Sanidad continúa analizando “las distintas evidencias disponibles hasta el momento sobre los ACOD“. Con base a los resultados de este análisis “se determinará si es necesario modificar los criterios de financiación de estos fármacos“. Así lo ha asegurado el Gobierno en una respuesta parlamentaria al grupo de Ciudadanos registrada el pasado 4 de septiembre.
La revisión sobre los criterios de financiación de los ACOD ya fue adelantada por el consejero de Sanidad de Madrid a finales de julio. Durante la clausura del encuentro virtual ‘El futuro de los ACOD en la era post-COVID’, Enrique Ruiz Escudero aseguró que su departamento había solicitado a la Aemps la revisión de las indicaciones del uso de los ACOD, “valorando extender su financiación a otras patologías o indicaciones en las que se haya demostrado su eficacia”.
La respuesta a Ciudadanos no sólo confirma que este análisis sigue en marcha. También señala que, para el Gobierno, los pacientes con trombosis venosa profunda durante la pandemia de la COVID “han sido adecuadamente controlados con sus tratamientos habituales”.
La preocupación de Ciudadanos
Antes del verano, el portavoz de Sanidad de la formación naranja, Guillermo Díaz, se había hecho eco de las advertencias de los especialistas que alertaban de un previsible crecimiento en el número de casos de trombos en piernas y pulmones, tanto por causa directa de la COVID-19 como de la movilidad reducida derivada del confinamiento.
Fruto de esta preocupación, Ciudadanos (previamente lo había hecho el grupo popular) registró una PNL y varias preguntas al Gobierno. Entre ellas, si el Gobierno contempla la posibilidad de extender la cobertura pública de estos fármacos, “como ya sucede en la mayoría de los países de nuestro entorno” así como la posibilidad de suprimir el visado a los ACOD.
El Gobierno responde
En su respuesta, el Gobierno asegura que durante la pandemia de la COVID los pacientes con trombosis venosa profunda han sido “adecuadamente controlados con sus tratamientos habituales”. Recuerda que en esta situación de excepcionalidad, se adoptaron medidas dirigidas a favorecer la organización asistencial, en particular lo que se refiere a los controles analíticos que requieren estos pacientes.
“Para garantizar el adecuado seguimiento de los pacientes con antagonistas de la vitamina K, se han habilitado espacios diferenciados o exclusivos para extracciones de muestra, control analítico domiciliario a los pacientes más vulnerables, espaciar control de INR 6-8 semanas”, apunta la respuesta. Estas medidas, añade el Ejecutivo, “garantizan el adecuado seguimiento de todos los pacientes adecuadamente controlados“.
Por otro lado, la respuesta reconoce que “no son recomendables los cambios de tratamiento en los pacientes ya anticoagulados con antagonistas de la vitamina K que tienen buen control de INR”. El paso a ACODs, añade Sanidad, “requeriría de varias visitas para ajustar la pauta”, por lo que no se evitarían “la frecuentación y el contagio del COVID-19”.