España ha dado un paso adelante en el reciclaje y tratamiento de residuos en el ámbito hospitalario, pero llega detrás de otros países que ya han abrazado este cambio de paradigma. La entrada en vigor del Real Decreto 1055/2022, que traspone las directivas europeas, establece metas claras para garantizar una gestión sostenible de los envases y residuos en los hospitales. Este cambio supone un gran desafío para un sector que, por su naturaleza, maneja grandes volúmenes de residuos y opera bajo estrictas normativas de seguridad y calidad.
Los retos son evidentes. Los hospitales son organizaciones complejas, donde cada unidad genera distintos tipos de residuos, desde envases farmacéuticos y clínicos hasta materiales de un solo uso. Implementar sistemas de recogida selectiva efectivos requerirá coordinación entre departamentos, inversión en infraestructura y, sobre todo, un cambio cultural que fomente la sostenibilidad entre los profesionales sanitarios.
“La asesoría a los hospitales y el esfuerzo de SIGRE serán esenciales para establecer las bases de un sistema eficiente que permita a los hospitales cumplir con las nuevas exigencias legales”
SIGRE como impulsor del cambio
SIGRE, con más de dos décadas de experiencia en el reciclaje y tratamiento de residuos farmacéuticos, desempeñará un papel crucial en este proceso. Su red de 22.000 Puntos SIGRE en farmacias ya ha demostrado ser una herramienta eficaz para educar a la ciudadanía y garantizar el correcto reciclaje de los medicamentos domésticos. Sin embargo, trasladar este modelo al ámbito hospitalario representa un reto mayor.
La asesoría a los hospitales y el esfuerzo de SIGRE serán esenciales para establecer las bases de un sistema eficiente que permita a los hospitales cumplir con las nuevas exigencias legales. El aprendizaje acumulado en la gestión de residuos farmacéuticos podría servir como ejemplo, pero adaptar estos procesos a la escala y complejidad hospitalaria requerirá innovación y flexibilidad.
Gerencia y farmacia hospitalaria
En este escenario, la farmacia hospitalaria será una pieza fundamental. Además de gestionar el aprovisionamiento y distribución de medicamentos, los farmacéuticos hospitalarios tendrán que liderar la segregación de residuos, implementar sistemas de ecodiseño en los envases y garantizar que los materiales reciclables se clasifiquen y eliminen correctamente.
Su capacidad para colaborar con otros departamentos será vital para que estos cambios se integren de manera eficaz en las rutinas hospitalarias. Por su parte, los gerentes de hospitalarios y las autoridades sanitarias autonómicas tendrán la responsabilidad de facilitar esta transición. Esto incluye garantizar la inversión en infraestructura adecuada, proporcionar formación específica a los equipos y supervisar el cumplimiento de las normativas. Sin su liderazgo y apoyo, será difícil superar las barreras que plantea este cambio.
Un volumen significativo de residuos
El volumen de residuos a tratar en el ámbito hospitalario es considerable. Según datos recientes, un hospital de tamaño medio genera entre 250 y 500 toneladas de residuos al año, de las cuales un porcentaje significativo corresponde a envases y materiales susceptibles de ser reciclados. La correcta gestión de estos residuos no solo contribuirá a la sostenibilidad, sino que también reducirá el impacto ambiental de los hospitales, alineándose con los objetivos globales de desarrollo sostenible.
Reino Unido y otros países avanzados
En el ámbito internacional, países como el Reino Unido han avanzado significativamente en la gestión sostenible de residuos hospitalarios. El NHS (National Health System) cuenta con un Director de Sostenibilidad, una figura clave que lidera iniciativas como el programa “Greener NHS“, destinado a convertir al sistema de salud británico en el primero con emisiones netas cero. Este alto cargo, que reporta directamente a la dirección del NHS, coordina acciones de reciclaje, fomenta el ecodiseño y asegura el cumplimiento de metas ambiciosas en reducción de residuos y sostenibilidad.
En otros países europeos, como Alemania y Suecia, la sostenibilidad hospitalaria también es prioritaria, con sistemas de gestión altamente desarrollados que promueven el reciclaje y la economía circular. España, aunque llega más tarde, tiene la oportunidad de aprender de estas experiencias y aplicar soluciones adaptadas a su contexto.
Compromiso con la sostenibilidad hospitalaria
Aunque el reto es considerable, España debe abordar este cambio con decisión. La sostenibilidad en los hospitales no es solo una obligación legal, sino un compromiso ético con el medio ambiente y las generaciones futuras. El cumplimiento de estas regulaciones requerirá liderazgo, coordinación entre actores clave y un enfoque decidido por parte de las autoridades sanitarias, los gestores hospitalarios y los profesionales de la salud.
En un sector altamente regulado y con una repercusión directa en la salud pública, no hay margen para la improvisación. Los hospitales españoles deben posicionarse a la altura de las circunstancias, demostrando que, aunque hayan llegado más tarde, pueden liderar con determinación el cambio hacia una gestión de residuos más sostenible. Este compromiso no solo beneficiará al medio ambiente, sino que también contribuirá a construir un sistema sanitario más eficiente, moderno y responsable.