La Consejería de Sanidad del Principado de Asturias ha creado la Comisión de Evaluación de Tecnologías Sanitarias, un órgano colegiado que ofrecerá apoyo a la Administración en la toma de decisiones acerca de la introducción, modificación o exclusión de técnicas, tecnologías o procedimientos, tanto en la práctica clínica como en la cartera complementaria de servicios.
Este departamento estará compuesto por un equipo multidisciplinar de expertos en clínica, epidemiología, evaluación económica y de tecnologías, calidad asistencial y bioética y analizará diferentes técnicas y medios para ofrecer recomendaciones en términos de seguridad, efectividad, eficiencia y equidad. Este departamento contará con el respaldo de la Oficina de Evaluación de Tecnologías Sanitarias asturiana.
Concepción Saavedra, directora general de Planificación Sanitaria, ha explicado que el objetivo de la creación de este órgano es garantizar que las tecnologías que se utilizan en los centros sanitarios sean las más adecuadas para cubrir las necesidades de los usuarios. Saavedra considera que este órgano contribuirá a mejorar los mecanismos de control para introducir nuevos medios lo que repercutirá en una mejora de la salud de la población, especificando que “se han dado casos en los que tecnologías de probada eficacia y que en conjunto implican un ahorro de costes han sufrido demoras en su difusión, por lo que es importante establecer un procedimiento que mejore estas situaciones”.
Y es que la implantación de nuevas tecnologías sanitarias tiene unas características muy concretas y requiere de personal altamente cualificado y cuya aplicación condiciona la práctica clínica. El desarrollo de diferentes agencias de evaluación de tecnologías sanitarias ha hecho que mejoren los controles en esta materia; en nuestro país la Red Española de Agencias de Evaluación de Tecnologías Sanitarias y Prestaciones del Sistema Nacional de Salud es la encargada de emprender esta labor. El fin de estos órganos es mejorar la eficiencia del sistema mediante la incorporación y exclusión de prestaciones, la modificación de las condiciones de uso, el incremento de la calidad y la disminución de la variabilidad en la práctica clínica.