España, como el resto de países, está trabajando en garantizar la producción de la vacuna contra la Covid-19 para conseguir una cobertura global. El Ministerio de Sanidad ha iniciado contactos con fabricantes de vacunas nacionales para explorar su capacidad de fabricación. Y aunque España no dispone de fabricantes de vacunas humanas a gran escala, la solución parece estar a la vista: acudir a los fabricantes de vacunas veterinarias.

En su última comparecencia ante la Comisión de Sanidad del Congreso, Salvador Illa ha asegurado que existen “diferentes fabricantes de vacunas veterinarias con gran experiencia en producción“. El Ministerio ya ha contactado con ellos para conocer su capacidad. Y se les asesorará en los pasos necesarios, según el ministro, para cumplir los requisitos y poder obtener la autorización de fabricación de vacunas de uso humano.

En todo caso, el objetivo de estos trabajos es doble. Por un lado, poner a estos fabricantes en contacto con investigadores en España para que se pueda hacer el escalado de la fabricación durante el desarrollo del ensayo clínico. Por otro, explorar la posibilidad de que estos fabricantes puedan ser contratados por un tercero para la fabricación de unidades de vacunas.

El trabajo de España, más allá de la producción de la vacuna

El ministro de Sanidad, Salvador Illa, y la presidenta de la Comisión de Sanidad del Congreso, Rosa Romero.

La garantía de fabricación de una futura vacuna contra la Covid-19 es una de las cuatro líneas de actuación del Gobierno en el ámbito de las vacunas. Las otras tres son más conocidas. En primer lugar, un seguimiento exhaustivo de todos los desarrollos que se están llevando a cabo en el mundo por grandes compañías y pequeñas biotecnológicas. Para ello se mantienen contactos frecuentes con las compañías. “El objetivo es colaborar en conseguir una vacuna disponible cuanto antes con todas las garantías necesarias”, ha recordado Illa.

En segundo lugar, desde la Aemps se está haciendo un seguimiento de los proyectos de investigación en desarrollo en España. Se está en contacto con los grupos de investigación para darles apoyo en desarrollo de la vacuna, en la metodología de los ensayos clínicos y para guiarles a través de todo el proceso regulatorio.

Por último, España tiene una participación activa en alianzas que buscan la consecución de una vacuna y su acceso universal. Recientemente participó en la Conferencia de Donantes de la Comisión Europea. Y anteriormente, nuestro país ha contribuido con 125 millones de euros en otros dos fondos internacionales: 75 para CEPI, la Coalición para la Preparación de Epidemias, y otros 50 para GAVI, la Alianza Global para Vacunas e Inmunización.

La vacuna, mejor en el espacio europeo

El ministro ha asegurado en todo caso que el abordaje de la vacuna contra la Covid-19 no debe llevarse a cabo desde una perspectiva nacional. Y aunque ha considerado que la gestión de la crisis a nivel europeo ha puesto de manifiesto que hay “espacios de mejora en materia de coordinación”, España defiende la necesidad de “un marco europeo para la vacuna”.

Esta defensa no se hace extensiva a otros ámbitos de la crisis. Preguntado acerca de por qué España no ha participado en una adquisición de mascarillas que la Comisión Europea repartió el 8 de mayo, el ministro ha reconocido que la UE no ha funcionado correctamente en compra de material.

“Hemos participado en varios mecanismos de compra. El 25 de febrero pedimos 35 millones de mascarillas quirúrgicas, 300.000 mascarillas FFP2 y 300.000 mascarillas FFP3. El 16 de marzo pedimos 4.000 unidades de equipos de ventilación mecánica y posteriormente pedimos 500.000 kits de PCR. Hasta el momento no hemos tenido respuesta en este material”, ha concluido el ministro.

Explorando la futura estrategia de vacunación frente a la Covid-19

La insuficiente capacidad de producción de la vacuna no es la única incógnita que ocupa y preocupa a los gestores sanitarios. A nivel mundial, todos los expertos analizan qué estrategias de vacunación frente a la Covid-19 podrán ser más efectivas. España no es una excepción.

Para estar preparados ante cualquier eventualidad, el Gobierno ha empezado a trabajar  “en diferentes escenarios de vacunación, población de riesgo y horizonte temporal”. El objetivo, según ha confirmado el ministro en el Congreso, será “anticipar el número de personas candidatas a vacunación en cada escenario”.

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