Imanol Pradales ya se ve lehendakari. El Partido Nacionalista Vasco (PNV) fue la primera fuerza política en las elecciones autonómicas del 21 de abril y, salvo sorpresa mayúscula, reeditará su pacto con el PSE-EE para hacerse con el Ejecutivo vasco. El PNV resistió el impulso inédito de EH Bildu, que estuvo a punto de dar el ‘sorpasso’ y finalmente, tras un reñido recuento, empató a 27 escaños con la formación de Pradales en los comicios vascos más igualados de la historia. Los socialistas de Eneko Andueza, que se consolidan como la tercera fuerza en Euskadi, harán valer sus 12 asientos para convertir al sucesor de Iñigo Urkullu, lehendakari durante más de una década, en el encargado del “relanzamiento de Osakidetza” (Servicio Vasco de Salud), la gran prioridad electoral de la candidatura de Pradales.

Los nacionalistas vascos apostaron por una cara poco conocida para revitalizar la formación tras el paso atrás de Urkullu. Doctor en Ciencias Políticas y Sociología y profesor de la Universidad de Deusto, Imanol Pradales (Santurtzi, 1975) entró en la política en 2006 como asesor en la Diputación Foral de Bizkaia, aunque su cargo más reciente, y que mantenía antes de liderar las listas peneuvistas en el 21-A, fue el de diputado foral del Departamento de Infraestructuras y Desarrollo Territorial en Vizcaya.

Si bien su trabajo no ha estado nunca vinculado con el ámbito sanitario, el candidato del PNV afirmó durante la campaña que Osakidetza será su “prioridad absoluta” en caso de convertirse en lehendakari. Tras la jornada de ayer, y después de resistir por la mínima el empuje de EH Bildu, será el impulsor, previsiblemente, del Acuerdo Vasco sobre el sistema de salud que englobe a los distintos actores, también las oficinas de farmacia, de y un Plan de Choque para la mejora de la Atención Primaria y la reducción de las listas de espera quirúrgicas. Precisamente, estas eran dos de las propuestas estrella del Partido Nacionalista Vasco para los próximos años.

En su programa electoral, la candidatura de Pradales incluía medidas a corto, medio y largo plazo para relanzar Osakidetza. En cuanto al mencionado Plan de Choque, la formación vasca prometió que “cualquier persona será atendida por su médico de familia en un plazo máximo de 48 horas”, y avanzó además que las listas de esperas quirúrgicas por se reducirían por debajo de los 2 meses. Por otra parte, Pradales apostó por promover un diálogo y acuerdo básico entre los diferentes actores que conforman el sistema de salud, desde las administraciones públicas hasta las asociaciones profesionales, pasando también por las oficinas de farmacia. Este es una “requisito de partida”, según señalaron, “para generar confianza y abordar con garantías los retos a los que nos enfrentamos”.

En cuanto a innovación y tecnología, desde el PNV defienden que invertir en digitalización ayudará a gestionar mejor las organizaciones basándose en los datos: carpeta de salud, sensórica y conexión con la HC, Apps de terapias digitales, Inteligencia Artificial (IA), entre otras herramientas. En esta línea, prometieron implantar el Big Data y la Computación Cuántica en la sanidad vasca mediante un plan de Salud 4.0. “Implementaremos la tecnología de computación cuántica en nuestro sistema sanitario, lo que contribuirá a mejorar la calidad de atención a las y los pacientes y a la sostenibilidad del gasto sanitario”, recoge el programa.

En otro orden de cosas, la apuesta de la formación nacionalista por la salud mental se apoya en la creación de una unidad de apoyo psicosocial en materia de suicidio, que atienda al entorno de la víctima de un suicidio y le ofrezca un apoyo específico en el duelo de esta enfermedad mental. La intención es que esta atención especializada permita “visibilizar esta enfermedad y garantizar su bienestar integral”, según indicaron. Además, destacan su compromiso por ofrecer herramientas y recursos desde el sistema público de salud, especialmente a las personas jóvenes.

En el largo plazo, Pradales se comprometió a realizar las “reformas necesarias” para emprender proyectos como, entre otros, un plan de inversiones que aborde la renovación de equipamientos, la modernización de las infraestructuras existentes y la inversión en nuevas infraestructuras estratégicas. Para ello, prevé invertir 250 millones de euros en el mantenimiento y adecuación de las infraestructuras y equipamientos actuales, y 1.000 millones de euros en la renovación de equipamientos y construcción de nuevas infraestructuras estratégicas.


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