Cada año, los organismos internacionales de adquisición compran miles de millones de dólares en medicamentos y productos sanitarios para distribuirlos en países de bajos ingresos. La precalificación es un servicio que ofrece la Organización Mundial de la Salud (OMS) y que evalúa la calidad, seguridad y eficacia de los productos que se utilizan para hacer frente a las prioridades mundiales de salud pública. Si cumplen las normas internacionales, se incluyen en el sitio web de la OMS en calidad de aptos para la adquisición. Desde finales de 2018, los organismos de compra tienen a su disposición por primera vez un biosimilar: trastuzumab, para el cáncer de mama.
El hecho de que la OMS haya precalificado trastuzumab es, según su director general, Tedros Adhanom, “una buena noticia para las mujeres de todo el mundo”. Especialmente es así en los países pobres, donde las disparidades de género, sumadas a los altos costes de los tratamientos, suponen una barrera fundamental en términos de acceso a los medicamentos.
Reducción de precio
Muchos de estos países utilizan las listas de la OMS de productos precalificados para elegir los medicamentos, vacunas y tecnologías que adquieren en el plano nacional. Si lo adquirieran directamente de las empresas originarias, el coste del tratamiento con trastuzumab podría ascender, según la Organización Mundial de la Salud, hasta un promedio de 20.000 dólares al año. La versión biosimilar es un 65 por ciento más barata, precio que bajará aún más gracias a la lista de la OMS, que está en proceso de precalificar más productos.
En 2015, la OMS ya incluyó a trastuzumab en su lista de medicamentos esenciales en calidad de tratamiento esencial para cerca del 20 por ciento de tipos de cáncer de mama.