El Parlamento Europeo ha aprobado nuevas medidas para proteger mejor a los ciudadanos que donan sangre, tejidos o células, o son tratados con estas sustancias. Los eurodiputados han aprobado, en consecuencia, el informe sobre las nuevas normas que regulan el uso de las sustancias de origen humano (SoHO) en la UE, por 483 votos a favor, 52 en contra y 89 abstenciones. Una vez que el Consejo acuerde su posición, se iniciarían las conversaciones sobre la forma final de la legislación.
El proyecto, que fue presentado por la Comisión en julio del pasado año, deroga las directivas sobre sangre y tejidos y células, a la luz de los nuevos avances científicos, técnicos y sociales. Ahora, la Eurocámara responde a las expectativas de los ciudadanos de establecer normas sanitarias mínimas comunes en los Estados miembro, tal como se expresa en la propuesta 10 de las conclusiones de la Conferencia sobre el Futuro de Europa.
Para garantizar que la UE tenga su propio suministro independiente de estas sustancias, los europarlamentarios apuestan por una estrategia de la UE para garantizar su disponibilidad, una lista de la UE de SoHO críticos y el establecimiento de “planes nacionales de emergencia y continuidad del suministro”.
La voluntariedad como eje
Los eurodiputados han insistido, además, en que los donantes puedan recibir una compensación o un reembolso por las pérdidas o los gastos incurridos durante el proceso de donación. Sin embargo, han apuntado que la compensación no debe utilizarse como incentivo para reclutar donantes ni conducir a la explotación de personas vulnerables.
“La donación debe ser voluntaria y altruista”, ha subrayado Nicolás González Casares, que es miembro de la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria y ponente socialista para este informe. Según ha destacado en la sesión plenaria, este “refuerza la protección de donantes y receptores, prohíbe la publicidad sobre compensaciones económicas, establece medidas para garantizar la continuidad del suministro y facilita el intercambio de información sobre la disponibilidad de sustancias”.
A juicio de Nathalie Colin-Oesterlé, eurodiputada del PPE, “esta ley es crucial para la seguridad de los donantes, el bienestar de los pacientes, la seguridad del suministro y el desarrollo de técnicas médicas innovadoras en Europa. Al mejorar la coordinación y el intercambio de información, se facilitará el flujo de SoHO y la experiencia médica asociada en beneficio de los pacientes europeos”.