No debería sorprendernos que Estados Unidos haya decidido regular el precio de los medicamentos. En realidad, se trata del país del mundo con los precios de los medicamentos más altos. Históricamente, se habla de que el 50% de los costes de la investigación mundial “era soportada por Estados Unidos”, a través del alto precio de los medicamentos.
“Mucho estaban tardando las autoridades sanitarias americanas en entrar en este asunto”
Y eso carecía de sentido. Mucho estaban tardando las autoridades sanitarias americanas en entrar en este asunto. Hay que tener en cuenta que en el mercado americano existe una negociación de precios con los seguros privados, una vez aprobados el precio oficial por las autoridades. Por tanto, ese precio se rebaja en dichas negociaciones.
También conviene recordar que un 50% de la población americana está cubierta de manera pública por los programas federales de cobertura sanitaria de Medicare y Medicaid. En ambos casos el precio al que las compañías ofertaban sus medicamentos eran más baratos que en el sector privado. En el caso de Medicaid (la “beneficiencia pública americana”) son precios considerablemente bajos.
Precios y países: ¿y los rezagados?
La mayoría de los países en el mundo tienen como referencia otros países de su entorno, de cara a establecer el precio de sus medicamentos. En algún caso el país espera a que se establezcan dicho precio por otros países, son asi los “rezagados” en las aprobaciones de precios.
Una cuestión relevante es cómo establecer un precio si Estados Unidos, con una administración más potente y ágil, se convierte en el primero en aprobar un nuevo medicamento, y con ello el precio .
Y la solución que propone el Partido Demócrata viene del sentido común: el precio se corregirá con posterioridad. De esta forma, la compañía deberá ajustar el precio o, de lo contrario, devolver el sobreprecio si en estos países de referencia el precio fuera la mitad inferior. Si el precio del medicamento aprobado primero en Estados Unidos duplica el índice de precios establecido, la compañía deberá devolver al Tesoro el exceso. Si no, sencillamente se ajustará al nuevo precio corregido.
“Francia ya utiliza un sistema corrector, dando agilidad a la aprobación, pero si el precio inicial supera el umbral que se determine, tras un año de la aprobación del nuevo medicamento, el precio se ajusta con posterioridad“
Francia ya utiliza un sistema corrector similar, dando agilidad a la aprobación, pero si el precio inicial supera el umbral que se determine, tras un año de la aprobación del nuevo medicamento, el precio se ajusta con posterioridad. También influye la eficacia en la vida real a través de la confirmación de los resultados de los estudios clínicos. La innovación también se reconoce en forma de un mejor precio.
Índice de Precios Internacional (IPI)
Un total de 6 países serán la referencia de Estados Unidos para establecer el (IPI) en el precio de sus medicamentos: Australia, Canadá, Francia, Alemania, Japón y Reino Unido. La mitad de ellos tienen precios medios (Francia, Canadá y Australia) y precios algo mayores para el caso de Alemania y Japón. Reino Unido tiene un precio de lista alto y la financiación pública los recorta de manera importante. Su contribución al IPI hará que sea aún más bajo.
“las autoridades americanas admitirán que el precio ponderado (IPI) no podrá exceder un 20% mayor del índice establecido”
Sus economías son distintas, sin duda, así como el tamaño de sus mercados, donde Canadá y Australia no son relevantes en términos cuantitativos. Con todo, las autoridades americanas admitirán que el precio ponderado (IPI) no podrá exceder un 20% mayor del índice establecido por las autoridades americanas.
Hay que tener presente que en Estados Unidos, cuando llega un genérico o un biosimilar, las ventas del medicamento original caen en pocos meses de manera drástica. Sí, gozan en Estados Unidos de los precios más altos, pero también del mayor mercado de genéricos y biosimilares del mundo.
Ya no vale eso de “que inventen ellos” que dijo en un mal día Miguel de Unamuno. Porque “ellos” ya se han cansado de pagar la investigación en el mundo. Al menos, el Partido Demócrata que cuenta con mayoría en la Cámara de Representantes, así lo entiende.