Tanto la industria farmacéutica como la Farmacia son dos sectores que han demostrado tener un enorme potencial en la lucha contra el cáncer. Un potencial que no se debería desperdiciar por el bien de los pacientes.
Por un lado, el compromiso de las compañías con el cáncer queda de sobra patente con toda la inversión en investigación que están realizando para lograr tratamientos efectivos y eficaces dirigidos a mejorar la calidad de vida de los pacientes, controlar o incluso acabar con la enfermedad. De hecho, casi un tercio de los medicamentos autorizados por la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) y por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) el pasado año 2023 pertenecieron al área de Oncología. En concreto, la EMA recomendó la comercialización de 25 fármacos oncológicos, mientras que en el caso de la FDA fueron 55 tratamientos para cáncer.
Por otro lado, cabe destacar la parte asistencial que caracteriza a la farmacia comunitaria. En este sentido, los farmacéuticos son los profesionales que están ‘a pie de calle’, fácilmente accesibles para toda la población, y el papel que juegan en el diagnóstico del cáncer puede ser clave. Además de promover hábitos de vida saludables, también contribuyen a través de los programas de cribados en los que participan en colaboración con las comunidades.
Solo a través de la colaboración se podrá lograr el ambicioso objetivo de vencer a la enfermedad
Y es que la colaboración y unidad de todos los agentes implicados es el ‘quid’ de la cuestión. Porque solo a través de la vía de la cooperación se podrá lograr el ambicioso objetivo de vencer al cáncer. Un objetivo europeo incluido en el Plan de Lucha contra el Cáncer de la UE. Un marco de acción bajo el que se han desarrollado diversas acciones para mejorar la prevención, detección, tratamiento y calidad de vida de los pacientes oncológicos. En este sentido, en el último evento de alto nivel de la UE centrado en cáncer se destacó la importancia de trabajar en red (un fin que se pretende conseguir con los denominados Cancer Comprehensive Centers).
Y para que todo ello pueda llegar a buen puerto, será crucial contar con las administraciones y los decisores políticos. Sin ellos, no se podrán resolver los retos pendientes, como las inequidades entre países o regiones y los inaceptables tiempos de espera en la disponibilidad de medicamentos que pueden marcar la diferencia para los pacientes.
