El debate sobre la liberalización de las patentes de las vacunas ha provocado la fragmentación del Parlamento Europeo. Ayer se aprobó la suspensión temporal de las licencias con un resultado muy ajustado: 355 frente a 354. Sin embargo, el pasado martes se había producido una primera votación de una enmienda que ganó por 7 votos a favor de no liberar las patentes.

Esta división se refleja en las ideas de dos partidos tradicionalmente opuestos: PP y PSOE. Por un lado, Juan Fernando López Aguilar, eurodiputado del Partido Socialista Europeo (S&D) y negociador en el Parlamento Europeo para la suspensión de las licencias, considera que esta “solución” había que contemplarla “más pronto que tarde”. En una entrevista con este medio, López Aguilar señala que las patentes obstaculizan la velocidad deseable del ritmo de producción y distribución de vacunas.

En frente, Dolors Montserrat, portavoz del Partido Popular en Europa (PPE), asegura a esta publicación que la liberalización de patentes “frena de forma inmediata la investigación“. Y añade que, aunque sea una suspensión temporal, sienta un mal precedente.

Respuestas para un problema complejo

Ante la pregunta sobre si suspensión de las patentes será suficiente para aumentar la producción y poner fin cuanto antes a la pandemia, López Aguilar señala que, “ante una crisis tan compleja y multifactorial, no caben respuestas unívocas”. “Nada en sí es suficiente“, lamenta el eurodiputado.

Sin embargo, señala que el proceso de vacunación es determinante y “la única respuesta”. “La investigación también es parte de la respuesta, así como la acción legislativa. El Parlamento Europeo ha hecho su parte del trabajo; su trabajo no es ofrecer certidumbre científica, sino seguridad jurídica: legislar para que el mundo sepa a qué atenerse”, destaca López Aguilar.

En este sentido, Montserrat está de acuerdo en que Europa ha sabido liderar, no solo invirtiendo en investigación para conseguir vacunas, sino también en “compras centralizadas, una vacunación masiva, un Certificado COVID digital y en la exportación solidaria a través de COVAX”. “Tenemos que sumar esas buenas iniciativas a todo el mundo“, insta.

Además, considera que “en momentos complejos, no hay soluciones fáciles”. “Los verdaderos problemas no radican en el ámbito de las licencias de la propiedad intelectual, sino en la disponibilidad, recursos, materias primas, cadenas de suministro, conocimientos técnicos y personal cualificado“, asegura la portavoz del PPE, quien reprocha que la solución de la izquierda es “demagógica”.

Sin embargo, el eurodiputado socialista insiste en que intervenir las patentes de las vacunas, “facilitará el acceso, esperamos que masivo, de vacunas a países que no se lo puedan permitir“. “La prueba está en que sus tasas de vacunación son incomparables con las tasas de vacunación que están avanzando satisfactoriamente los países de mayor nivel de desarrollo”, afirma. Así, considera que es necesario “globalizar la solución”. “Nadie estará a salvo hasta que el conjunto del planeta lo esté”, recuerda.

Montserrat contraataca señalando que, desde 2015 y hasta 2023, 46 países menos desarrollados del mundo ya están exentos de las disposiciones de los derechos de acuerdo de propiedad intelectual del sector farmacéutico, pero “ninguno de estos países ha conseguido hasta ahora realizar progresos sustanciales en la ampliación de sus propias capacidades de producción“.

Alternativas a la suspensión de patentes

Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, señaló en la Eurocámara que la propiedad intelectual debe protegerse y, en caso de fracasar el sistema de licencias voluntarias, “la concesión de licencias obligatorias debe ser y es la herramienta legítima para aumentar la producción”. Una afirmación bienvenida por Montserrat: “Trabajemos en la licencia voluntaria. Ahora bien, si realmente no llegamos a tener buenos resultados, la Comisión y el PPE plantearemos la licencia obligatoria“, asegura.

La eurodiputada popular defiende que, “gracias a la propiedad intelectual, hemos avanzado y somos uno de los continentes con los medicamentos y tratamientos más avanzados”. Por ello, propone varias alternativas: “Hay tres grandes medidas que demuestran que no hace falta levantar patentes”. En primer lugar, apunta a invertir en cadenas de producción y en la transferencia de conocimiento y tecnología en países terceros.

Por otro lado, Montserrat quiere seguir promocionando contratos de licencias para aumentar producción. “La Comisión ha estado trabajando por que aquel que tenga la patente, que haga un contrato de licencia a una cadena de producción de un tercer país y puedan producir”, afirma.

Y, por último, su tercera propuesta se basa en la solidaridad. “Continuar liderando la iniciativa COVAX con la OMS y resolver así el cuello de botella”, el verdadero problema, según la eurodiputada. “La protección de las patentes no representa un cuello de botella para la producción de vacunas; lo que está pasando de verdad es que hay un problema de producción en países terceros fuera de la UE“, apunta.

“El virus no conoce de fronteras”, declara Montserrat. “A diferencia de Reino Unido y Estados Unidos, que cerraron sus fronteras a la exportación de vacunas y principios activos, en Europa no solo hemos querido vacunar a los europeos –de ahí esta vacunación masiva– sino que hemos sido grandes exportadores de vacunas“, expone.

Colaboración público-privada

“En esta pandemia tenemos que estar todos involucrados: el sector público, el sector privado, las instituciones públicas europeas, lo Estados miembro, la OMS, EE.UU., la OMP y también el Reino Unido”, afirma Montserrat. Y es que está convencida de que saldremos adelante y ganaremos a la pandemia “si estamos todos juntos”. “La demostración está en una vacuna de investigación privada, donde se han invertido fondos públicos“, indica.

López Aguilar también es partidario de involucrar el sector privado, “pero la colaboración no es obstáculo para que se pueden adoptar medidas de emergencia”. “Esas actuaciones –la suspensión de licencias– no son de coste cero, pero siempre tendrá un coste menor que negociar bilateralmente, en el caso de los países en desarrollo, contratos con farmacéuticas y ponerse a la cola para ver cuándo puede aspirar a un lote de vacunas que permita inmunizar a una parte significativa de su población. Es imprescindible incrementar ese esfuerzo y acelerarlo”, concluye.

La resolución del Parlamento no es legislativa, por lo que ahora le toca a la Comisión Europea continuar abordando este debate. “Von der Leyen tiene la capacidad de seguir defendiendo lo que siempre ha defendido, que es la protección de la patente“, reseña Montserrat. Por su parte, López Aguilar espera que la Comisión trabaje justamente en lo opuesto.


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