El alto precio de los medicamentos es el argumento que utiliza el Gobierno de España y su ministerio de sanidad para explicar los retrasos que España provoca en la incorporación de la innovación. Tras la aprobación de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) los países comienzan en cadena sus aprobaciones de comercialización, fijando el precio y su reembolso.
España aprueba con un excesivo retraso la mayoría de los medicamentos innovadores. Distintos partidos han promovido proposiciones no de Ley para evitar estos retrasos, e incluso alguna PNL ha sido aprobada con votos de todos los partidos, a excepción del Grupo Socialista.
¿Por qué no considera adecuado el grupo socialista evitar el retraso de la aprobación de los nuevos medicamentos en España? La respuesta es que los partidos de Gobierno no llaman la atención a su propio partido en el ejecutivo desde el Parlamento. La justificación que dicen desde el Grupo Socialista, el alto precio, debería tener en cuenta que España ya aprueba precios por debajo de sus socios europeos.
“Negociaciones largas de precio y reembolso pueden ofrecer la oportunidad al ministerio de rebajar aún más el precio de la innovación”
Negociaciones largas de precio y reembolso pueden ofrecer la oportunidad al ministerio de rebajar aún más el precio de la innovación. La cuestión es si podemos como país pagar el coste de las denegaciones y retrasos en la incorporación de ciertos medicamentos. Pero eso tiene dos importantes inconvenientes que debe sopesar el Gobierno. Estos problemas son la soledad del grupo socialista en el Congreso en estas cuestiones, y por otro lado el salto a los medios generales de la situación precaria de España en la aprobación de nuevos medicamentos.
Soledad en el Congreso
Estos días suena el caso de las enfermas de cáncer metastásico triple negativo. Mujeres jóvenes con una expectativa de vida menor que en otros procesos oncológicos, y que esperan nuevos medicamentos innovadores, alguno ya disponible en Europa. Una PNL en el Congreso promovida por Juntspelsí ha conseguido el apoyo de la mayoría de los partidos de la comisión de Sanidad. La PNL centraba su petición en disponer con mayor celeridad de la innovación y especialmente de la que afecta a las enfermas de cáncer de mama metastásico. El Grupo socialista ha justificado su oposición a dicha PNL y no parece que el ejecutivo vaya a tenerla en cuenta.
En asuntos con apoyo social y del sector sanitario en su conjunto hay que ser sensibles y dar respuesta, y el ejecutivo no parece estar dispuesto a reconocer los retrasos y a ponerles remedio.
Sin embargo, el Grupo Socialista lidera un ejecutivo que dice apostar por el diálogo con la mayoría de los partidos del arco parlamentario. No parece que en este delicado asunto se ponga de acuerdo con otros partidos.
Opinión de la sociedad
El segundo problema de no reconocer la realidad de que España debe resolver sus permanentes retrasos en la aprobación de la innovación es que la sociedad empieza a ser consciente de un problema serio. Y lo hace porque los medios de comunicación generalistas ya están trasladando los retrasos de la innovación en España.
En el sector, las Sociedades Científicas, los grupos de investigación y los expertos se unen a los pacientes en sus reivindicaciones. Resulta relevante la insistencia de estos agentes en solicitar revisiones de medicamentos más transparentes, ágiles y eficaces. Pero dar el salto a los medios generales lo convierte en una preocupación de toda la sociedad, y eso es un nuevo frente que está creciendo. Y no va a detenerse mientras el problema persista.
Un precio adecuado
Si el precio fuera un problema España no compraría nunca nada: ni las vacunas de COVID-19, ni seríamos líderes en trasplantes de órganos en el mundo. Las cosas bien hechas, y sin dejar atrás a nadie, cuestan dinero. Lo importante es establecer un mecanismo que permita a España aprobar sus medicamentos al precio razonable, que debe ser adecuado al valor del medicamento y conforme a la capacidad de España, de su posición en Europa y de su riqueza.
“No es posible seguir manteniendo el problema de la aprobación de medicamentos en los despachos; ahora ya es un asunto de la sanidad y la sociedad”
Alemania y Francia aprueban rápido sus medicamentos y tienen mecanismos para corregir precios. Italia les sigue y suele tener un precio algo inferior. España puede tener un precio similar a Italia, un poco mas bajo. Y esa debe ser la discusión y negociación, un precio adecuado. Pero si España retrasa años la aprobación de nuevos medicamentos, para arañar algo de precio, está dejando de aprovechar el fruto de la investigación y negando la igualdad de los pacientes españoles frente a los europeos de nuestro entorno.
Negociación de precios
La negociación de precios es un asunto que las compañías y el ministerio llevan con discreción obvia. Ninguna compañía habla u opina de negociaciones en concreto. Pero la innovación no es un secreto. La EMA aprueba los medicanebtos y los investigadores y clínicos españoles y las asociaciones de pacientes conocen bien los resultados de los estudios. No es posible seguir manteniendo el problema de la denegación o retraso de la aprobación de medicamentos en los despachos; ahora ya es un asunto de la sanidad en su conjunto y de la sociedad.
Algunas voces ya proponen cambios en el mecanismo de aprobación de medicamentos. Si el Gobierno no se asegura de iniciar estos cambios será obligado a ello en distintos ámbitos, y uno será la demanda social.
En el Congreso, en el camino de perder distintas votaciones y oponerse al resto de partidos en estas cuestiones, el coste y el desgaste son patentes. Los pacientes afectados, sus familias y los que están cerca, perderán la confianza en los dirigentes políticos responsables. La aprobación de medicamentos ha dejado de ser un asunto que se resuelve en los despachos para estar entre las mayores preocupaciones de una parte de la sociedad.