Por segunda vez en esta legislatura, el Ministerio de Sanidad ondeaba las banderas autonómicas en el Paseo del Prado, un indicativo de que los responsables regionales tenían una cita con la ministra y su equipo.
En total, 16 consejeros sanitarios —Montserrat asumió las funciones del responsable catalán— se dieron cita en un encuentro en el que contra todo pronóstico imperó, eso sí, después de la tormenta, el consenso.
A su llegada, los líderes sanitarios avanzaron su malestar con la convocatoria ante la inexistencia de un encuentro monográfico sobre financiación. Entre los consejeros socialistas, el fantasma del Real Decreto 16/2012 también retumbaba en sus discursos.
A pesar de estos ‘reproches’ iniciales, uno de los platos fuertes del esperado encuentro era la aprobación del reglamento de funcionamiento interno.
Tras cinco comisiones delegadas sin llegar al acuerdo, este Cisns tampoco despejó la cuestión y avivó un tanto las controversias. Como adelantó Dolors Montserrat habrá que esperar hasta enero —cuando tendrá lugar el próximo Interterritorial— para resolver este asunto. Sin embargo, las comunidades tienen claro en qué cederán y en qué cuestiones no lo harán. El problema de fondo es decidir qué tipo de ley debe regular el Cisns.
Como adelantó el responsable vasco, Jon Darpón, rechazarán cualquier modificación del reglamento interno del Cisns que conlleve una invasión de competencias. “No vamos a ceder competencias a un Ministerio en el que los ministros duran 23 meses en el cargo”. En esta línea se pronunciaron los responsables de Andalucía, Baleares y Castilla-La Mancha.
Para Fernando Domínguez, consejero de Navarra, tiene que ser la comisión delegada la que decida si los acuerdos son o no vinculantes.
Uno de los momentos de más tensión durante la jornada fue cuando las comunidades advirtieron de que ya se estaba aplicando el nuevo reglamento “sin ni siquiera estar debatido”, denunció Jesús Fernández, consejero castellanomanchego. Lo que enfadó a las autonomías fue que los puntos del orden del día estuvieran clasificados previamente. Sin embargo, en lo que respecta al resto de asuntos parece que todo salió ‘sobre ruedas’.
Es cierto que a pesar de los enfados preliminares las comunidades autónomas eran conscientes de la envergadura de algunos de los asuntos que se iban a tratar. El déficit de médicos era el principal bastión a debatir.
El acuerdo se alcanzó, y por unanimidad. Las autonomías empezarán a trabajar en un grupo para analizar las necesidades de las plantillas a corto plazo. De hecho, será en enero cuando presenten un documento con soluciones. Por lo pronto, algunas de ellas empezarán a rodar próximamente. Como destacó Montserrat, “pese a no existir un déficit real de profesionales, sí hay una desigualdad en la distribución en algunas especialidades como pediatría y medicina de familia, y poca disponibilidad para ejercer en zonas más rurales y alejadas”.
Desde el Ministerio se ha propuesto incentivar a los MIR para que cuando acaben su residencia puedan trabajar en estas zonas más complicadas. Un estímulo que se podrá llevar a cabo a través del Real Decreto que regula la relación laboral de los residentes.
De hecho, “para la convocatoria MIR de septiembre podríamos tener esta normativa, y que fuera la primera con esta nueva iniciativa que ayudaría a mantener estas especialidades en estas zonas”, apuntó la ministra. Asimismo, las comunidades han pedido agilizar los trámites en la acreditación de unidades docentes. No descartan tampoco, aumentar la edad de jubilación de los profesionales.
Paralelamente, Montserrat adelantó que se ha puesto en marcha el Registro Estatal de Profesionales, que probablemente estará funcionado en el primer semestre del 2018. El próximo día 15 de noviembre es la fecha fijada para que los servicios de salud aporten los datos de sus profesionales. En esta línea, la ministra recordó la OPE “histórica” anunciada por Hacienda, en la que para Sanidad va a suponer un total de 129.700 plazas permitiendo reducir la temporalidad al ocho por ciento hasta 2019 y alcanzar una tasa de reposición del 100 por cien.
Otra de las sorpresas que dejó el encuentro fue el anuncio por parte de la ministra del anteproyecto de Ley del Baremo de daños derivados de la actividad sanitaria, que “trabaja a muy buen ritmo y que potenciará la seguridad de los pacientes, la de los profesionales y la de las Administraciones sanitarias”. Eso sí, los responsables sanitarios no creen que esté listo antes de 2019.
Prescripción y vacunación
Por otra parte, en cuanto a la prescripción enfermera, la ministra presentó el documento acordado entre las profesiones. Algo que fue acogido de buen grado por las autonomías, aunque, eso sí, “un poco tarde”, alegaron muchas de ellas. De hecho, fue la consejera de Baleares, Patricia Gómez, la más crítica con este acuerdo, al asegurar que no está de acuerdo, y solicitar su modificación de la Ley del Medicamento para que “los enfermeros, en el ámbito de sus competencias, puedan ser prescriptores “como el resto de profesionales”.
De momento, las comunidades han ido avanzando en vacunas, Sanidad también acordó que la de la gripe se pueda administrar sin necesidad de prescripción previa del médico. Además, Montserrat hizo un llamamiento sobre la importancia de la vacunación entre los profesionales sanitarios, una de las líneas, que según avanzó, tratarán de impulsar desde el ministerio.
Sanidad incentivará a los MIR cuando acaben su residencia para asegurar plazas en zonas rurales
El nuevo reglamento se pospone al próximo encuentro en enero al no alcanzar, de nuevo, el consenso