Una buena decisión debe desplegarse en toda su dimensión y potencialidad. La capacidad de realizar en cualquier farmacia u auto test diagnóstico de COVID-19 supone un acierto por parte del ministerio de sanidad y su titular, Carolina Darias. La ministra ha afirmado que ha tomado la decisión de facilitar los test autodiagnósticos sin receta médica (y de venta en farmacia) “cuando la tecnología se ha desarrollado”.
Pero en realidad se podría haber tomado la decisión con cierta anticipación, porque era seguro que iba estar disponible. A la espera de un nuevo Real Decreto que lo regule, cualquier ciudadano podrá realizarse un auto test con sólo aproximarse a una botica y adquirir un test, ero todavía pasarán algunas semanas más.
El ministerio incorpora a la farmacia
Poco a poco, la evidencia va ofreciendo un mayor papel a la farmacia, algo que ya contemplan las CC.AA. pero que el ministerio sigue valorando con demasiado tiempo de análisis. La dispensación sin receta de test autodiagnósticos de COVID-19 en la farmacia sumará en esta pandemia.
Pero es preciso aprovechar el potencial de esta medida con la trazabilidad y registro de resultados, lo que dará una información de alto valor por regiones. No faltan entidades ni expertos que se muestren a favor, incluyendo toda la profesión farmacéutica (SEFAC, CGCOF y Colegios). Desde hace meses, el Colegio de Farmacéuticos de Madrid ya insistió en avanzar en los test en farmacias, en todas sus versiones y posibilidades. En su reclamación destacaba que dichos test ya estaban disponibles en internet sin ningún control sanitario.
La notificación de casos positivos a través de los auto test diagnósticos de COVID-19 proporciona un control adicional complementario para el adecuado seguimiento de la pandemia por distritos postales. Esto resulta muy relevante en una fase de descenso del número de infecciones. Es necesario pensar que estaremos meses, e incluso años, con una vigilancia activa de los casos de COVID-19, infección de declaración obligatoria.
La farmacia sigue siendo un establecimiento clave en el control y seguimiento de una pandemia que se encuentra en ligero descenso o estabilización de la incidencia acumulada, pero que no acabará en mucho tiempo.
Dudas iniciales, análisis eternos
No es productivo iniciar un debate estéril sobre las medidas que se pudieron tomar en el pasado y no se tomaron. Ni sobre si es legal o no vacunar en las boticas. Recordemos la reaccion airada de los líderes enfermeros en relación a la supuesta ilegalidad de la vacunación en farmacias.
Una infección bajo control
A la vista de donde se está vacunando en España: polideportivos, carpas y parking habilitados, resultó ser un debate absurdo. En otros países se han incorporado otros establecimiento además de la botica: bares, supermercados o autobuses itinerantes en Estados Unidos, Francia o Israel.
El pasado está lleno de dudas sobre acciones que se proponían que han sido superadas por la realidad, al ponerse en marcha. Cada vez más la razón está de parte de los que afirmaban que la botica era un lugar idóneo para acciones de diagnóstico frente a la pandemia. Sin necesidad de recurrir a incidencias acumuladas elevadas en los distritos postales, se necesita en cualquier momento tener acceso a un diagnóstico fiable, sencillo y rápido hasta que la COVID-19 deje de ser una pandemia y sea una infección más en cada país, controlada como otras.