Las nuevas tecnologías y la digitalización han impactado en todos los campos de actividad, entre ellos la Sanidad. Prepararse para este escenario debería ser cuestión estratégica para fabricantes, laboratorios, distribuidores, hospitales y centros de salud. Pero la mayoría de los agentes de la cadena de suministro en España siguen anclados en desafíos tradicionales —desarrollo legislativo, incorporación de la innovación…— y no dan importancia a la venta online o al posible riesgo de entrada de disruptores en el mercado, como Amazon u otros distribuidores digitales. Así lo pone de manifiesto el estudio Visionando la cadena de suministro del sector sanitario 2025. Elaborado mediante 1.684 encuestas a profesionales, sus resultados sugieren, para el profesor del IESE José Luis Nueno, encargado de presentarlos, la necesidad de que el sector reconsidere el orden de su top 10 de prioridades. Porque el futuro ya ha llegado a los mercados.
La entrada de Amazon en la Sanidad es algo de lo que se habla desde hace muchos años, pero con particular intensidad desde agosto de 2017, cuando en Estados Unidos dio comienzo el proceso de adquisición de licencias y fichaje de directivos. ¿Cómo será esa entrada en el sector sanitario español? Según Nueno, aunque llevaría tiempo —tardó 10 años en llegar al segmento de la alimentación—, la entrada en el sector sanitario no diferirá mucho del modelo ya implantado en otras áreas y vinculará el producto farmacéutico y la figura del enfermo crónico con los asistentes virtuales de las grandes plataformas. Alexa, en el caso de Amazon.
“Alexa es la forma en la que muchas personas mayores van a pedir medicamentos en el futuro. Los sistemas de monitorización lanzarán señales que Alexa mandará por teléfono a médicos y enfermeras, que se encargarán de pedir los genéricos a un proveedor: Amazon”. Así vaticina este experto que funcionará lo que él denomina ‘Alexacare’, un modelo que entraría en la cadena en 4 fases (ver gráfico) y que cree que será de “apabullante” simplicidad de uso y tan “extraordinariamente completo” que “nadie podrá resistirse”, ni podrá regularse a la contra. “En una parte importante, los problemas de nuestros sistemas de salud se arreglarán con Amazon”, augura Nueno.
Pero incluso Amazon, un “caballo de Troya” tras el cual esperan hacer su entrada otras plataformas similares, tendría sus límites. Aunque el segmento farmacéutico innovador y de tecnología sanitaria representan un gran grupo de beneficios, los Amazon y similares tienen pocas probabilidades de disrupción frente a la farmacia minorista, cuyo futuro es, comparativamente, de “mayor riesgo”.
Que el sector no percibe hoy como una amenaza real la entrada de estos players se refleja, por ejemplo, en los canales de venta más importantes utilizados por los participantes en la cadena de suministro. En todos los casos, según el estudio, la venta directa a través de una fuerza de ventas propia sigue siendo el canal de venta más importante para todas las empresas, mientras que el e-commerce y la venta a través de Amazon Business es prácticamente inexistente en todas ellas.
Aecoc insiste en que el sector debería revisar sus prioridades y hacer escalar la preparación ante la digitalización en su top-10. Además de la entrada en un futuro próximo de Amazon, este estudio se ha centrado en el desarrollo de la mHealth. Y existen muchos retos más. La inteligencia artificial, la asistencia y la monitorización a distancia, los wearables, la realidad virtual o el 5G, entre otras, han irrumpido ya en el sector y su impacto será esencial en el futuro a medio y largo plazo.