Los medicamentos de diagnóstico hospitalario DH, cuyas características lo permitían, han estado muchos años siendo dispensados por la farmacia comunitaria. A lo largo de los últimos años se han ido alternando entre la farmacia hospitalaria y la comunitaria por diversas circunstancias. La motivación económica del supuesto ahorro para la administración sanitaria se unía a la necesidad de un especial control de la medicación por parte de la farmacia hospitalaria. Las decisiones de la administración sanitaria provocaron una huida masiva de medicamentos DH de la botica a la farmacia de hospital. La carga de trabajo que eso supone, todo hay que decirlo, no fue compensada a la farmacia hospitalaria. Por ello, aparecieron máquinas de vending de medicamentos que el paciente debía recoger en la farmacia de hospital, cuando la carga de trabajo ocasionada no daba otra opción.
Durante años, las principales entidades profesionales, científicas y patronales de la farmacia, han tratado de mostrar que existen más ventajas que inconvenientes en un modelo colaborativo de gestión de la dispensación de medicamentos hospitalarios, ya sean DH o DHDH (diagnóstico hospitalario y dispensación hospitalaria).
Los beneficios se han mostrado con datos concretos. Uno de los pilotos realizados, ahora la forma de trabajar, es el llevado con el soporte de la Conselleria de Salut de la C. valenciana en Castellón. Lo explica con todo detalle Raúl Ferrando Piqueres desde el Hospital General de Castellón.
“el trabajo en equipo de la farmacia hospitalaria y la comunitaria es un activo a desarrollar”
Modelo de Castellón
Para Ferrando, . La dispensación colaborativa de medicamentos hospitalarios es una oportunidad con grandes beneficios. Para el paciente mejora la comunicación de éste con el sistema, es flexible, seguro, tecnológico, equitativo, sostenible y racional. Aporta un dato a meditar de la experiencia de Castellón: el 92% de los pacientes prefiere recoger la medicación en la botica y no en su propio domicilio.
Ferrando habla por experiencia propia y destaca el cambio dramático de contar con la dispesación colaborativa entre el hospital y la farmacia comunitaria como eje de la mejor prestacion farmacéutica.
Madrid avanza
La Ley de Farmacia de Madrid ha sido la primera norma autonómica que se ha planteado aspectos relacionados con el “progreso de la dispensación”. Así llama Pilar Jimeno, Directora general de Inspección y Ordenación sanitaria, a avanzar en modelos que tengan en cuenta las necesidades en las prestaciones a los pacientes. Jimeno está trabajando en el desarrollo normativo de una Ley pionera. Los pacientes de especial vulnerabilidad son también tenidos en cuenta, asi como la necesidad de una continuidad asistencial.
Para Jimeno, hemos aprendido durante la pandemia que hay formas de facilitar la medicación y menciona el piloto en medicación de VIH que facilita la coordinación y la deseada continuidad asistencial.
Las ventajas del modelo colaborativo las explica el gerente del Hospital Clínico Universitario San Carlos de Madrid, César Gómez. Destaca la necesidad de que el actual modelo debe cambiar y que los pacientes ambulatorios tienen una media de 73 años por lo que hay que plantearse si la medicación se debe recoger siempre en el hospital.
Consenso de los agentes
No parece que haya dudas sobre las ventajas de los modelos de gestión colaborativa. Las experiencias y visiones de la cadena de valor, desde la investigación hasta el paciente, lo apoyan. De la cadena de valor del medicamento habla Rubén Orquín, director general de Cofares, que destaca que es preciso estar preparados desde el punto de vista tecnológico, organizativo y de capacidad. Por eso Cofares fue el origen del diseño del proyecto de gestión colaborativa en Castellón, ahora una realidad. Para Cofares es preciso retomar el valor de la farmacia comunitaria en la medicación hospitalaria.
Futuro
José Luis Fernández, de IQVIA, muestra en datos cuestiones muy clarificadoras. Más del 80% de la innovación es medicación hospitalaria en los nuevos lanzamientos en España entre 2021 y 2022. La medicación hospitalaria ha pasado de ser similar en valor a la comunitaria en 2018, a duplicar a ésta, según las predicciones, en 2028. Casi el 20% de las unidades de los hospitales se dispensan de manera ambulatoria, siendo más del 80% la destinada a pacientes con VIH y cáncer.
La dispensación ambulatoria de medicamentos hospitalarios es una prioridad que facilita la vida y ayuda a llevar la enfermedad mejor, si eso es posible. Esta prioridad entra de lleno en la humanización y es algo que no se tuvo en cuenta cuando se decidió, hace muchos años, enviar a los pacientes a recoger su medicación a un hospital. Pero las cosas están cambiando, afortunadamente.