El secretario de Estado de Sanidad, Javier Padilla ha asistido a la COP28, que se celebra en Dubái del 30 de noviembre al 12 de diciembre, en representación del Ministerio de Sanidad para consolidar el compromiso nacional a la hora de abordar los efectos del cambio climático sobre la salud. Así, España ha firmado, junto con 122 países, la Declaración de Clima y Salud para dar una respuesta global a este desafío.
“No hay personas sanas en un planeta enfermo. Partiendo de esa base, reconocemos la urgencia de actuar sobre el cambio climático, como apunta la declaración de esta COP28″, ha asegurado Padilla durante su intervención en la cumbre mundial.
En concreto, los objetivos de la declaración conjunta son: reconocer las políticas de mitigación y adaptación frente al cambio climático como políticas de salud pública; desarrollar herramientas de prevención frente a los efectos sobre la salud derivados de nuevas epidemias y eventos climáticos extremos; y adaptar los servicios de salud a nivel energético, de climatización y de gestión de residuos, avanzando hacia los sistemas sanitarios de cero carbono y bajo residuo.
Por otro lado, durante el encuentro, el secretario de Estado de Sanidad ha anunciado que España acogerá la Alianza Global para el Clima y la Salud. En concreto, tendrá lugar en Madrid en marzo de 2024, con el objetivo de avanzar hacia sistemas de salud resilientes y sostenibles frente al cambio climático.
Salud pública y cambio climático
Para afrontar el cambio climático y sus efectos sobre la salud y los sistemas sanitarios, Padilla ha señalado que es necesario tener en cuenta varios aspectos. “La certeza de que no hay salud humana sin salud planetaria nos ha de llevar a entender que las políticas de transición ecológica que buscan mitigar los efectos futuros del cambio climático y adaptar nuestras sociedades a los efectos presentes han de ser interpretadas como políticas de salud pública fundamentales“.
Por otro lado, dichas políticas de salud pública, en opinión del secretario de Estado de Sanidad, deben incorporar los efectos del cambio climático sobre la salud como un elemento importante en sus estrategias, “desarrollando sistemas de alerta temprana para eventos climáticos extremos o reforzando la vigilancia de nuevas enfermedades derivadas de los cambios en vectores de transmisión de infecciones por los cambios de las condiciones ambientales”.
Finalmente, Padilla ha advertido de que el cambio climático también golpea con fuerza los sistemas sanitarios y plantea retos de adaptación en materia de energía, de climatización, uso de residuos o reducción de su huella ecológica. “Tenemos que avanzar hacia sistemas sanitarios de cero carbono y bajos en residuos“, ha apuntado.
Precisamente, España está “fuertemente comprometida” en este sentido y lo demuestra en el Plan Estratégico de Salud y Medio Ambiente. Un plan que “busca promover entornos saludables para la población, reducir la carga de enfermedades e identificar nuevas amenazas para la salud derivadas de factores ambientales”, tal y como ha resumido Padilla. “Tenemos la obligación y tenemos la urgencia de proteger los bienes públicos globales, como la biodiversidad, el agua, la calidad del aire y, por supuesto, la salud”, ha concluido.