No hace falta recordar —si bien nunca olvidar— las múltiples acciones y esfuerzos con los que la red nacional de 22.137 farmacias ha arrimado el hombro desde que irrumpió la COVID-19. Lo han hecho asistencialmente, con el mantenimiento de un servicio de valor incalculable para la sociedad, pero también económicamente, ya que ninguna de las medidas de afectación económica directa que soportan estos establecimientos desde hace décadas ha quedado en stand by por la pandemia.

Es cierto que, a diferencia de otros establecimientos y sectores, las oficinas de farmacia han podido mantener su actividad al continuar abiertas aun en los meses de más estricto confinamiento y cierre de establecimientos —al considerarse “esenciales”—, pero es evidente que el flujo de usuarios no ha sido el mismo que en una situación sin pandemia y/o medidas de movilidad restrictivas.

En Madrid y Valencia se han puesto en marcha ayudas para las boticas con las que mitigar posibles pérdidas y reconocer el esfuerzo, asistencial y económico, realizado en la pandemia

Al igual que las farmacias han arrimado el hombro, toca que la sociedad también arrime el hombro a las farmacias. En concreto, las Administraciones, como representantes de ella. En los últimos días se han conocido diversas medidas al respecto de instituciones públicas que no por ocasionales en el cómputo general deben dejar de valorarse. Por ejemplo, el Gobierno de Comunidad de Madrid ha incluido a las boticas dentro de los sectores que pueden acceder a ayudas económicas —por importes entre 3.000 y hasta los 200.000 euros— que hayan visto mermados en 2020 sus ingresos por los efectos de la pandemia. “Es una clara voluntad política de apoyo al sector”, refrenda el presidente del colegio farmacéutico, Luis González.

Asimismo, en Valencia, la Diputación provincial, en colaboración con el colegio, ha puesto en marcha un proyecto de subvenciones a las farmacias rurales por valor de 60.000 euros para ayudar a la sostenibilidad y viabilidad de este fundamental servicio en el ámbito rural. No es una medida que por sí sola que pueda solventar la problemática de la farmacia rural, pero sí una muestra de sensibilidad.


TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR…