La Ley de Equidad ha logrado salvar el primer escollo que enfrentaba y continuará su tramitación parlamentaria después de que las dos enmiendas a la totalidad ‘supervivientes’ hayan sido rechazadas en la primera jornada decisiva de la norma en el Congreso de los Diputados. El hemiciclo de la Cámara Baja deja continuar así el camino de una norma no exenta de polémica por diversos frentes, que ahora deberá pulirse con las modificaciones parciales que plantean los distintos partidos. De esta forma, la votación conjunta de las citadas enmiendas se ha saldado con 191 ‘noes’, por 64 ‘síes’ y hasta 88 abstenciones.
Así se ha reflejado durante el debate celebrado en Pleno, en el cual Carolina Darias ha dado cuenta de un acuerdo ‘in extremis’ con PdeCAT y Junts para que sendas formaciones, ambas socias de investidura del Gobierno de coalición, desistieran de los textos que pedían la devolución de la ley al Ejecutivo.
La ministra de Sanidad ha reconocido el esfuerzo de diálogo y entendimiento realizado a este respecto. “Los argumentos de ambas enmiendas a la totalidad planteaban cuestiones de ámbito competencial así como la afección a un modelo sanitario histórico”, ha reconocido, en referencia a los conciertos de CatSalut.
“El acuerdo logrado parte del reconocimiento de esa singularidad y también, que para alcanzarlo en el proceso legislativo, será así antes del comienzo de los trabajos en la ponencia”, ha avanzado Darias, quien en su argumentación ha defendido la norma y su voluntad de fortalecer el sistema público. Este mensaje ha sido reforzado más tarde por la portavoz del Grupo Socialista, Ana Prieto, quien ha puesto en valor la importancia de alcanzar pactos desde la discrepancia.
Por otro lado, tal y como había adelantado Pablo Echenique, Unidas Podemos ha dejado correr la tramitación del texto, aunque ha seguido defendiendo su postura frente a la ‘Ley Darias’. “Firmamos —como parte del acuerdo de coalición— que la Ley 15/1997 tenía que derogarse y no cambiarle la letra de posición”, ha reclamado la portavoz morada de sanidad, Rosa Medel. Sin embargo, la propia diputada de Podemos ha tendido la mano para llegar a acuerdo en el camino que le resta a la ley, de forma que incorpore sus petitums en la redacción final de la misma.
Oposición frontal popular
De frente se han encontrado con un Grupo Popular que, aun sin enmiendas a la totalidad, ha contrapuesto el consenso con el que se aprobó la Ley de Cohesión de 2003 en este debate. Una situación muy diferente al trámite actual, según ha destacado su portavoz Ana Pastor, quien ha adivinado un futuro complicado a la Ley de Equidad pues se han prometido cuestiones muy distintas a partidos nacionalistas y Unidas Podemos.
Prometer cuestiones muy distintas a Podemos y PdeCAT-Junts augura un futuro complicado a la norma, según Pastor
En este punto, la también ex ministra de Sanidad ha denunciado que el proyecto intenta censurar la colaboración del sector privado, rememorando que esta queda recogida tanto en la Ley General de Sanidad como en la citada Ley 15/1997, aprobadas con el beneplácito socialista.
Asimismo, Pastor ha criticado la “doble vara de medir” del partido de Gobierno en cuanto a este tipo de colaboración, puesto que hacen uso del modelo que se pretende limitar en algunas CC. AA. del PSOE dentro de sus planes de reducción de listas de espera mediante derivaciones. La parlamentaria popular, además, ha calificado de oportunidad perdida de la ley para abordar problemas estructurales como la situación en RR. HH. o atención primaria en el SNS, así como la larga demora existente en el acceso a la innovación en territorio nacional.
Las enmiendas de C’s y VOX, ‘tumbadas’
Las voces más discordantes con el texto de la Ley de Equidad no han conseguido el deseado reinicio de la norma, pero sí que han mostrado su postura en contra mediante enérgicas intervenciones. No en vano, las de VOX y Ciudadanos han sido las únicos enmiendas a la totalidad que se han mantenido vivas. “Pretende prescindir de la colaboración público-privada de una forma hipócrita y subrepticia”, ha indicado en su turno de palabra el portavoz de VOX, Juan Luis Steegmann.
El también hematólogo ha referenciado que la citada colaboración se encuentra integrada plenamente en la actualidad y optimiza los recursos en beneficio de la sostenibilidad, algo que ha argumentado con datos concreto: “Un 38 por ciento de los hospitales privados tiene algún concierto con la sanidad pública; los conciertos son el 10 por cierto del gasto sanitario; y un 8,7 por ciento de las intervenciones quirúrgicas se hacen bajo concierto”.
Para Guillermo Díaz, portavoz de Ciudadanos en el Congreso, el proyecto de ley viene cargado de sesgos y prejuicios, además de contener “una profunda carga ideológica”. “La prohibición de conciertos con la sanidad privada es una aberración”, ha significado el diputado naranja, quien ha apuntado que la norma “pone en riesgo la sanidad para satisfacer al ala dura del Gobierno”.
A renglón seguido, Díaz ha hecho alusión a la memoria económica del texto, la cual en su opinión no resuelve el impacto que supondría la eliminación de los concierto con la sanidad privada. “¿Creen ustedes que cuando a alguien le curan un cáncer se plantea se lo han curado personal público o concertado? ¿Saben que el 29,4 por cierto de la inversión en sanidad en España es de capital privado?”, ha esgrimido.