“Y tú, ¿qué habrías hecho de seguir en el Ministerio?” Muchas veces, en estas últimas semanas, le han hecho esta pregunta a Dolors Montserrat. La ex ministra de Sanidad, hoy cabeza del PP en el Parlamento Europeo, reconoce que siente impotencia. Desde la posición de quien en su día se enfrentó a virus como el Ébola, el SARS o el Zika y a otra crisis económica, Montserrat defiende la necesidad de seguir a rajatabla las recomendaciones internacionales y de ser “ambiciosamente reformista”.
Esas reformas, dice en un encuentro virtual mantenido con El Global y Gaceta Médica, no deben limitarse a España. “De las cenizas de la II Guerra Mundial nació la Unión Europea. Europa fue la respuesta a la crisis de 2008 y ahora va a ser la solución a la crisis de la Covid-19. Pero no podrá hacerlo cualquier Europa. Hace falta, en su opinión, una UE en Sanidad que reformule las competencias tradicionales por mor de la Salud Pública. Y algunos de sus cimientos ya se están levantando.
Pregunta. Ahora que afrontamos la desescalada, ¿ha salido tocada la imagen de España a nivel europeo?
Respuesta. Las instituciones saben que España es un gran país, muy preparado tanto por infraestructuras sanitarias como por su patrimonio o por su industria. Otra cosa es la imagen del gobierno de España, que tras esta crisis ha quedado muy mal. Se ha visto cómo otros países han gestionado antes, mejor y con mejores resultados. Y aunque desde el Gobierno hay quien ha aludido a cuestiones geográficas, es un tema de gestión y de capacidad. Cuando ya veía la situación de un país vecino, desde España no se cerraron aviones, no se prohibieron aglomeraciones, no se adoptaron medidas de protección… Hemos visto un Gobierno incompetente, que ha llegado tarde y mal. Mientras que la UE proponía un paquete para ir abriendo fronteras, nosotros decidimos cerrar, hacer cuarentena y con contradicciones. Esto da inseguridad jurídica. No hay hoja de ruta ni para el turismo, ni para la industria. Esto es lo que ve Europa. Ve que se quiere derogar una reforma laboral cuando lo que se necesita precisamente es más flexibilidad. El Gobierno de España ha cogido el camino contrario a la UE.
P. Durante su comparecencia ante la Comisión para la Reconstrucción del Congreso, apuntó que, a grandes rasgos, la UE está y ha estado a la altura de los retos que ha presentado el coronavirus. Pero uno de los debates que estarán sobre la mesa cuando la emergencia esté totalmente superada será analizar el funcionamiento de la UE para actuar mejor ante posibles rebrotes o futuras pandemias… ¿Qué aspectos de la actuación europea han sido positivos y qué lecciones se deben aprender de cara al futuro?
R. Es cierto que alguna respuesta local fue insolidaria, pero no fue así en la UE. Desde el minuto 1, la Comisión y el Parlamento fueron rápidos en la respuesta. Pienso que se ha estado a la altura. Se ha presentado el paquete más ambicioso para ayudar a que nuestros sistemas sanitarios sean más fuertes y estén mejor preparados para futuras pandemias y otras enfermedades. También un paquete ambicioso para impulsar la economía y el empleo y otro para no dejar a ninguna familia atrás. ¿Qué hemos aprendido? Que la UE necesita más competencias en sanidad. Ante una pandemia global, respuestas globales.
P. De entre todas las áreas, parece que hay coincidencia en señalar que ha habido un déficit claro a nivel europeo en materia de compras. ¿Qué opina y qué análisis realiza de la gestión comparada Europa-España?
R. Durante estos meses, la UE ha lanzado cuatro convocatorias de compras centralizadas para equipo de protección médico. España podía haber pedido en una de las convocatorias un millón y medio de mascarillas pero no lo hizo. La UE ha estado a la altura y ha puesto en marcha lo que España no supo poner en marcha. Tenían que haber cogido Ingesa y haber realizado compras con las compañías nacionales para hacer acopio. Tendríamos que haber examinado la capacidad de producción en España. Eso es lo que hizo Europa. Europa ha puesto en marcha la iniciativa de solidaridad para la salud de la UE: un paquete de 6.000 millones de euros. Posteriormente puso en marcha la conferencia de donantes para la inversión en vacunas, con 8.000 millones de euros. Eliminamos el impuesto de aduana y de IVA en toda la UE para los productos necesarios. La EMA aceleró los procesos de validación para tener tratamientos. Ha dispuesto un equipo de expertos europeos epidemiólogo para las nuevas olas de contagio. La UE ha puesto en marcha tres grandes paquetes, que permitirán que el presupuesto para sanidad sea más elevado. La UE ha estado a la altura, pero hay que ir hacia una Unión Europea en Sanidad.
P. El Europarlamento nos está demostrando que las posturas de populares y socialistas no están muy alejadas. Ambos grupos han dado su visto bueno al plan de recuperación que, según recordó en el Congreso, está pendiente de aprobación en el Consejo. Además, también desde el PP recordó usted la necesidad de ir hacia una ‘UE en Sanidad’. ¿Cuáles serían los fundamentos de esta ‘Unión’ que también ustedes defienden, teniendo en cuenta el celo competencial de los Estados miembro?
“Hemos aprendido que la UE necesita más competencias en sanidad. Ante una pandemia global, respuestas globales”
R. Lo primero que tenemos que hacer es desterrar el debate eterno de la lucha de competencias entre Estados miembro y la Unión Europea. Esta pandemia nos ha puesto ante una realidad brutal y hemos aprendido que hay que fortalecer Europa en cuanto a Salud Pública. La unión tiene que ser competente en prevención, protección, investigación y en resiliencia de los sistemas sanitarios. Por eso, esta UE en Sanidad debe reforzar el Centro Europeo para el Control de Enfermedades y la Agencia Europea del Medicamento.
Más allá, es importante que en esa unión la salud esté en todas las políticas europeas. También que esta unión se financie con el marco plurianual. En este presupuesto tiene que estar el ‘paquete hacia la unión’, y tiene que ser un fondo más ambicioso para garantizar la salud pública de todos los ciudadanos europeos.
P. ¿Cómo se debe fortalecer la EMA?
R. A la EMA hay que darle más poder para que pueda controlar, autorizar y acelerar así el acceso a medicamentos seguros. Junto a ello se situaría la reindustrialización y relocalización del sector farmacéutico. Mucha producción está hoy fuera de Europa. Esa UE en Sanidad tiene que relocalizar nuestra industria farmacéutica, de tecnología y de productos sanitarios. Y en el marco de esa reindustrialización hay que apostar por la digitalización del sistema de salud.
“Tenemos que desterrar el debate eterno de la lucha de competencias entre Estados miembro y la Unión Europea”
P. Otra de las grandes lecciones que nos ha dejado esta pandemia es la importancia de la reindustrialización de la Unión Europea. Se trata una necesidad general a todos los sectores, pero esencial para el sector farmacéutico en el contexto de la pandemia. La semana pasada se presentó la hoja de ruta de la Estrategia Farmacéutica para la UE. ¿Qué opina de ella y qué sugieren los populares en el Europarlamento para este sector?
R. La Comisión, el Parlamento y el PP, que lidera las instituciones en Europa, tenemos muy claro que tenemos que reindustrializar Europa y sus sectores estratégicos. Uno de los más importantes es la industria farmacéutica, y se ha convertido en estratégico durante la crisis. En ningún rincón de Europa ha habido desabastecimiento. Probablemente presentemos alguna enmienda a la estrategia farmacéutica que ha presentado la Comisión, pero tiene que ir dirigida a la reindustrialización y a la relocalización. Debemos volver a producir en Europa. Todo lo que se pueda producir, mejor dentro de la UE que fuera. Es necesario también promover empresas de dimensión europea y fomentar la coordinación de las capacidades, como la impresión 3D de material sanitario. También tenemos que seguir estableciendo asociaciones público-privadas como la IMI para mejorar la capacidad de respuesta de la UE. Y sobre todo, tenemos que trabajar con ellos. Es otro punto clave de esa UE en Sanidad. Me sabe mal que en España en estos meses no se haya contado con la industria farmacéutica —ya hemos visto cómo el Convenio con Farmaindustria ha quedado en un rincón— cuando sería importantísimo en un momento como ahora una compra centralizada con las comunidades autónomas y con la industria farmacéutica que produce en España. Teníamos que haberlo hecho conjuntamente, escuchándolos y sabiendo qué pueden producir y para cuándo.
P. Ha mencionado el convenio con Farmaindustria… ¿También se podría hablar de La Valeta?
R. Precisamente La Valeta era una buena oportunidad para la industria farmacéutica, para favorecer una industria de producción propia, y para esa Unión Europea en Sanidad. Era un inicio, diríamos, de lo que es ahora esa compra centralizada de medicamentos y materiales sanitarios para la pandemia. La Valeta y BeNeLuxA eran la piedra anterior a la creación de una unión. Es una pena que los últimos tres ministros de España no hayan visto la buena oportunidad de liderazgo que supone para España y para su industria. Pero estoy convencida de que yendo a esa mayor unión, como se está haciendo con la compra centralizada, lo de La Valeta será una realidad para toda Europa.
“Me sabe mal que en España en estos meses no se haya contado con la industria farmacéutica”
P. Al hilo de su discurso en el Congreso, también en relación a la reindustrialización dijo que “el futuro de España no puede diferir del de Europa”. Y en España, precisamente, está pendiente de comenzar a trabajar en una nueva Estrategia Farmacéutica para el SNS. Teniendo en cuenta que también existe en el sector cierto temor a que la crisis acabe derivando otra vez en reales decretos que dañen la industria en lugar de fortalecerla, ¿qué reformas son necesarias en España, a su juicio?
R. Las ayudas europeas conforman un paquete al que yo llamo de solidaridad, pero que viene acompañado de responsabilidad. Ese dinero es para que el Gobierno de España haga reformas ambiciosas, reindustrialice, apoye a los sectores estratégicos, como el industrial farmacéutico, para que produzca en España, para que tenga nuevos proyectos de investigación y de producción, para tener en el país stock en EPIs y en respiradores… Ahora falta un gobierno en España responsable y que haga estas reformas. En su lugar, estamos viendo un gobierno que va por el camino contrario: que no hace compras centralizadas, que cierra fronteras, que quiere derogar la reforma laboral… El sector de la industria farmacéutica provee de empleo de mucha calidad, muy especializado, muy bien formado y de mucho talento. Da un gran valor añadido. Por eso el gobierno del PP defendió que la Agencia Europea del Medicamento estuviera en España. Porque teníamos todo el sector productivo preparado para acogerla. El sector farmacéutico en España es uno de los más importantes de Europa. Pero España no está mirando al sector productivo.
P. Ha hablado mucho acerca de esa UE en Sanidad pero, ¿cómo van a impulsarla los populares en el Europarlamento?
R. Precisamente acabamos de celebrar lo que podríamos llamar Mesa y Junta de Portavoces, que ha aprobado el orden del día del Pleno del mes que viene. Y el PP europeo ha lanzado la iniciativa para celebrar un debate clave en tema sanitario. Estos tres meses el trabajo del Pleno ha ido dirigido a los instrumentos de recuperación, que también han afectado a la Sanidad, como es lógico. Pero queríamos un debate estratégico, clave, en el pleno de Julio. Ahí hablaremos sobre ello.