El diagnóstico de situación se define como una técnica cuyo objeto es el desarrollo de la capacidad de valorar las alternativas presentadas en una situación problemática a partir de una coyuntura de diálogo organizado. Bajo esta premisa de reconocimiento, análisis y evaluación se articulan una serie de necesidades a resolver en el acceso a los medicamentos innovadores en España; y es precisamente en el concepto de armonización donde se habría de ahondar en un momento en el que soplan vientos de cambio.
La oportunidad es propicia para abordar y empujar en la mejora de una debilidad estructural del Sistema Nacional de Salud (SNS), como son los tiempos de acción en la llegada de fármacos disruptivos a territorio nacional. De hecho, está siendo al calor de este clima donde ya nacen propuestas que reconocen (e identifican) dónde sería necesario prestar atención.
El amplio espectro de actores que componen el sector está, más que nunca, alineado y dispuesto a remar en una misma dirección para prosperar a este respecto. Un todos a una del que participa industria, sociedades científicas y las propias comunidades autónomas como voces autorizadas. Con este ánimo de actualización por un bien común surge el, de momento, único posicionamiento de un Gobierno regional. Sin embargo, se antoja probable que otros autonomías se pronuncien y se unan.
El sector está, más que nunca, alineado y dispuesto a remar en una misma dirección
En este sentido, y si bien la carta que la Comunidad de Madrid ha hecho llegar a Carolina Darias con medidas concretas es precursora per se, lo es también su voluntad de alcanzar dimensión de discusión Interterritorial. No en vano, el fin último no es otro que el de atajar una situación que afecta a todos de igual forma para no dejar a la cola de la innovación a los pacientes españoles.
En detalle aparecen así propuestas que atañen a la composición de la CIPM, pero también a la operativa de las reuniones y la transparencia del proceso. La necesidad de establecer ítems a cumplir para aceptar la financiación de nuevos fármacos; reflejar en una memoria indicadores de proceso, resultado y de impacto económico anual esperado y real en el SNS de las decisiones que se toman en la citada Comisión; o la modificación de su reglamento para incorporar cambios son ya ideas sobre la mesa.