por parte de la Unión Europea, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen ha anunciado un incremento en el presupuesto destinado a Afganistán de 50 millones de euros a 200 millones. La responsable ha indicado que esta ayuda humanitaria se sumará a las contribuciones de los Estados” para ayudar al pueblo afgano.
Evitar demoras
Para poder fomentar la mejora de la ayuda humanitaria, McGroarty ha destacado la necesidad de contar con fondos que permitan introducir en el país afgano más alimentos, material de cobijo y suministros médicos.
“Si el envío se retrasa durante las próximas seis o siete semanas, empezará a ser demasiado tarde. La gente no tiene nada”
Mary-Ellen McGroarty, directora del Programa Mundial de Alimentos para Afganistán
Esta situación es debida a que, dentro de unos meses, la posibilidad de nevadas puede bloquear las carreteras provinciales dificultando la labor de distribución.
Amenaza de hambre
Cerca de 10 millones de niños de Afganistán necesitan esta ayuda para poder subsistir, según ha explicado a comienzos de semana la directora ejecutiva de UNICEF, Henrietta Fore. En este contexto, la responsable ha indicado que los cálculos del Fondo de la ONU para la Infancia apuntan a que 1 millón de menores sufrirán desnutrición aguda durante el próximo año si no reciben tratamiento, pudiendo incluso morir.
A estas cifras hay que añadirle los 4,2 millones de niños que están sin escolarizar y que alrededor de 435.000 menores son desplazados internos.
“Esta es la cruda realidad a la que se enfrentan los niños afganos y sigue siéndolo independientemente de los acontecimientos políticos en curso y de los cambios de gobierno”
Henrietta Fore, directora ejecutiva de UNICEF
Un paso atrás para la educación
La situación que golpea a Afganistán pone en peligro los avances logrados en el acceso a la educación de las niñas. Esta cuestión es de vital importancia para la directora ejecutiva, quien apuesta por mantener y continuar su promoción. Por otro lado, Fore anunció la ampliación de programas de prestación de servicios de salud, nutrición y agua a familias desplazas. El objetivo de esta iniciativa es “salvar las vidas de niños y mujeres”, según destaca la organización.
Además, una grave sequía y la consiguiente escasez de agua aumentarán las necesidades humanitarias de niños y mujeres, según UNICEF, que recuerda que estas circunstancias se suman a las ya existentes por la COVID-19.
UNICEF prevé que durante los próximos meses aumentarán las necesidades humanitarias de los niños y las mujeres a causa de una grave sequía y la consiguiente escasez de agua, las devastadoras consecuencias socioeconómicas de la pandemia del COVID-19 y la llegada del invierno.
“Millones de personas seguirán necesitando servicios esenciales, como los de salud, las campañas de vacunación contra la poliomielitis y el sarampión que logran salvan vidas, los de nutrición, los de protección, los de refugio y el agua y el saneamiento”, ha concluido Fore.