Pasar de un sistema sanitario reactivo a uno activo. La frase es ya antigua pero hoy vuelve a cobrar relevancia. Lo que siempre fue una declaración de intenciones sin visos de realidad ahora comenzará a construirse. El nuevo Consejo Asesor de Sanidad, presidido por el cardiólogo Valentín Fuster, tiene el mandato de la ministra de Sanidad de levantar los pilares básicos de la sanidad del futuro y ello pasa, principalmente, por adelantarse a la enfermedad. “Durante los primeros cuarenta años de democracia hemos construido un gran servicio asistencial pero ahora tenemos que focalizarnos en la prevención y promoción de la salud. Voy a encargar los primeros trabajos al Consejo Asesor que serán las estrategias nacionales de cáncer y corazón adaptados a la prevención. El segundo punto importante es el Big Data y la gestión del conocimiento que se desprende de él porque nos ayudará muchísimo en el diagnóstico precoz de las enfermedades en el futuro Sistema Nacional de Salud. El tercer punto será cómo adaptar nuestra cartera de servicios a la medicina personalizada”, afirmó Dolors Montserrat.
Todas estas iniciativas, además de su valor intrínseco para la sanidad, tienen por objetivo allanar el camino para el gran reto que puede poner en peligro la sostenibilidad del propio sistema. “Los retos demográficos son un desafío para nuestro sistema y el Consejo Asesor debe trabajar para adaptar nuestra sanidad a esta nueva realidad”, apuntó la ministra en referencia al abordaje de la cronicidad.
Entre los planes de Montserrat también se encuentra involucrar a este organismo en las decisiones de gestión. Una de las formas que baraja, según apuntó ella misma, es la de contar con el Consejo en algunas reuniones del Interterritorial. “Sería importante poder hacer una reunión de trabajo entre el CISNS y el Consejo Asesor para trabajar en las líneas que nos hemos marcado porque, como saben, las competencias están transferidas”, dijo. De hecho, en relación al próximo cónclave con las comunidades autónomas, el Ministerio de Sanidad prevé convocarlo en las fechas previas a la Semana Santa una vez se hayan producido las dos reuniones con las conferencias sectoriales de profesiones médicas y enfermeras.
Las motivaciones de Fuster
El Consejo Asesor comienza una nueva etapa con el estreno de su presidente. Fuster explicó cuáles fueron las tres motivaciones que le han llevado a aceptar el cargo y que se verán plasmadas en las líneas de trabajo marcadas por el Ministerio de Sanidad. “La primera razón es que llevo muchos años trabajando en el concepto de SHE (Science Health Education) y estoy muy interesado en la salud basada en la ciencia y la educación. Además, tengo experiencia en trabajar en organizaciones y lograr cosas que teóricamente eran imposibles. Por último, España significa mucho para mí , vengo aquí cada semana a dirigir el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares”, aseveró.
Para Fuster, el Sistema Nacional de Salud tiene cuatro puntos importantes donde deben volcarse los esfuerzos. “El primer aspecto es el paciente, el segundo es la evaluación, para lo que es fundamental tener datos para ver qué funciona y qué no funciona con especial atención a los recursos humanos. El tercer punto es la estructura. Todo se debe llevar con una computarización para poder sacar los datos. Por último, quiero promover la salud y detectar la enfermedad en sus estadios tempranos”, explicó.
Además, Fuster señaló la importancia de la colaboración entre comunidades autónomas y el papel relevante del Consejo Interterritorial para llevar a buen puerto todos los retos planteados. “Es fundamental la conexión porque no hay fronteras para promover la salud o detectar la enfermedad, por lo que estos Consejos son absolutamente críticos porque las consecuencias son las mismas para todos”, remató.