El Congreso Europeo de Cáncer de Pulmón celebrado en París este 26 de marzo ha traído novedades de Johnson & Johnson en cáncer de pulmón. J&J presentó los resultados de un estudio que cambia el paradigma en el tratamiento del cáncer de pulmón con mutación EGFR. Su nueva combinación de fármacos —Lazcluze® y Rybrevant®— logró aumentar de forma significativa la supervivencia de los pacientes en comparación con el tratamiento estándar actual, Tagrisso®, de AstraZeneca.

Rybrevant® (amivantamab) se aprobó por la EMA en diciembre de 2021 y está actualmente disponible en España. Lazcluce® (Lacertinib) está en proceso de aprobación. Los resultados preliminares ya eran esperanzadores, al situar la supervivencia por encima de un año más, un avance extraordinario frente a una de las enfermedades más devastadoras de nuestra era.

Cáncer de pulmón

El cáncer de pulmón sigue siendo el tumor con mayor mortalidad en Europa y en España. Según datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), en 2024 se diagnosticaron más de 31.000 nuevos casos en nuestro país, y fue el responsable de más de 22.000 muertes. A nivel europeo, el informe Cancer Burden in Europe 2023 de la European Cancer Information System (ECIS) estimó 313.000 fallecimientos por cáncer de pulmón, lo que representa la primera causa de muerte por cáncer, por delante incluso del colorrectal o el de mama. Además, de forma clara y sin conocer exactamente las causas, el cancer de pulmón junto a otros cánceres como el colorrectal o el de mama, está creciendo entre personas más jóvenes, según The Lancet Oncology.

En este contexto, la noticia supone un paso adelante para J&J, que logra, al menos por ahora, tomar ventaja sobre AstraZeneca en la carrera por dominar este segmento terapéutico y ofrecer mejores resultados. No obstante, esto no está cerrado. AstraZeneca está pendiente de publicar este mismo año los datos de su propia combinación de Tagrisso® combinado con quimioterapia estándar. Si sus resultados igualan o superan los de J&J, la posición de liderazgo podría cambiar de nuevo. Así es la investigación clínica: volátil, rigurosa, impredecible y competitiva. Y eso es precisamente lo que garantiza el progreso.

Investigación y evidencia

La intensidad de esta competencia ilustra la importancia de invertir en investigación clínica. Los avances no se producen por azar ni por inercia, sino por la acumulación de esfuerzo, talento y financiación sostenida. Aquí es donde Europa debe dar un paso firme. No basta con observar los avances desde los congresos; es necesario fortalecer la soberanía científica europea. Debemos ser parte activa de la generación de conocimiento que salva vidas.

“España, en este sentido, es un caso de éxito. Nuestro país se ha consolidado como líder europeo en ensayos clínicos del sector farmacéutico”

España, en este sentido, es un caso de éxito. Nuestro país se ha consolidado como líder europeo en ensayos clínicos del sector farmacéutico, situándose entre los tres primeros en número de estudios oncológicos activos en 2024, un 10% más que el año anterior, según la European Clinical Trials Database (EudraCT). Además, para la mayoría de las compañías punteras en investigación, España es el primer país de Europa en ensayos clínicos de nuevos medicamentos innovadores en cáncer.

La combinación de profesionales cualificados, marcos regulatorios ágiles y la participación entusiasta de los pacientes ha convertido a España en un lugar estratégico para compañías como J&J y AstraZeneca. Los tratamientos presentados en París se están investigando aquí, en nuestros hospitales, por nuestros médicos.

La Comisión Europea ha subrayado en su Plan Europeo de Lucha contra el Cáncer la necesidad de reforzar la I+D oncológica y acercar la innovación a los pacientes. España puede y debe ser una pieza clave en esta estrategia. No solo aportamos datos clínicos valiosos, sino que podemos liderar iniciativas que integren investigación, acceso temprano e implementación rápida en el sistema sanitario.

La carrera contra el cáncer de pulmón no ha terminado. Pero si algo nos enseñan estos avances es que solo ganaremos si invertimos a fondo, con visión y con colaboración. Porque detrás de cada mes de supervivencia ganado hay miles de horas de ciencia. Y detrás de cada avance, un sistema dispuesto a apostar por el conocimiento.