La publicación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) el pasado mes de mayo sobre el uso de los edulcorantes ha generado dudas y confusión en el seno de los colectivos de profesionales, sociedades científicas, industria alimentaria (tanto de la transformación como de la distribución y de la hostelería) y población general.
Para arrojar luz sobre esta comunicación, se celebró el workshop ‘Edulcorantes: información y ciencia’, organizado por Gaceta Médica, en la que todos los expertos que participaron coincidieron en hacer hincapié en que “no se ha puesto en entredicho la seguridad de los edulcorantes”.
“Tenemos instituciones internacionales que garantizan que todo lo que llevan los alimentos es seguro”, señaló Clotilde Vázquez, jefa del Departamento de Endocrinología y Nutrición de la Fundación Jiménez Díaz. Una afirmación que reforzó Rafael Urrialde, de la Universidad Complutense de Madrid: “Si hay un problema de salud, un aditivo, un alimento o una bebida no puede estar en el mercado”, aseveró.
Instituciones internacionales garantizan que todo lo que lleven los alimentos sea seguro; si hay un problema de salud, el alimento o bebida en cuestión se retira del mercado
De hecho, el Consejo General de Dietistas-Nutricionistas (CGCODN) y la Academia Española de Nutrición y Dietética (AEND), han realizado un posicionamiento conjunto en el que recalcan que los edulcorantes son seguros, pero refuerzan la recomendación de la OMS de que debería reducirse su consumo, tal y como explicó Alma Palau, presidenta del CGCODN, durante el encuentro.
Palau afirmó que los edulcorantes “han demostrado no ser una solución para todos los problemas de enfermedades no transmisibles”. “Incluso los está exacerbando, porque solo están presentes en los productos procesados que van acompañados siempre de grasas, grasas saturadas, sal… es decir, otro tipo de nutrientes que son perjudiciales para la salud”, explicó. José Manuel Ávila, del departamento de comunicación de la Sociedad Española de Nutrición (SEÑ), explicó que desde la SEÑ no tienen una “posición única” respecto a los edulcorantes, pero sí tienen claro que “la dieta dulce hay que trabajarla desde la infancia”.
Discrepancias
Alma Palau instó a realizar una “gran reflexión” y llegar a “un consenso” entre todas las sociedades científicas ante algunas de las discrepancias que se materializaron durante la jornada. Eduard Baladia, director del Área de Gestión del Conocimiento Científico de la AEND, consideraba que la guía de la OMS es “un posicionamiento sobre el uso de los edulcorantes como estrategia para reducir el consumo de azúcares libres”, mientras que Rafael Urrialde apuntó a que se trata de un “estudio observacional con causalidad inversa”.
Por su parte, Ester Tapias, miembro del Grupo de Trabajo de Nutrición y Alimentación de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (Semfyc), diferenció entre seguridad e inocuidad. “Es ahí donde entra el comunicado de la OMS, que dice que lo que se planteaba que podría ser inocuo, a lo mejor no lo es, y lo que es una alternativa, a lo mejor no lo es, porque también tiene unas consecuencias”, recalcó. Un aspecto en el que también incidió Alma Palau: “Según el informe de la OMS, los edulcorantes son seguros toxicológicamente, pero no son totalmente inocuos. Si fueran totalmente inocuos, la OMS no hubiera publicado su informe”, apuntó.
Educación nutricional
“La seguridad solo se puede alcanzar cuando se hace educación”, aseguró Marilourdes de Torres Aured, delegada de Nutrición del Consejo General de Enfermería (CGE) y secretaria General de la Unidad Española de Sociedades Científicas de Enfermería (UESCE). “Y la educación nutricional hay que hacerla personalizada y lanzando mensajes muy claros. Algo que no ha hecho la OMS, que no ha dicho ni sí ni no”, agregó.
“Es más fácil acostumbrar a las personas a que tomen sin sal porque han oído que la sal mata, pero no lo han oído del azúcar. Ahí es donde nos tenemos que centrar”, insistió la experta del CGE. “Tenemos que hacer una bifurcación en la educación de la seguridad alimentaria y educación nutricional con los niños, los padres y las personas mayores”, concluyó.
Del mismo modo, Teresa Partearroyo, del Grupo de Nutrición de la Universidad CEU San Pablo, coincidió en que la educación nutricional es “fundamental”, así como también lo es “incentivar a la industria alimentaria a intentar reducir la presencia de edulcorantes”. “Si ellos no lo reducen, tampoco vamos a poder mejorar los productos que hay en el mercado y no vamos a poder evitar que la gente los compre”, explicó.
Francisco Martín Bermudo, vicepresidente primero de la Sociedad Española de Diabetes (SED), reforzó esta idea apuntando que el reto del abuso de edulcorantes requiere de colaboración entre los distintos sectores. “Este no es un problema sólo de los profesionales de la salud y de la educación, sino también de la industria alimentaria, los medios de comunicación y las propias instituciones políticas”, afirmó.
Para Gregorio Varela Moreiras, de la Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética (Fesnad), lo esencial es la comunicación. “Estamos hablando de consumo cuando realmente no es consumo. De lo que podemos hablar es de presencia. Debemos ser rigurosos en la terminología porque, si no, puede llevar a confusiones en el consumidor”, aseveró.
Las SS.CC. consideran que la comunicación y la colaboración entre sectores son fundamentales para que las recomendaciones sobre seguridad alimentaria lleguen de manera clara a la sociedad
En este contexto, Varela puso de relieve que, en el caso de los edulcorantes, “nos enfrentamos por primera vez en intentar asociar aditivos con salud, cuando realmente para otros aditivos ni se plantea”. Por tanto, considera que se trata de un “nuevo panorama” en el que, de momento, “no estamos preparados los stakeholders”.
Precisamente, Carlota Martínez, responsable de Nutrición y Salud de FIAB, considera que el problema generado por el informe de la OMS se trata de un “problema de comunicación”. “No se ha explicado bien la función de los edulcorantes en los alimentos y en la dieta; la industria los utiliza para reducir la carga de azúcar en los productos alimenticios y los profesionales, en el caso de patologías deberían establecer la dieta, porque reducir el dulzor de golpe, sin ninguna alternativa, no siempre es sencillo”, aseveró.
En la misma línea que Varela y Martínez se expresó Cristóbal Morales, miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (Seedo), quien ve el informe de la OMS como una oportunidad de concienciar. “Aprovechemos esta oportunidad para hacer educación en promoción de la salud”, afirmó. Y es que, en su opinión, “estamos en una sociedad edulcorada por encima de nuestras posibilidades”.
Aumento de la presencia de edulcorantes
Por su parte, el Grupo de Nutrición de la Universidad CEU San Pablo lleva años trabajando en el ámbito de los edulcorantes. En 2019 analizó el etiquetado nutricional de más de 1.200 productos alimenticios y observó que la presencia de edulcorantes se encontraba, sobre todo, en azúcares y dulces, bebidas no alcohólicas, cereales, leche y derivados. “Todos estos productos representaban más del 70 por ciento de los productos del mercado español”, apuntó Partearroyo. Y los principales edulcorantes que se encontraban en estos etiquetados fueron sorbitol, sucralosa y acenosulfonato.
En este contexto, la presidenta del CGCODN apuntó a los productos con cero por ciento azúcares que están apareciendo de forma “excesiva”. “Genera demasiada confianza en la población; se piensa que son productos adecuados, buenos, aptos para la familia… Y esa confianza hace que se estén consumiendo productos que no son saludables”, indicó.
Asimismo, desde la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) expresaron su preocupación por la repercusión del consumo de azúcar. “Me llama la atención que el informe de la OMS haya omitido la caries, pues supone un desvío de recursos sanitarios y económicos, que hay que quitarlos de otras intervenciones sanitarias que podrían ser importantes”, expuso Francisco Botella, coordinador del Área de Nutrición de la SEEN.