Anualmente, se atiende a más de 500 millones de pacientes en la sanidad pública a nivel nacional, según los últimos datos disponibles correspondientes al ‘Informe del SNS 2022‘ elaborado por el Ministerio de Sanidad. Así, el número de prescripciones que se realiza cada año, tanto desde la Atención Primaria (AP) como desde los hospitales, es muy elevado. Por tanto, controlar y abordar el riesgo de interacciones o incompatibilidades entre los fármacos prescritos y el papel del farmacéutico en este sentido, resulta fundamental.
En el año 2017, la Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzó el tercer reto mundial de seguridad del paciente, con el objetivo de reducir en un 50 por ciento el daño evitable severo relacionado con la medicación en los siguientes 5 años. Es por ello por lo que la Comunidad de Madrid ha implantado un sistema de ayuda en la receta de medicamentos, que está integrada en el Módulo Único de Prescripción, con el objetivo de aumentar la seguridad del paciente y ayudar a los profesionales de la sanidad pública en la toma de decisiones clínicas y terapéuticas.
Esta herramienta se ha creado para reducir riesgos o imprecisiones a la hora de recetar fármacos, pues en muchos casos se pueden dar incompatibilidades que pueden poner en riesgo la seguridad del paciente desencadenando reacciones de varios tipos: reacciones adversas graves, que pueden variar desde náuseas y mareos hasta reacciones alérgicas severas, convulsiones o incluso la muerte; reducción de la eficacia; aumento de la toxicidad; interacciones farmacocinéticas; interacciones farmacodinámicas; reacciones alérgicas; problemas de coagulación; alteraciones del ritmo cardíaco; daño a los órganos; e ineficacia terapéutica.
Análisis
Este sistema, desarrollado e implementado por la Subdirección General de Farmacia y Productos Sanitarios de la Consejería de Sanidad, permite durante el proceso de consulta analizar los diferentes fármacos prescritos al paciente. Tras esta consulta, se presenta al profesional un análisis con las interacciones farmacológicas, contradicciones y precauciones, duplicidades terapéuticas, posología, dosis máximas o duración de tratamiento y adecuación a recomendaciones.
Además, desde las farmacias comunitarias se pueden realizar sugerencias o dar avisos sobre alertas a los profesionales sanitarios a través de esta herramienta. Los médicos reciben a través de AP Madrid una notificación de que “Hay un problema” con el fármaco que han recetado al paciente y el profesional debe valorar si existe ese riesgo.
Utilidad de la herramienta
El servicio de Receta Electrónica del Sistema Nacional de Salud (RESNS) permite la dispensación desde cualquier oficina de farmacia, por medios electrónicos, de la medicación prescrita en otra comunidad autónoma. Esta herramienta, además, ya se utiliza en algunas comunidades desde hace tiempo.
Dado que todo el personal sanitario que tenga acceso a la historia clínica del paciente, puede solicitar informes de revisión de tratamiento crónico a los farmacéuticos de AP y acceder a esta herramienta, EG ha querido preguntar a diferentes profesionales sobre la practicidad de la misma.
Aplicaciones en farmacia
Desde el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid (COFM) consideran que “todas las medidas dirigidas a evitar posibles errores en la prescripción, mejorar la seguridad de los pacientes y reforzar la labor de los profesionales sanitarios, son positivas”.
Además, han señalado que este nuevo sistema se fundamenta en una máxima recogida en el convenio firmado el año pasado entre el Servicio Madrileño de Salud (SERMAS) y el COFM que indica que “la administración analizará los errores que sean imputables al sistema informático o electrónico de prescripción o al propio prescriptor, subsanándolos e informando al prescriptor en el menor tiempo posible”.
El COFM, consciente de la importancia de este tipo de medidas, puso en marcha, en colaboración con la Consejería de Sanidad madrileña, una campaña de seguridad de la medicación mediante el uso de la herramienta de “bloqueo cautelar”, existente en la receta electrónica y que, además de mejorar sustancialmente la seguridad en el uso de los medicamentos, contribuye a reforzar la comunicación entre médicos de AP y los farmacéuticos comunitarios.
“Esta campaña ha supuesto una iniciativa pionera que ha permitido realizar hasta la fecha más de 6.000 intervenciones de bloqueo cautelar, evitando más de un 25 por ciento de riesgos para la salud de los pacientes”, han afirmado desde el COFM.
Por lo tanto, han asegurado que “el nuevo sistema implantado ahora por la Consejería sigue la estela iniciada hace un año y supone un complemento a la campaña del COFM”. Ambas herramientas, además, comparten los mismos objetivos: potenciar la seguridad de los pacientes, evitar posibles problemas relacionados con la medicación y mejorar la salud de los ciudadanos.