La nanomedicina es una de las áreas biomédicas donde España quiere hacerse fuerte. A nivel nacional, el Gobierno ha puesto en marcha acciones que incluyen este ámbito de la nanotecnología y los nanomedicamentos, que además se verán impulsadas por los fondos europeos. Es el caso del PERTE de Salud de Vanguardia, una iniciativa que integra el Plan Complementario de Biotecnología. Una de las líneas de actuación del plan, ya puesto en marcha, es sobre nanofármacos, nanomedicina y sistemas para la liberación de fármacos.
Por su parte, las comunidades autónomas también están aportando su granito de arena en el campo de la nanomedicina. Algunas de ellas –Cataluña, Andalucía, País Vasco y Galicia– han expuesto las principales líneas en las que están trabajando en el Foro Nacional Nanomedicina 2022, organizado por el Grupo de Expertos para la Regulación de la Nanomedicina (GERNA).
Avances en las CC. AA.
Cataluña
En Cataluña, se ha producido un gran impulso de los ensayos clínicos. Aunque no solo en esta comunidad, sino en España en general. “Somos un país donde el nivel de ensayos clínicos es muy elevado; más de un millar de ensayos clínicos y el 54 por ciento corresponden a hospitales de Madrid y Cataluña”, ha afirmado Josep Samitier, director del Instituto de Bioingeniería de Cataluña (IBEC).
Asimismo, ha apuntado que cuatro de cada diez ensayos clínicos son en el ámbito del cáncer, “uno de los focos donde las nuevas prescripciones nanoterapéuticas tienen una relevancia más importante”.
“Entre las acciones que vamos a realizar en Cataluña está la de crear una plataforma de infraestructura conjunta, liderada por el Hospital Vall d’Hebron y el IBEC, para impulsar una serie de equipamientos que permitan mejorar el análisis de cómo los nanofármacos interaccionan en el organismo”, ha indicado Samitier.
El director del IBEC ha explicado que esto se traducirá en la existencia de plataformas abiertas a toda la comunidad científica e industrial que permitirán avanzar y dar un salto cualitativo en el ámbito de la autorización de los nanofármacos.
Andalucía
“Integrar la investigación biomédica dentro los centros de investigación de nanomedicina más específicos”. Ese es el objetivo de Andalucía, según Francisco José Tinahones, presidente del Instituto de Investigación Biomédica de Málaga (IBIMA). Y, precisamente, es lo que ocurrió con BIONAM, que se ha integrado dentro del IBIMA aglutinando a investigadores del hospital regional y el hospital clínico, además de toda la investigación biomédica de la Universidad de Málaga, para “hacer una integración entre los problemas clínicos y la tecnología que pueda aportar el centro”.
Tinahones también ha resaltado el esfuerzo que han realizado los hospitales andaluces en el campo de los ensayos clínicos, dotando de unidades de Fase I para “probar y atraer ensayos clínicos en las fases más precoces, que son las que garantizan que luego se pueda sacar todo el desarrollo posterior”.
En definitiva, ha explicado el presidente del IBIMA, en Andalucía se intenta integrar tres elementos: ensayos clínicos en fases tempranas, problemas clínicos y llevar a la investigación y traslación a un espacio lo más avanzado posible.
País Vasco
En Euskadi, se están llevando a cabo cuatro proyectos, tal y como ha comentado Nekane Murga, directora de Medicina de Precisión de Osakidetza.
Dos de los proyectos están basados en plataformas de testado: una está orientada a nanopartículas, mientras que la otra se dedica a necesidades nanomédicas. “La idea de estas plataformas es apoyar a empresas a conocer la regulación, ayudarles en el acceso al mercado o darles apoyo tecnológico sobre la interacción de los materiales biológicos”, ha señalado Murga.
Los otros dos proyectos son de tipo traslacional. El primero, en el que participa el Centro Vasco de Trasfusiones y Tejidos, se basa en mejorar apósitos y trabaja con empresas vascas en ingeniería de tejidos y nanopartículas para conseguir una liberación sostenida de material antibiótico, antiséptico e, incluso, proteínas y otras sustancias que pueden facilitar la cicatrización.
“El segundo proyecto de tipo traslacional va dirigido al tratamiento del cáncer de páncreas. Se realiza en el Hospital Vall d’Hebron y una empresa vasca participa en la investigación de estas nanopartículas que se dirigen específicamente al tejido del cáncer de páncreas y se une a este. Por medio de magnetismos se consigue elevar la temperatura de forma controlada, lo que reduce el tamaño del tumor y mejora la respuesta a la quimioterapia”, ha expuesto.
Además, Murga ha querido resaltar el programa de apoyo a la innovación en el País Vasco, RIS3, que “aúna esfuerzos y concentra apoyo y ha conseguido que nos reunamos el sistema sanitario vasco, empresas y fundaciones tecnológicas, para realizar un trabajo conjunto”.
Galicia
“La nanomedicina es uno de los ámbitos biomédicos más sobresalientes en Galicia, tanto desde la perspectiva de los nanomateriales como de las nanotecnologías y las múltiples aplicaciones biomédicas (cáncer, neurociencias, vacunas…)”, ha indicado María José Alonso, catedrática del Departamento de Farmacia y Tecnología Farmacéutica de la Universidad de Santiago de Compostela.
Alonso ha reconocido que el mundo biotecnológico en Galicia no es tan potente como en otras regiones, pero sí es “muy sobresaliente la cantidad de start-ups que están emergiendo, en gran medida, gracias a la iniciativa de la Xunta, el programa Ignicia”.
Asimismo, las infraestructuras gallegas necesitan mejoría, según ha indicado, pero la región está bien dotada particularmente en un centro de experimentación animal, ubicado en Santiago, con “todas las dotaciones necesarias para hacer estudios de biodistribución de nanopartículas“.
La catedrática ha hecho hincapié en el PERTE de Salud, donde espera que haya una “presencia notable” de la nanomedicina. “Consideramos que es clave en el desarrollo de terapias innovadoras y personalizadas“.
“También estamos participando en el Plan Complementario de Biotecnología. En concreto, Galicia participa, junto con Cataluña y otras CC. AA., en el programa de desarrollo de herramientas de diagnóstico, pronóstico y terapias avanzadas o dirigidas a la medicina personalizada“, ha explicado. Y es que, según ha concluido Alonso, la apuesta por la nanomedicina en esta región es clara.
Los retos de la nanomedicina
Actualmente, hay más de 50 nanomedicinas autorizadas en el mundo y más de 400 en ensayos clínicos, según ha apuntado Yoana Nuevo-Ordóñez, responsable de la coordinación de la Oficina de apoyo a la innovación y conocimiento sobre medicamentos de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps).
Sin embargo, no existe un marco regulatorio específico, sino que siguen el marco regulatorio de cualquier medicamento y tienen que demostrar que son de calidad, seguros y eficaces antes de obtener la autorización de comercialización. “Pero no debemos olvidar que tienen ciertas particularidades (pequeño tamaño, caracterización estructural y falta de reproducibilidad), con lo cual, debemos avanzar hacia una regulación específica que nos permita abordar estas especificidades“, ha instado la experta de la Aemps.
Retos regulatorios:
- Necesidad de una definición de nanomedicina que satisfaga a todos los stakeholders y permita un mayor entendimiento entre ellos.
- Clasificación de los nanomedicamentos.
- Desarrollo de métodos analíticos estandarizados que permita demostrar que los nanomedicamentos son de calidad, seguros y eficaces para poder obtener la autorización de comercialización.
- Evaluar los requisitos que se deben pedir a los genéricos.
- Armonización entre Europa, EE. UU., Japón o Canadá para que los investigadores puedan seguir las mismas orientaciones.
“Tenemos que seguir avanzando y, por parte de la Aemps, ofrecemos un servicio de apoyo regulatorio y científico a los investigadores independientes que están haciendo o desarrollando nuevos medicamentos, entre ellos, nanomedicinas”, ha aseverado Nuevo-Ordóñez.
Así, la Aemps pretende establecer un documento para abordar estos retos regulatorios de las nanomedicinas. Una armonización que la Agencia está llevando de manera coordinada con Europa, a través de la European Innovation Network (EUIN).