La Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (Aemps) trabaja desde 2014 en el Plan Nacional Resistencia Antibióticos (PRAN). El trabajo hasta la fecha ha permitido reducir el consumo de antibióticos en un 4,4 por ciento, cifra que los expertos aún consideran insuficiente. A partir de 2019 se relanzará este programa y el mayor objetivo es trabajar codo con codo con las comunidades autónomas para sumar esfuerzos y conseguir logros globales, según señalaron Patricia Lacruz, directora general de Cartera Básica de Servicios del SNS y Farmacia, y César Hernández, jefe del Departamento de medicamentos de Uso Humano de la Aemps, durante una jornada organizada en el Congreso de los Diputados por tres sociedades científicas (Seimc, SEFH y Sempsph) con el objetivo de poner en la agenda un problema de salud pública que, por su carácter silente, está pasando desapercibido.

¿Se imagina qué pasaría si cada cuatro días se estrellase en nuestro país un avión? Con casi total seguridad, el caos se apoderaría de la población y los medios de comunicación no dejarían pasar ni un día sin trasladar noticias sobre este drama cotidiano a los ciudadanos. Sin embargo, a un problema real, actual, que tiene el mismo impacto en términos de mortandad, no se le dedica ni un mísero breve. Y el caso de España es especialmente sensible por el mal uso que tradicionalmente se ha dado a los antibióticos: por su causa, 35.000 muertes cada año se producen en los centros hospitalarios de nuestro país. A nivel mundial, la cifra alcanzará los 10 millones en 2050. Y si se le ponen cifras a este problema de salud pública los estudios hablan de hasta 40.000 euros por paciente infectado por una bacteria multirresistente.
El 50% de los antibióticos consumidos en España están mal usados; el problema se agrava en Atención Primaria
El peor hándicap que señalan los expertos es la falta de formación en nuestro país, tanto de profesionales sanitarios como de la ciudadanía. El 50 por ciento de los antibióticos consumidos en España están mal usados. El problema se agrava, además, en Atención Primaria, donde nuestro país presenta un nivel de prescripción de 10 puntos por encima de la media europea.
Formación y financiación
Pero, ¿cuál es la incidencia que tiene el mal uso de antibióticos? La respuesta se encuentra en un principio darwiniano. Las bacterias causantes de las infecciones han evolucionado y aprendido a defenderse de estos medicamentos. El mal uso ha creado las bacterias multirresistentes, capaces de sortear al arsenal terapéutico del que gozan nuestros hospitales. Pero, además, la innovación farmacéutica lleva tiempo sin mirar hacia la investigación de nuevos antibióticos, dejándonos a merced de estas ‘superbacterias’.
Las soluciones, según los expertos que se dieron cita en el Congreso, pasan por la formación y la financiación
Este fue el panorama que ha aterrizado en el Congreso. Las soluciones, según los expertos que allí se dieron cita, pasan por la formación, la financiación y la norma. “La responsabilidad es compartida entre profesionales, ciudadanos y políticos. Existe un déficit de recursos, necesitamos financiación para las novedades terapéuticas y rapidez en el diagnóstico. Además, se necesita acción legislativa para reconocer la especialidad de infecciosas”, aseveró el presidente de la Seimc, José Miguel Cisneros. Acompañando estas palabras, su homólogo en la SEFH, Miguel Ángel Calleja, también instó a “priorizar el uso adecuado de antimicrobianos”.

El problema de las resistencias se agrava durante las estancias hospitalarias. En España, según la Universidad de Murcia, se reinfectan el 5,5 por ciento de los españoles. “Es, además, un problema añadido que tiene una línea ascendente”, dice José María López, del grupo de investigación de análisis de datos en Ciencias de la Salud de este centro.
Trabajo hecho; trabajo por hacer
La primera fase del PRAN llevado a cabo por la Agencia Española de Medicamentos es un ejemplo de las acciones que se han empezado a adoptar a nivel nacional, y que han tenido continuidad a nivel territorial, gracias a comunidades, como Andalucía o Aragón, que ya tienen su propio plan contra las resistencias.

Desde el Congreso de los Diputados, hace unos meses salió adelante, sin ningún voto en contra, una Proposición no de Ley para reconocer la especialidad de infecciosas, tema que se encuentra en algún limbo de la comisión de Recursos Humanos del Consejo Interterritorial. Además, desde el PP, su portavoz de Sanidad en la Cámara Baja, Teresa Angulo, reconoce que “la sociedad no es consciente del problema”, mientras que desde el PSOE se apunta a la necesidad de adoptar políticas internacionales porque “las infecciones traspasan fronteras”, asevera el diputado Jesús María Fernández. Por último, desde Ciudadanos, que registró una iniciativa para pedir la comparecencia del Ministerio para abordar el problemas que no ha encontrado aún respuesta, se asegura que lo mejor para que la sociedad y, por tanto, la política tomen conciencia “es necesario decir claro que mueren más de 30.000 personas” al año.