Es necesario un plan para la obesidad

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Obesidad, medicamentos, GLP-1

La acumulación de tejido adiposo enfermo ocasiona en las personas un empeoramiento de la calidad de vida. En muchos casos, también ocasiona otras enfermedades. Se han identificado hasta 230 complicaciones relacionadas con la obesidad.

Problemas cardiovasculares, diabetes o cáncer están entre las patologías que más afectan a las personas obesas o con sobrepeso. Desde la Sociedad de Estudio de la Obesidad (SEEDO) en su alianza con el resto de organizaciones europeas, tratan de que la obesidad tenga su plan europeo y nacional. Un plan europeo podría servir de paraguas para los planes o estrategias nacionales.

Apoyo europeo

Tanto el Parlamento Europeo (PE) como la propia Comisión Europea están muy concienciadas con la obesidad. De hecho el Grupo de Interés de Obesidad y Resiliencia de los sistemas sanitarios opera en el seno del PE. Presidido por la eurodiputada Sara Cerdas, el GI trabaja estrechamente con las sociedades científicas europeas para abordar una enfermedad que la OMS aún no ha reconocido y que afecta al 59,3 por ciento de la población europea.

Desde la Comisión Europea y el propio Parlamento Europeo no tienen dudas y se muestran a favor de su reconocimiento. Ahora falta que la OMS la incluya como enfermedad de manera oficial, y que eso permita un mejor abordaje de este importante problema de salud. Para ello, la obesidad debería incorporarse a la Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y Problemas de Salud Conexos (CIE-11).

Abordar la obesidad

Porque abordar la obesidad y el sobrepeso trasciende lo sanitario y se adentra en los social, la educación, la alimentación y hasta en la política. Ese enfoque lo puede proporcionar una Estrategia Nacional, que contaría con un amplio apoyo de las principales sociedades científicas. SEOM (oncología), SEEN (endocrinología), SEC (cardiología), SEMI (medicina interna) y muchas más no dudarían en que la obesidad recibiera la atención necesaria para una correcta prevención y asistencia sanitaria de sus pacientes.

Un plan nacional y europeo

Por eso, un plan de ámbito nacional debería poder hacer frente a las distintas perspectivas de una enfermedad no reconocida oficialmente que afecta en pre obesidad al 44% de los hombres y al 31% de las mujeres en España. Y el impacto en el gasto sanitario alcanza el 9,7% del total.

A nivel europeo, el esfuerzo y el apoyo es muy relevante. Un apoyo coordinado en el seno del Grupo de Interés de Obesidad en el que tratan de destacar la presión asistencial que ejerce esta enfermedad sobre todo el sistema sanitario, y que impide o dificulta la resiliencia ante situaciones de estrés o tensión asistencial.

Le reciente renovación de la Junta de la SEEDO, con Maria Malagón al frente, se ha propuesto conseguir que alcance su reconocimiento. Lleva lustros siendo una realidad que la obesidad es una enfermedad y es preciso reconocerla.

En esa tarea será relevante contar con el apoyo de muchos grupos de interés, y el formado por los europarlamentarios, junto al apoyo de la Comisión Europea, es un excelente argumento para que la organización Mundial de la Salud de el paso. Y esta pandemia nos ha recordado lo frágiles que son los pacientes con obesidad, uno de los factores de riesgo más relevantes frente a la hospitalización o muerte por COVID-19.