La brecha entre el estancamiento en el desarrollo de nuevos tratamientos antibacterianos y la creciente amenaza de la resistencia a los antibióticos coloca al mundo ante un complejo escenario. El ministro de Sanidad en funciones, José Miñones, ha hecho un llamamiento a avanzar en el desarrollo de nuevos antibióticos y ha ensalzado el Plan Nacional frente a la Resistencia a los Antibióticos (PRAN), que ha contribuido a reducir el consumo de estos antibióticos en un 17 por ciento en salud humana y en un 69,5 por ciento en salud animal. España es, de hecho, el primer país de la UE en cuanto a la reducción del consumo de antibióticos veterinarios y el tercero en cuanto a salud humana.

José Miñones ha participado este viernes en la jornada ‘Comunicación y formación: claves frente a la resistencia’, organizada por el PRAN, con motivo del Día Europeo para el Uso Prudente de los Antibióticos, que se celebra este sábado, 18 de noviembre. Esta jornada divulgativa ha tenido como objetivo sensibilizar y concienciar a la sociedad en general, y a los profesionales sanitarios en particular, de la gravedad del problema de la resistencia a los antimicrobianos y la importancia del uso prudente de los antibióticos para hacer frente a esta cuestión.

En el que puede ser su último acto al frente de la cartera de Sanidad, Miñones ha destacado los importantes avances en Medicina desde el descubrimiento de la penicilina hace ya cerca de 100 años. Sin embargo, “este gran logro puede ser un peligro”. Ha reiterado así que la resistencia a los antimicrobianos supone un “importante reto”, pero no solo, porque es también “una gran preocupación”. De hecho, ha recordado que la resistencia a los antibióticos es la causa directa de alrededor de 35.000 defunciones anuales en Europa. De no revertirse, podría convertirse en la primera causa de muerte en el mundo en 2050.

Al respecto, Miñones ha incidido que el PRAN, desde su implantación en 2014, ha dado respuesta a este problema de salud pública. “Es un plan sólido que ha posibilitado que nuestro país sea referencia a nivel europeo y también a nivel mundial”, ha aseverado. En cualquier caso, el ministro ha alertado de que estos indicadores positivos no pueden desviar la atención sobre el problema, y ha llamado a avanzar en la investigación y la innovación para el desarrollo de nuevos antibióticos. Solo 12 nuevos antibióticos ingresaron en el mercado entre 2017 y 2021, tal y como alertó la OMS. “La suma de esta falta de innovación, junto con el uso excesivo de antibióticos, es la que genera este entorno complejo”, ha explicado.

Miñones ha defendido la importancia de incorporar el enfoque ‘One Health’ en la respuesta política frente a las resistencias antimicrobianas, porque “salud solo hay una”. En este sentido, ha concluido que “tenemos que trabajar con una sola voz” y ha agradecido a labor que desarrolla la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) para buscar soluciones que permitan frenar el crecimiento de la resistencia a los antibióticos y su impacto en la salud.

Logros del PRAN

Por su parte, la directora de la AEMPS, María Jesús Lamas, ha hecho balance de los logros conseguidos por el Plan Nacional frente a la Resistencia a los Antibióticos en los últimos años, en especial, desde 2015, “cuando se inició el cambio de tendencia hasta llegar a las cifras actuales”. En su intervención, Lamas ha rendido cuenta de los avances en cada uno de los seis ejes estratégicos que ha desplegado el PRAN.

Así, por ejemplo, el plan estratégico ha incorporado la herramienta de vigilancia AWaRe, desarrollada por la OMS, que clasifica los antibióticos en tres grupos. “La idea es ir impulsando medidas para que cada vez sea mayor la proporción de antibióticos utilizados del grupo Access y menor de los grupos Watch y Reserve”, ha explicado. Además, en cuanto al control de la prescripción y consumo, el pasado año se aprobaron las Normas de Certificación de los equipos PROA que, en opinión de Lamas, “tiene una importancia más allá de la mera práctica”, puesto que ayuda a institucionalizar estos equipos.

Otro de los ejes es el de la formación. Al respecto, el PRAN lanzó un curso de uso adecuado de antimicrobianos en la comunidad. En dos ediciones, el curso ha registrado más de 2000 inscripciones y 368 matriculados. “Estas actividades de formación y comunicación son esenciales porque, en un problema como la resistencia a los antibióticos, que afecta a todos y que tienen unas consecuencias imprevisibles, hace falta sensibilizar para que todo el mundo lo entienda e introducir cambios de comportamiento”, ha subrayado María Jesús Lamas.

En esa dirección se ha pronunciado también la secretaria de Estado de Sanidad, Silvia Calzón, quien ha incidido en que “una comunicación auténtica y empática es fundamental en el campo de la salud”. Asimismo, ha felicitado a los profesionales que han participado en las mesas redonda de la Jornada PRAN, todos ellos divulgadores a través de distintos canales, por generar conciencia y “ganarse el la confianza y el respeto de miles de personas”: “Todo ejercicio de divulgación resulta poco”, ha zanjado.

Comunicar para contribuir

Precisamente, la formación y la comunicación ha sido uno de los ejes vertebradores de la Jornada que se ha desarrollado en la sede del Ministerio de Sanidad. El PRAN considera que juegan un papel clave en la solución del problema, incluyendo a profesionales, instituciones y estudiantes. “Tenemos que seguir trabajando con paciencia, rigor científico y sensibilidad para explicar, las veces que sean necesarias, la importancia del buen uso de los antibióticos”, ha señalado la pediatra Lucía Galán.

Por su parte, la genetista Helena González-Burón, que colabora además con el programa de TVE Órbita Laika, ha defendido la importancia de educar desde edades muy tempranas, al tiempo que ha llamado a “no caer en la prohibición” y establecer vínculos empáticos con la población adolescente. “Con los niños, podemos empezar hablando de suciedad e ir introduciendo, con los años, distintos conceptos. Tienen que entender y por ellos mismos llegar a esa conclusión”, ha defendido.

En ese sentido, la enfermera Esther Gómez ha pedido democratizar el acceso a la información. “Muchas veces regañamos a la población, pero tenemos que darles las herramientas para que puedan cambiar su comportamiento”. Una de esas herramientas, tal vez la más potente, son las redes sociales. El algoritmo impide que, a veces, los contenidos divulgativos no lleguen a la población. Para el farmacéutico Guillermo Martín (Farmacia Enfurecida), “no se puede luchar contra las estupideces porque son las que viralizan, pero podemos aprovechar esa ola para divulgar”.


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