A la imagen y semejanza de otras mesas formadas por sanitarios, la profesión farmacéutica ha dado un paso en la buena dirección. Tal y como tienen los médicos de Atención Primaria, se trata de una mesa que aglutina a profesionales con un carácter integrador y que beneficia al colectivo que representan, además de a los pacientes a los que atienden.
Farmacia y ministerio
La profesión farmacéutica entró en la pandemia realizando sus propios planes por separado. Es cierto que los objetivos que persigue cada organización profesional pueden tener los matices que sus equipos directivos establezcan.
“Pero problemas comunes exigen respuestas comunes”
Pero problemas comunes exigen respuestas comunes. Y la farmacia tiene un importante problema común: el sistemático poco caso del ministerio de sanidad, en contraste con la apreciación de las CC.AA. hacia su labor.
“Nada en la agenda de la farmacia”
La farmacia hospitalaria rural, la comunitaria, la presencia de los colegios, y la distribución farmacéutica gozan de notoriedad a nivel autonómico. Pero asistimos a una falta de consideración por el ministerio de los asuntos farmacéuticos, algo que se lleva arrastrando desde hace años. Una ministra llegó a decir que “no había nada en la agenda [política]” en relación a la farmacia.
Si la razón para la ausencia de asuntos en la agenda es que las competencias están transferidas, también debería estar en esta misma situación la Atención Primaria, y no es el caso.
“Pero que se haya creado la mesa no es garantía de que esto vaya a cambiar de manera inmediata”
Camino por recorrer
Pero que se haya creado la mesa no es garantía de que esto vaya a cambiar de manera inmediata. Resulta muy interesante que la mesa esté compuesta por un amplio abanico de entidades, hasta doce, algunas que ya están jugando un papel relevante en política farmacéutica. Pero la relevancia va y viene, y las organizaciones tienen sus momentos. Nadie tiene más influencia ni sabe más que todos juntos.
Además, una mesa de la profesión de estas características podrá abordar con serenidad aspectos en los que pueda haber discrepancias dentro de la propia mesa, y llegar a acuerdos de mínimos cuando sea posible.
Y en las cuestiones en las que se esté de acuerdo, hablamos de una unión que puede ayudar a construir mejores alternativas y planes que se ajusten a las necesidades de la población, algo que hace la farmacia cada día desde los hospitales y la farmacia comunitaria.