Hace pocas semanas, el Ministerio de Sanidad de Portugal (Serviço Nacional de Saúde) anunció una serie de medidas para facilitar el acceso a medicamentos y evitar roturas de stock. Una de las soluciones propuestas por el Gobierno luso ha sido la de aumentar el precio de fármacos que tienen un coste de hasta 15 euros. Una decisión que secundan también otros países europeos como Francia o Alemania. En el caso de España, tanto empresarios, genéricos, como farmacia comunitaria consideran urgente una revisión al alza de algunos medicamentos para hacer frente al aumento de costes actuales y para atajar unos problemas de suministro que son cada vez mayores.

En concreto, Portugal subirá, hasta fin de año, un cinco por ciento los fármacos con un coste de hasta 10 euros y un dos por ciento aquellos que se ubiquen en la horquilla entre 10 y 15 euros. Justifican esta medida para garantizar la disponibilidad de ciertos medicamentos en el mercado. El gobierno de Francia también ha llevado a cabo diversas medidas ante las tensiones de suministro. Entre ellas, ha anunciado la voluntad de aumentar el precio específico de medicamentos estratégicos para asegurar su abastecimiento. Alemania también ha llevado a cabo una medida similar con la suspensión de los precios fijos de varios medicamentos pediátricos para incentivar su producción, así como la obligación a las aseguradoras de costear los recargos cuando haya que dispensar un tratamiento distinto por razones de desabastecimiento.

Situación en España

En España este debate también está encima de la mesa, al menos para la mayoría del sector. Desde la Asociación Española de Medicamentos Genéricos (Aeseg) han hecho llegar al Ministerio de Sanidad una propuesta para que, este año, todos los medicamentos con un importe igual o inferior a 1,60 euros puedan elevar su precio al menos un 10 por ciento. “Hay que tener en cuenta que el 50 por ciento de las unidades de genéricos están e ese segmento”, explica Ángel Luis Rodríguez de la Cuerda, director general de Aeseg.

Esta proposición no sólo se enmarca en un contexto donde se ha producido un impacto en los costes derivados del incremento de los precios de la energía, materias primas, inflación o como consecuencia la guerra en Ucrania. Se trata de “asegurar el suministro y fabricación a medio y largo plazo”, explica Rodríguez de la Cuerda. Que pone como ejemplo los citados casos de países de nuestro entorno que avanzan en medidas para aliviar esos fármacos con precio muy reducido. Por el momento, desde la patronal de los genéricos están a la espera de una respuesta de Sanidad. “Estamos en contacto y tenemos una interlocución distendida. Esperamos que la petición pueda tener un desarrollo, de momento no tenemos noticias”, expresa el director general de Aeseg.

Desde la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles (FEFE) también apuestan por una revisión selectiva de los medicamentos, con una cuantía inferior a 6 euros, para garantizar el suministro y potenciar la fabricación en España. Una “justa reivindicación de los genéricos y de los laboratorios que comercializan medicamentos”, trasladan desde la patronal. Los hechos que avalan esta propuesta no sólo se encuentran en el aumento de los costes industriales sino también al consumo real en el Sistema Nacional de Salud que, a pesar de que ha sido casi un cinco por ciento mayor, se ha producido una bajada del precio medio de las recetas del 1,19 por ciento, señalan desde FEFE. De hecho, “el 50 por ciento del consumo en unidades tienen un valor inferior a 6 euros y generan 3.000 millones de euros, frente a los 9.000 que suponen aquellos de más de 6 euros”, argumentan.

Causas multifactoriales

La cuestión que hay detrás de estas demandas es el umbral mínimo de rentabilidad que, si no se alcanza, pone en riesgo la continuidad de productos muy costo-eficientes. Desde el Consejo General de Colegios Farmacéuticos (CGCOF) secundan las reivindicaciones de los agentes que piden esa revisión al alza de los medicamentos de menor coste. “El precio de los medicamentos en España es una de las variables más importantes que debería haberse solucionado hace tiempo”, asevera Juan Pedro Rísquez, vicepresidente del CGCOF. Sin duda el precio juega un papel decisivo en el acceso y fabricación de los tratamientos, pero el suministro de fármacos, o más bien su carestía, responde a causas multifactoriales.

“La medida de subir precio de medicamentos irrisorios nos parece bien, pero no deja de ser un parche. Debemos plantearnos una política europea a medio y largo plazo para corregir los problemas de desabastecimiento“, incide Jaime Espolita, presidente de la Sociedad Española de Farmacia Rural (Sefar). Un diagnóstico que es común para el resto del sector, porque los problemas de suministro afectan tanto a España como al resto del mundo. Sus causas son múltiples y complejas y atañen tanto a la estrategia de precios como a la propia producción de los medicamentos —cada vez más concentrada en menos plantas industriales—, la escasez de principios activos, los incrementos en la demanda, la crisis de materias primas y materiales de embalaje.

Encontrar soluciones a todas estas circunstancias requiere de decisiones integrales que pongan en valor una industria nacional y europea para incentivar la fabricación de principios activos y de esta manera no depender tanto de terceros países. “La política de los gobiernos europeos de reducir al máximo el precio de los medicamentos es incompatible con la fabricación en Europa”, recalca Espolita.


También te puede interesar…