La posibilidad de mejorar los tiempos a los que se someten los medicamentos innovadores en España viene siendo señalada por el sector en repetidas ocasiones. Conseguir que las nuevas oportunidades terapéuticas lleguen en un lapso razonable a los pacientes y, por tanto, sean financiadas por el Sistema Nacional de Salud (SNS), es por tanto un aspecto sobre el que trabajar. El último precedente lo sientan desde el ámbito autonómico, donde la Comunidad de Madrid ha hecho de dominio público una misiva con propuestas y soluciones para progresar en este sentido, la cual fue elaborada por la Dirección General de Gestión Económico-Financiera y Farmacia del Servicio Madrileño de Salud.

Así lo recogía EG, quien tuvo acceso a la mencionada carta en la que se ahondaba en dos abordajes —respecto a la composición de la Comisión Interministerial de Precios de Medicamentos (CIPM), su operativa y la transparencia del proceso— con medidas concretas focalizadas en reducir los actuales plazos.

Para José Luis Trillo, DG de Farmacia y Productos Sanitarios de la Agencia Valenciana de Salud desde 2013 hasta 2015, la propuesta es “acertada” y recoge “una inquietud que hay en todo el entorno sanitario en lo referentes al procedimiento de evaluación y acceso”. En este punto, califica positivamente la misma en declaraciones a EG, así como su contenido y en canal al que apunta para su debate: el Consejo Interterritorial.

Desde la industria, Meritxell Granell, Market Access Director de Pierre Fabre, cree que la proposición ha sido bien recibida en líneas generales. “Las propuestas son todas en positivo y buenas para nosotros”, apunta, en conversación con esta publicación. Por su parte, Miguel Ángel Calleja, jefe de servicio de Farmacia del Hospital Universitario Virgen de la Macarena y ex presidente de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), el texto es “muy acertado” y “hace oficial algo que oficiosamente en lo que hemos insistido mucho”.

Procedimiento, transparencia y mecanismos ágiles

La carta que también firma el consejero madrileño, Enrique Ruiz Escudero, pide el establecimiento de un procedimiento normalizado de trabajo, algo que ya se intentó trabajar entre 2017-2018, según Trillo. “Se quería establecer un ‘innovómetro’ para objetivar las características de los medicamentos y que fueran más o menos predecibles las decisiones que se tomaban en financiación. Esto es muy relevante volver a ponerlo encima de la mesa”, explica.

Sobre ello también reflexiona Granell, que pide más transparencia en el proceso para contar con más garantías, puesto que las compañías no participan de la citada CIPM. “Queremos entender cómo se toman las decisiones y prever cómo va a ir nuestro medicamento, porque ahora mismo tenemos un nivel de incertidumbre enorme”, apostilla.

Ambos señalan también la importancia de trabajar sobre la gestión de esta incertidumbre, reflejada en el documento remitido a Sanidad. “Hay países de nuestro entorno que están gestionando la misma y que, al fin y al cabo, incorporan el concepto de financiación condicionada. Es decir, ponemos todos de nuestra parte para incorporar el medicamento y trazamos un tiempo para ver si aquello que aparentemente va a tener eficacia se cumple”, indica el también responsable del Servicio de Farmacia de Área de Salud del Departamento Clínico Malvarrosa de Valencia.


“Queremos entender cómo se toman las decisiones y prever cómo va a ir nuestro medicamento”

Meritxell Granell, Market Access Director de Pierre Fabre

“Hay países de nuestro entorno que incorporan el concepto de financiación condicionada”

José Luis Trillo, ex DG de Farmacia y Productos Sanitarios de la Agencia Valenciana de Salud

En opinión de Granell, la propuesta de un acceso rápido a la innovación con un compromiso de revisión al cabo del tiempo “implementable desde ya, porque no necesita un cambio de legislación”. En este sentido, apunta su relevancia en algunos casos, como en enfermedades raras y pediátricas, así como la necesidad de establecer un protocolo para ver cómo se miden esos resultados en vida real.

La voz de la industria

La directora de Market Access de Pierre Fabre se felicita por la intención de dar voz a las compañías que presentan medicamentos señalada en la misiva de Madrid: “Estamos muy contentos de que se plantee que la industria ha de tener la oportunidad de explicarse”.

Destaca Granell que esta relación actualmente “no existe”. “Nos gustaría que la persona que va a votar o asistir a la CIPM esté perfectamente al día del medicamento en cuestión y lo que aporta, ya sea porque nos ha escuchado directamente o porque lo ha hecho su equipo”, profundiza.

A este respecto indica que no solo tendría que ponerse el acento en los medicamentos que van a esta comisión, sino también en los que se están denegando. Para la responsable, su llegada en negativo condiciona su decisión definitiva. “Al final, todos los posicionamientos están sesgados; para hacerte una fotografía del conjunto y formarte una opinión, habría que escuchar a todos los agentes y no solo al asesor y la valoración del ministerio”, argumenta.

Cumplir la ley y nuevos miembros

Por su parte, Trillo opina también sobre la puntualización del documento sobre el modelo alemán como alternativa. “Me parece que necesitaríamos un rodaje muy importante y creo que hay que hacer hincapié en que tenemos una legislación que impone que el proceso de análisis evaluativo no supere los 180 días. Hay que poner el foco en si son necesarios más recursos para que se cumpla este tiempo, que parece razonable”, abunda el ex DG de Farmacia regional.

Respecto a las nuevas figuras que Madrid propone incorporar en la CIPM, expresa sus dudas, al igual que Granell, por lo que podría suponer en términos de tiempo y debate. En este sentido coinciden que se trata de una comisión que “de por sí es ya muy amplia”; no obstante, para Trillo estas figuras serían valorables “en caso de necesidad por el tipo de fármaco que sea, que pudiera llegar a acudir por alguna exposición excepcional“.

En la misma línea se expresa Granell, que apunta a la complejidad que añadiría esta medida en comisiones que ya duran días enteros, si bien destaca como relevante el punto que habla de incluir un abogado del estado, puesto que velaría porque “haya alguien que garantice que se están haciendo las cosas bien” desde el punto de vista de la legalidad de los procesos.

La visión de FH

Para Calleja, es también imprescindible “modificar el circuito del que disponemos”, pero la gran diferencia la marca, en su opinión, “un problema de recursos importante”. “Cuando inició el proyecto RevalMed tenía una dotación económica de 3 millones de euros. Esto puede dar para formar profesionales, pero no para dar respuesta a la ingente innovación terapéutica que tenemos cada mes: puedes dar una respuesta muy buena metodológicamente, pero si llega tarde, no es correcta”, redunda.

En este sentido, para el ex presidente de SEFH la principal clave es priorizar la reevaluación por encima de una evaluación lenta. Durante su etapa al frente la sociedad, recuerda que siempre propuso emular el modelo NICE, que no realiza internamente con sus profesionales todas las evaluaciones y estudios.

“En España hay muchos profesionales que podrían ayudar al ministerio a que los tiempos se acortaran, tanto para IPT como para precio y financiación”

Miguel Ángel Calleja, jefe de servicio de Farmacia del Hospital Universitario Virgen de la Macarena y ex presidente de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH)

“Tienen determinadas organizaciones externas, de universidades o institutos públicos sobradamente acreditados que trabajan para él. Estos le hacen la propuesta, y sobre la misma, en este caso la DGF plantearía a la CIPM una opción. En España hay muchos profesionales que, debidamente organizados, podrían ayudan al ministerio a que los tiempos se acortaran tanto para IPT como para la decisión de precio y financiación”, argumenta. De hecho, explica a EG que en su etapa en la SEFH ya planteó que la entidad podría ayudar en esta tarea.


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