La rápida necesidad de sustituir a un rey fallecido por su sucesor ha hecho famosa la frase “el rey ha muerto. Viva el rey”. El último mensaje del 23 de abril del Director General de la OMS, Tedros Adhanom, pone de manifiesto que nadie debe esperar a retrasar en este año o a comienzos de 2021 los congresos, cursos de formación o actividades científicas con asistencia presencial. La Formación Médica Continuada (FMC) como la conocemos, es muy posible que haya acabado sus días. Sencillamente, han llegado a su fin en los formatos habituales presenciales, a la vista del entorno pandémico en el que estamos inmersos. Si retomará o no será ya cuestión de un futuro aún no dibujado en el horizonte.
En las actividades presenciales de FMC, una importante parte de los costes de un encuentro tienen que ver con el espacio requerido, los gastos de viaje o desplazamiento, el alojamiento, la cartelería y los medios técnicos. Pero no nos olvidemos del valor del conocimiento (un intangible) aportado por los ponentes, el valor de la capacidad de convocar (la asistencia) y la repercusión del curso o congreso, más allá de los propios asistentes.
Las necesidades de espacios en condiciones normales supone otra limitación para eventos presenciales que necesitan infraestructura adecuada a su asistencia y formato. Esto complica la agenda por la búsqueda de fechas y reserva de espacios disponibles.
También hay cursos de formación en nuestro país, en los que participan expertos de otras zonas de España. En ellos se producen desplazamientos, aunque en menor número. Reuniones presenciales a partir de 100 asistentes hasta unos pocos cientos tienen similares requerimientos de espacios y organización. Y la formación de temas científicos concretos se dirige a grupos de especialistas reducidos que pueden no superar el centenar. Ante un abanico tan amplio de posibilidades y necesidades, es necesario replantear la FMC.
Ninguno de estos encuentros, sean poco numerosos o multitudinarios, va a ser ya posible desarrollarlos en mucho tiempo. Y muchos no volverán a su formato habitual. La manera de llevar a cabo la mayor parte de la formación médica continuada de manera presencial no será posible por varias razones. En primer lugar por las medidas impuestas por las autoridades sanitarias y que se confirman como única forma de prevenir los contagios: el distanciamiento social.
En segundo lugar porque esperar a que las autoridades sanitarias actúen es quizás llegar tarde. Un destacado investigador y clínico de Valencia me comentaba hace días que le han invitado a Singapur en octubre a un congreso sobre cáncer de pulmón. “No me voy a meter en un avión varias horas con personas que no saben si tienen un virus“. Y tiene razón. Aunque las autoridades sanitarias permitan volar, no pueden garantizarnos la seguridad total.
La lista de razones que confirman que la formación presencial ha llegado a su fin durante no menos de 2 años, se resume en estos hechos que concreta el director general de la OMS:
- Diferentes regiones y países se encuentran en distintas fases de la pandemia
- En Europa occidental parece estabilizarse o declinar, pero en muchos países se encuentran en estadíos tempranos de sus epidemias
- Algunos en fases ya avanzadas están experimentando un rebrote en su pandemia
- No hay duda: el confinamiento y las medidas de distanciamiento personal han eliminado la transmisión del virus en muchos países
Parafraseando a Adhanom, no nos equivoquemos, se trata de un largo camino en el que el virus estará con nosotros durante mucho tiempo.
Las sociedades científicas, los grupos de expertos, las compañías farmacéuticas, los especialistas e investigadores, las autoridades y gestores sanitarios, y las compañías que organizan estos eventos, todos deben repensar un modelo que permita una virtualidad de la formación con calidad, en tiempo, con medios técnicos y capacidad organizativa.
Las preguntas que hay que formularse ahora en relación a la FMC no son tan nuevas: ¿Qué determina el éxito de un curso de formación o un congreso? ¿Qué papel jugará la difusión de la información entre otros especialistas que no han acudido al encuentro? ¿Cómo aseguraremos de que se dedica tiempo y dedicación durante la formación virtual? ¿Cómo se facilitará la FMC virtual desde el centro de trabajo o desde casa?
Estamos en el mes de la digitalización, y se trata del reto 3 de la campaña #20RETOS20AÑOS de Wecare-u. Pero nunca pensamos que se convertiría en una realidad anticipada por imperativo sanitario.