Aunque la pandemia de COVID-19 se haya quedado atrás, no significa que el virus haya desaparecido. De hecho, aún continúa siendo una amenaza para la salud pública y su impacto es similar al de la gripe. Por ello, la vacunación periódica es una “herramienta esencial” para combatirlo. Así se desprende de un informe elaborado por un grupo de expertos europeos que forman parte de la ‘Iniciativa para la Transición de la COVID‘, que cuenta con el apoyo de Novavax.

En el documento, denominado ‘Hoja de ruta para la transición del COVID’, se expone un total de 13 recomendaciones ante el incremente de casos de COVID-19 en España, para impulsar y dar forma a un debate para los responsables políticos sobre cómo mejorar las tasas de vacunación contra la COVID-19 en Europa. Y es que, según datos del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), los casos de COVID-19 se han multiplicado por siete en las últimas cuatro semanas, pasando de una incidencia de 8,9 casos por 100.000 habitantes a 55,9, casos en la semana comprendida entre el 20 y el 26 de mayo.

Vytenis Andriukaitis, antiguo Comisario Europeo de Salud y Seguridad Alimentaria y experto participante en el informe, asegura que la pandemia situó la salud en el “primer plano” de la política europea. Y el final de la pandemia “no significa el final de la capacidad de la UE para marcar la diferencia en la protección de las personas contra el COVID-19”, ha declarado. “La UE debe desempeñar un papel importante en el mantenimiento de un alto nivel de vacunación y con la hoja de ruta respaldada por los expertos para la transición a la COVID-19 estamos intentando mostrar cómo hacerlo”, ha concluido.

Las 13 recomendaciones

Los expertos participantes en el documento, entre los que destaca Javier Díez Domingo, jefe de Área de Investigación en Vacunas de FISABIO, hacen un llamamiento a una mayor aceptación de las vacunas a través de campañas periódicas de vacunación. Porque, según el informe, “la aceptación de las vacunas COVID-19 ha descendido a solo el 12 por ciento de media entre las personas de 60 años o más en Europa durante la temporada de vacunación 2023/24”.

Asimismo, quieren contar con diversidad de vacunas, de manera que se garantice la disponibilidad de diferentes tecnologías de vacunas COVID-19. El grupo también insta a abordar la COVID-19 a largo plazo, mediante el seguimiento de datos, con medidas proactivas y protegiendo a los grupos de riesgo. Del mismo modo, quieren un marco de vacunación a largo plazo, con una clarificación de la selección de cepas vacunales y diversidad de productos vacunales.

  1. Organizar campañas periódicas de vacunación contra la COVID-19 de acuerdo con las recomendaciones nacionales y prestando especial atención a la protección de los grupos de riesgo.
  2. Comunicar de forma eficaz y coherente la importancia de la vacunación contra la COVID-19 para los grupos de riesgo.
  3. Aumentar la comodidad y diversificar las vías de acceso a las vacunas COVID-19.
  4. Coadministrar vacunas COVID-19 y antigripales, cuando sea clínicamente apropiado y esté respaldado por las recomendaciones nacionales.
  5. Capacitar e incentivar a los profesionales sanitarios para que vacunen contra la COVID-19.
  6. Poner a disposición múltiples tecnologías de vacunas COVID-19.
  7. Aclarar el calendario y el proceso de selección de la cepa de la vacuna COVID-19.
  8. Garantizar que las decisiones de adquisición eviten la dependencia excesiva de un único producto de vacuna COVID-19.
  9. Fomentar la investigación y la innovación de nuevas herramientas contra el COVID-19.
  10. Revisar y reforzar la formación de los profesionales sanitarios en materia de vacunación.
  11. Mantener un seguimiento continuo de los datos e informar sobre los indicadores clave.
  12. Adoptar medidas proactivas para hacer frente al COVID-19 prolongado, proteger a los grupos de riesgo y minimizar la incidencia.
  13. Establecer un objetivo del 75 por ciento de aceptación de la vacuna COVID-19, como para la gripe.

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