Esta semana, pedimos disculpas por anticipado, toca hablar de nosotros, de Faus Moliner. El viernes pasado celebramos nuestro 25 Aniversario en un acto entrañable en el recinto modernista del antiguo Hospital de Sant Pau de Barcelona. En Catalunya es frecuente hablar de la combinación entre “seny i rauxa”, algo que intentamos plasmar en esta celebración comenzando con un diálogo sobre el futuro del medicamento en Europa en el que contamos con la participación de la Directora de la Aemps, el Presidente de Infarmed y el Director del Servicio jurídico de la EMA. Fue un verdadero lujo conversar con ellos sobre pasado y sobre futuro.
El pasado, en especial la actuación de la European Medicines Agencies Network en los difíciles últimos años, es la mejor garantía, para los ciudadanos europeos, respecto del futuro del medicamento en Europa. Claro que existen retos en diversos ámbitos, pero tenemos la suerte de contar con un entorno institucional muy sólido y con un tejido científico e industrial que, a poco que se le apoye, es capaz de lograr resultados espectaculares en materia de innovación y de acceso sostenible a los medicamentos y productos sanitarios.
La “rauxa” la puso, con mesura, una velada animada por la música del Trío de Ignasi Terraza y la Super Gang Band, en la que pudimos también compartir con los asistentes algunas vivencias del pasado y nuestro convencimiento de que contamos con un gran equipo de cara al futuro. El pasado nos deja el recuerdo de los inicios, de largas tardes y noches pensando, con la ayuda inestimable del buen criterio de nuestras parejas Marina y Blanca, cómo íbamos a innovar en la prestación de servicios legales presentándonos no como un despacho especializado en una materia jurídica (mercantil, administrativo, laboral, etc…) sino como una boutique centrada en un sector industrial como el farmacéutico y de ciencias de la salud. Después de 25 años estamos orgullosos de ver que el modelo que pusimos en marcha ha tenido gran aceptación y que nos ha permitido desarrollarnos como personas y como profesionales, junto a clientes y amigos de los cuales hemos aprendido muchísimo.
Mirando al futuro nos gusta también pensar que quienes formamos parte de este equipo somos, en cierto modo, una especie de medicamento. Se supone que servimos para dar respuesta a un problema, y lo intentamos hacer con calidad, seguridad y eficacia. También intentamos hacerlo con cariño, porque somos muy conscientes de que llamar a un abogado no es lo que uno prefiere hacer. Cualquiera que gestione un medicamento debe ocuparse del ciclo de vida del producto.
Pues bien, después de 25 años, estamos animados para seguir pedaleando; y aunque seguramente nos queda más de “know-how” que de protección de patente; tenemos la suerte de estar rodeados de un gran equipo de gente joven, profesionales de primera que comparten nuestra obsesión por la calidad, la eficiencia y por tratar todos los asuntos con un cariño especial; y que son también garantía de un futuro prometedor. Gracias a todos, y ¡a seguir!