La cadena del medicamento española está (desafortunadamente) acostumbrada al “porque sí”. “Son lentejas” que se diría en una jerga más popular. Muchas de las cerca de una veintena de medidas de afectación directa económica sobre el sector tomadas por la Administración en este siglo XXI han tenido esa explicación velada. ¿Qué argumento (válido) hubo para que las aportaciones económicas directas y a priori temporales que deben realizar desde 2000 las boticas al SNS se acabaran convirtiendo en permanentes? ¿O para otras deducciones en escala sobre el precio de los fármacos sucedidas desde entonces? También “lentejas”.

El enésimo capítulo tuvo lugar hace dos años, cuando, obligados por la Directiva Europea Antifalsificación, toda la cadena tuvo que desarrollar e implantar —y sufragar económicamente— un sistema de verificación de medicamentos de extremo a extremo de la cadena: desde el fabricante al dispensador, pasando por el distribuidor.

¿El objetivo de esta obligación? Evitar la entrada de medicamentos falsificados en el canal farmacia. En el caso de España, se podría concretar: evitar la entrada de falsificaciones en un canal ya protegido contra ellas y donde la historia —al menos la más reciente— confirma que nunca se han dado estas situaciones. Pero la obligación era la misma, y sin excepción, para todos los Estados miembro. Incluso, con sanciones para quienes no lo tuvieran implantado antes del 9 de febrero de 2019.


El sector cumplió en tiempo y forma. El enésimo esfuerzo exitoso que no impide recordar que para este viaje España no necesitaba esas alforjas. Los datos dos años después hablan de más de 1.300 millones de verificaciones. Y, ¿sorpresa?, ni rastro de medicamentos falsificados.

Para mas inri, el sector asiste atónito a cómo, dos años después, no hay ni rastro de la también obligatoria verificación en hospitales públicos. Una responsabilidad de la Administración. Ahora bien, la potestad para aplicar sanciones en cada Estado corresponde a sus Gobiernos. ¿Se va a sancionar el Gobierno a sí mismo por no cumplir los plazos? Más “lentejas”.