La pandemia ha ejercido de catalizadora e impulsora de reformas necesarias que atañen a todo el espectro de la sanidad. Lo explica la manera en que la Unión Europea de la Salud ha ido constituyéndose, poco a poco, a través de la construcción de los distintos pilares que la cimentan. Uno de ellos es la configuración de la Estrategia Farmacéutica a nivel continental para los 27 Estados miembro, donde los biosimilares ocupan un papel central que marcan el camino a seguir en este ámbito. Así se ha puesto de relieve en el Congreso de los Diputados, que ha acogido la ‘IV Jornada Nacional de Biosimilares. El valor de los biosimilares: de la estrategia a la acción’, organizada por la Asociación Española de Biosimilares (Biosim).
Precisamente la ponente en el parlamento europeo y principal artífice de la defensa de la citada estrategia, Dolors Montserrat, eurodiputada del Partido Popular Europeo (PPE) ha escenificado su importancia durante la cita. Representa el marco de la actualización y revisión de toda legislación farmacéutica europea en los próximos 10 años”, ha significado.
Entre sus objetivos, ha hecho especial hincapié en el que incide en la consecución de la sostenibilidad económica de los sistemas salud nacionales, mejorando también los mecanismos de preparación respuesta ante las crisis. Sin embargo, también ha destacado los que se refieren al fomento la competitividad, la innovación y la sostenibilidad de la industria farmacéutica o el de garantizar el acceso a medicamentos asequibles y en tiempos adecuados en todos los países de la UE, entre otros.
Vinculado a todos estos desafíos, ha destacado el papel fundamental de los biosimilares para el logro de estos fines. “Invertir en la investigación y desarrollo de estos medicamentos y fomentar su uso significa prevenir desabastecimientos. En los últimos años han crecido 20 veces en Europa”, ha apuntado Montserrat.
La también ex ministra de Sanidad ha apreciado que los biosimilares permiten, en coherencia con lo perseguido por la Estrategia Farmacéutica Europea, “acceder a medicamentos innovadores eficaces seguros, gracias a sus precios asequible. Significan también perseguir la sostenibilidad de los 27 y permitir que con mismo presupuesto se puedan tratar a más pacientes. No en vano, según ha abundado la ponente, en 2022 se prevé un ahorro en el SNS por el uso de biosimilares de casi 1.000 millones de euros.
Sin embargo, Montserrat ha destacado que el fomento de biosimilares no se riñe con la idea de incentivar la competitividad de la industria a través de la sinergia entre los originales y los biosimilares para la producción de medicamentos ‘made in europe’.
“Si no tuviéramos originales de alta calidad y eficacia, no podríamos tener biosimilares seguros y efectivos. Por ello en la estrategia hemos puesto énfasis en los medicamentos innovadores, biosimilares, genéricos y los nuevos tratamientos de medicina personalizada. Si no consiguiéramos este gran equilibrio entre todos, pondríamos en riesgo tanto el sistema como el acceso”, ha explicado.
De Europa, a España
Alineado con todos estos objetivos se encuentra España y así lo ha escenificado durante su intervención en la jornada Patricia Lacruz, directora general de Cartera Común de Servicios del SNS y Farmacia del Ministerio de Sanidad. De hecho, la responsable ha puesto también en valor la importancia que tienen los biosimilares para la sostenibilidad del sistema y para la innovación de los medicamentos, tanto a nivel internacional como internacional.
Sobre este mensaje también ha incidido la ministra de Sanidad, Carolina Darias, presente mediante vídeo en la cita telemáticamente, resaltando que los biosimilares “aseguran la accesibilidad a tratamientos”. En suma, aseguran la sostenibilidad del SNS al remitir tratamientos que repercuten de manera muy positiva en el sistema, especialmente en aquellas enfermedades con tratamientos costosos como el cáncer y enfermedades autoinmunes.
Además, Lacruz ha hecho un repaso por el porcentaje de medicamentos que se autorizan en España cada año, siendo un 88 por ciento en 2016, un 78 por ciento en 2017, un 81 por ciento en 2018, un 71 por ciento en 2019, y, actualmente, esta cifra se encuentra en un 94 por ciento.
Asimismo, Lacruz ha insistido en destacar la evolución de consumo en España de la utilización de biosimilares, subrayando como año clave el 2018 ya que se financiaron medicamentos “muy importantes”, motivo que ha impulsado una evolución “significativa y favorable”.
A pesar de ello, la situación en el territorio español es heterogénea tanto en el consumo como en la utilización de moléculas. Destacan La Rioja y Asturias como las comunidades autónomas con más porcentaje de penetración de biosimilares, alcanzando un 73 por ciento. A estas regiones les siguen Castilla y León, Castilla La-Mancha, Galicia y Navarra.
“Podemos seguir avanzando, tenemos ejemplos dentro de nuestro país para avanzar en la utilización de biosimilares”, ha resaltado la responsable. De igual forma, la responsable ha desgranado la situación de España en relación con otros países europeos, según el último informe IQVIA, llegando a la conclusión de que España se sitúa por debajo de la media en la utilización de biosimilares.
La revisión de la legislación farmacéutica supone una “oportunidad” para la experta, ya que se realizan cambios en este ámbito “una o dos veces cada 100 años”, motivo por el que anima a identificar desafíos para abordarlos acorde a las competencias de los Estados miembro. “Es posible que tengamos un impulso relevante en las reformas farmacéuticas al coincidir la presidencia española europea con el último semestre de 2023”, ha concluido.
Las peticiones de Biosim
La apertura de la jornada ha corrido a cargo del presidente de Biosim, Joaquín Rodrigo, quien ha señalado que “la pandemia ha demostrado que la colaboración estrecha entre todos los agentes en pos de un objetivo común es absolutamente necesaria”. “Este es un camino que pasa por el fomento de lo medicamentos biosimilares. Su calidad eficacia y seguridad ha sido valorada por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) en la aprobación de cada medicamento biosimilar”, ha añadido.
Tal y como ha descrito Rodrigo, las autoridades del entorno europeo y nacional han comprendido la necesidad de poner medidas que redunden en una mayor eficiencia y mejorar el acceso temprano de los pacientes a fármacos de alto valor terapéutico. “Debemos avanzar más allá de buenos propósitos; es momento de plantear actuaciones concretas que a nivel europeo nacional, regional e incluso hospitalarios, se orienten al fomento de estos medicamentos”, ha demandado.
Según ha denunciado el presidente de Biosim, los procedimientos de compra actuales no valoran la innovación incremental ni las mejoras adicionales que incorporan estos medicamentos y su único foco es el precio, entrando en una espiral que pone en riesgo el presente y futuro suministro de estos.
“Propugnamos un marco de adquisición competitivo y sostenible en la contratación pública que balancee la necesaria sostenibilidad del sistema, con un adecuado retorno de la inversión realizada por las compañías farmacéuticas. Solo de esta forma nos aseguraremos contar -a medio y largo plazo- con la principal herramienta para la disminución de gasto farmacéutico, que además garantiza los más altos resultados en salud”, ha explicado.
Rosa Romero, presidenta en la Comisión de Sanidad del Congreso, ha compartido apertura con el presidente de Biosim. Durante su intervención, ha destacado la incuestionable “alta calidad de los biosimilares, su efectividad y su seguridad. La industria cada vez más comprometida en su desarrollo y fabricación con los más altos estándares”.
“Tenemos que contar con los profesionales, sociedades científicas, industria y pacientes, además con los gestores y las CC. AA. Si vamos de la mano y aunamos esfuerzos, el beneficio es para toda la sociedad y para el sistema sanitario”, ha reclamado Romero.