La Comisión Especial sobre COVID-19 de la UE ha aprobado el informe final sobre las lecciones de la pandemia y recomendaciones para que Europa esté mejor preparada ante futuras emergencias sanitarias. Se espera que la Eurocámara lo adopte definitivamente en su sesión plenaria de julio.

La presidenta de la Comisión COVID-19, Kathleen Van Brempt (S&D), ha recordado el intenso trabajo del comité que, durante el último año, ha llevado a cabo “una evaluación exhaustiva del curso de la pandemia y su impacto en la UE” dando lugar a un texto con 3.300 enmiendas y 350 transaccionales. “Ahora depende de la Comisión Europea actuar de acuerdo con nuestras recomendaciones y poner sobre la mesa las propuestas necesarias para dar forma a una UE más resistente a las crisis y adecuada para el futuro“, ha apuntado.

De este modo, ha celebrado la aprobación del informe, que “va más allá de las enseñanzas extraídas”. Y es que el texto definitivo no se limita a analizar y proponer soluciones a la crisis sanitaria, si no que incluye un enfoque global de la crisis mundial de múltiples dimensiones, con recomendaciones sanitarias, socio-económicas e institucionales. De este modo, se convierte en una “hoja de ruta clara” hacia una Europa más resiliente frente a las crisis, tal y como ha expuesto Van Brempt.

Por su parte, la ponente del informe, Dolors Montserrat, ha señalado que, tras superar lo peor de la pandemia y lograr vacunas en tiempo récord, “teníamos que analizar lo que se hizo bien, pero también los errores que se cometieron”. “Esto es esencial para preparar a Europa ante cualquier emergencia y evitar una crisis sanitaria, pero también económica y social”, ha asegurado.

El informe COVID-19 se centra en cuatro pilares que abordan cuestiones fundamentales:

  1. La salud.
  2. Un enfoque coordinado que respete la democracia y los derechos fundamentales.
  3. El impacto social y económico.
  4. El papel de la UE en el mundo.

Autonomía estratégica de la UE

Uno de los aspectos más destacados que incluye el informe COVID-19 es la apuesta por la autonomía estratégica europea en el ámbito sanitario. Se trata de una de las conclusiones impulsadas por José Ramón Bauzá, eurodiputado de Ciudadanos y ponente en esta Comisión especial por el grupo Renew.

Así, el documento recomienda avanzar hacia una UE de la Salud que tenga el objetivo de reforzar la resiliencia y la calidad de los sistemas sanitarios de los Estados miembro. Uno de los desafíos que se pretende abordar con esta idea, es el actual desabastecimiento de medicamentos. En este sentido, Bauzá ha instado a “mejorar la resiliencia de las cadenas de suministro de nuestra industria farmacéutica y avanzar en una autonomía estratégica sólida en la UE diversificando la producción y las cadenas de suministro, promoviendo el almacenamiento estratégico y aumentando la inversión en Europa”.

“Entre otras muchas cuestiones, la pandemia de la COVID-19 ha puesto de manifiesto que debemos acabar con la dependencia de la UE con terceros países también en el terreno de la salud“, ha asegurado el eurodiputado. Por ello, considera que se debe “aprovechar el gran talento en investigación y los grandes profesionales que tenemos en España y Europa para aumentar la capacidad de producción de medicamentos y productos sanitarios, luchar contra el desabastecimiento y mejorar las cadenas de fabricación y suministro, apostando también con plantas europeas”.

En este sentido, el informe reconoce la importancia que tuvo la compra conjunta de vacunas para afrontar la pandemia. “En el despliegue y la aplicación de las vacunas de la COVID-19 se ha puesto de manifiesto el papel esencial de la UE en la investigación y el desarrollo de la innovación”, ha apuntado Dolors Montserrat. Por ello, la Comisión quiere aumentar la producción de vacunas en la UE, con una apuesta de inversión en el sector farmacéutico para su desarrollo en Europa y garantizar, así, el acceso. Eso sí, hace hincapié en la necesidad de transparencia en los procesos de adquisición conjunta de vacunas.

“Esto es esencial para reforzar la autonomía estratégica de la UE en materia de salud y ser abiertos frente a las dinámicas de la cadena de suministro mundial”, ha apostillado Montserrat.

Enfoque ‘One Health’

En materia sanitaria, el informe COVID-19 también aboga por una UE de la Salud que incluya el enfoque ‘One Health’, con el fin de buscar una acción integrada ante las amenazas para la salud. Por ello, el texto pide aumentar la inversión en sanidad y en investigación, al mismo tiempo que se apuesta por una industria competitiva y la producción “made in Europe”. También especifica la necesidad de mantener “el sólido sistema de propiedad intelectual de la UE” y un sistema de incentivos eficaz. Unos argumentos que ya se plasmaron en la Estrategia Farmacéutica Europea, también liderada por Dolors Montserrat.

Asimismo, tal y como ha expuesto Montserrat, el informe hace hincapié en la necesidad de priorizar el cuidado de todos los pacientes sin abandonar otras enfermedades, “como ocurrió durante la pandemia, por ejemplo, con el cáncer” y de prestar atención especial a la salud mental, “esa pandemia silenciosa que cada día afecta a más personas”.

También en relación con los pacientes, desde Renew han defendido el reconocimiento de “la responsabilidad y contribución de los ciudadanos contra la pandemia, así como un recuerdo a las víctimas”. Así, a propuesta de José Ramón Bauzá, la Comisión ha aprobado establecer el día europeo de recuerdo a las víctimas de la COVID-19.

Funciones parlamentarias

Por otro lado, el Parlamento Europeo ha pedido que las cámaras nacionales y el control parlamentario sigan funcionando durante las emergencias, tal y como ha quedado plasmado en el informe sobre la pandemia. En este contexto, Montserrat ha hecho hincapié en la importancia de garantizar los derechos civiles de los ciudadanos y la normalidad democrática. Esto incluye garantizar que, en situaciones como esta, los parlamentos nacionales mantengan sus funciones, como el control al Gobierno y la acción legislativa, “al contrario de lo que ocurrió en algunos países, como España”, ha puntualizado la eurodiputada popular.

En esta línea, Montserrat ha insistido en la recomendación de que las escuelas y otros centros educativos permanezcan abiertos, si la situación epidemiológica lo permite en futuras crisis, “respetando siempre la salud y la seguridad de alumnos y profesores, y dando prioridad a la protección de la salud pública”.

Asimismo, el informe aprobado pone el foco también en la importancia de “garantizar la libre circulación de los ciudadanos europeos y evitar criterios distintos entre los países de la UE”. Y es que, a pesar de que la mayoría de los eurodiputados coinciden en que el Certificado Digital COVID fue un éxito en general, una vez se puso en marcha, algunos Estados miembro añadieron por su cuenta medidas divergentes.

“El Certificado Digital COVID ha demostrado su eficacia para limitar los efectos de la pandemia, aunque hay que reconocer que es necesario armonizar su aplicación y evitar limitaciones de los derechos civiles de los ciudadanos”, ha puntualizado Montserrat.

Crisis socioeconómica

En cuanto a la crisis social y económica, el informe aborda cuestiones de diversa índole, como la importancia de “mejorar la digitalización en los servicios públicos como la educación y la sanidad en las áreas rurales” o de “apoyos directos a las pymes que pueden ver afectada su actividad y sus empleos, como la UE ha hecho con los fondos NextGenerationEU“.

En este sentido, la Comisión COVID-19 ha llamado la atención a los Estados miembro por el retraso en la aprobación de los planes de recuperación económica, aprobados tras la pandemia y que “retrasan la puesta en marcha de las inversiones necesarias para avanzar”.

De este modo, los eurodiputados han propuesto una amplia batería de medidas, desde más inversión en formación digital, con especial atención a los mayores y las personas con discapacidad, y apoyo a las mujeres, hasta inversión en el sistema sanitario y mejores condiciones laborales para estos profesionales. 


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