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El acceso a los medicamentos innovadores se ha convertido en una de las principales preocupaciones de los sistema sanitarios. la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO, por sus siglas en inglés) ha puesto en marcha dos grupos de trabajo orientados a este fin. El primero de ellos se encuentra orientado a valorar la magnitud del beneficio. “Hemos creado una escala en la cual medimos los fármacos aprobados por la agencia regulatoria según su eficacia y seguridad”, explica Josep Tabernero, presidente de ESMO y jefe de Servicio de Oncología del Hospital Universitario Vall d’ Hebron.
El objetivo de este grupo es “ayudar a los pagadores o a las agencias de salud de cada país para decidir cómo priorizan el acceso a la innovación y qué acuerdos pueden llegar con la industria farmacéutica. Es una herramienta muy útil, porque el hecho de que un fármaco esté aprobado por la EMA o por la FDA no quiere decir que todos tengan la misma efectividad ni la misma contribución al impacto a la supervivencia de los pacientes”.
Enfoque económico
El segundo grupo, denominado Cancer Medicines, tiene un enfoque más económico. Sus esfuerzos se centran en el reembolso. “Estamos trabajando con todos los stakeholders en un modelo en el que, sin cambiar el precio, cada país reembolsaría un medicamento determinado en función del valor que produzca para una patología determinada y de la situación económica del país”, añadió.
Tabernero admite la dificultad para implantar este modelo, aunque existe un importante interés en la Organización Mundial de la salud, la Agencia Europea del Medicamento y la Comisión Europea, instituciones con las que ESMO guarda una estrecha relación.
Al mismo tiempo la sociedad científica europea trabaja para facilitar el acceso a fármacos esenciales en la lucha contra el cáncer que han perdido la patente y que no se encuentran en el mercado fácilmente. Hace ya unos meses que ESMO publicó un informe con la Intelligence Unit de The Economist, documento que “los parlamentarios europeos han incluido en su agenda”, destaca Tabernero, quien insiste en que ambos grupos están interrelacionados.
En el caso de España, el presidente de ESMO argumenta que “el Ministerio de Sanidad suele aprobar los medicamentos de forma relativamente rápida. Pero el reembolso corresponde a las comunidades autónomas. Y aquí en algunos casos sí que se produce un enlentecimiento en comparación con otros países. Pero tampoco somos los peores. Alemania e Italia son más rápido. Este último el reembolso lo gestiona a nivel nacional y consigue acuerdos muy satisfactorios.
Estos trabajos de ESMO se hallan en un contexto marcado por la inmunoterapia, un diagnóstico más personalizado y la medicina de precisión.
Josep Tabernero:
“Hemos creado una escala para ayudar a las agencias a priorizar la innovación”