Los datos reflejan que, a pesar de que hay un ‘modesto progreso’ en la representación de la mujer en puestos de liderazgo en oncología, siguen infrarrepresentadas. Así se extrae de la comparación de dos estudios realizados por el grupo Women for Oncology de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO); en estos, se establece una comparación entre los datos recopilados en el primer estudio (llevado a cabo en 2015 y 2016) y los de la actualización que se acaba de publicar (con datos de entre 2017 y 2019). El objetivo poner en perspectiva la situación de las mujeres en el campo de la oncología.
Estos datos actualizados se han conseguido gracias a la colaboración de Women 4 Oncology con organismos nacionales e internacionales y sociedades científicas. Estas entidades han aportado datos sobre el número de mujeres que son miembros de juntas directivas o presidentas de organizaciones profesionales; también, sobre la proporción de oradoras en congresos en todo el mundo.
Cristiana Sessa, del Instituto de Oncología del Sur de Suiza, Bellinzona, explica que “se trata del primer proyecto de este tipo en recopilar una perspectiva global sobre cómo el acceso de las oncólogas a roles de liderazgo en su campo ha evolucionado en los últimos años; esto nos permite hacer comparaciones tanto a lo largo del tiempo como entre diferentes territorios”.
Congresos y artículos
En los resultados del estudio se observa una ligera tendencia al alza entre las mujeres invitadas a presentarse en congresos de oncología. En estos, la proporción de oradoras aumentó del 32 al 37 por ciento, entre los datos de 2017 y 2019. Asimismo, se observó un crecimiento similar en la representación femenina en consejos de administración de sociedades profesionales; en este caso, el incremento registrado es del 30 al 36 por ciento durante los tres primeros años. En el estudio se pone de manifiesto que a pesar del aumento relativo que se observa, el número de hombres que han pasado a ocupar este tipo de puestos en el periodo analizado, sigue siendo desproporcionado.
Otro de los aspectos que se evalúa es el número de mujeres entre los primeros y últimos autores de artículos publicados en cinco de las revistas de oncología más influyentes. Una de las conclusiones que se desprende de este análisis es que cada año, las mujeres tenían más probabilidad de figurar como primer autor (entre el 37 y 41 por ciento) que como último autor (entre el 24 y el 30 por ciento). Este dato es significativo porque este último puesto es el más alto indicativo de papel de liderazgo en la publicación de estudios.
Datos estancados
Desde la Universidad de Viena, Anna Berghoff, coautora del estudio precisa que “el número de mujeres que lideran la investigación, el debate y la toma de decisiones sobre el cáncer parece haberse estancado”. “Esto es una preocupación porque hoy en día se necesitan más mujeres líderes para ayudar a la próxima generación de mujeres a aspirar y alcanzar los puestos más altos; la existencia de un círculo virtuoso en este sentido también surgió de nuestra investigación, donde la proporción de mujeres en el directorio de una sociedad se asoció positivamente con el número de oradoras en sus congresos”, asevera Berghoff.
Por su parte, Cristiana Sessa añade que “el esfuerzo continuo de ESMO Women for Oncology para revisar los avances en el cierre de la brecha de género en oncología a medida que se desarrollan no solo sirve para mejorar la conciencia de nuestra comunidad médica sobre las áreas donde se necesita un progreso más rápido”. Por ello, planteaba que desde el grupo “también se informará actividades adicionales para fomentar empoderamiento de las mujeres y garantizar la igualdad de acceso a las oportunidades de desarrollo profesional en el futuro”.