La resistencia bacteriana a los antimicrobianos (RAM) ha sido calificada por la Organización Mundial de la Salud como uno de los principales riesgos para la humanidad. En Europa se estima que cada año se producen más de 25.000 muertes provocadas por bacterias multirresistentes a los fármacos.
Estas bacterias elevan hasta en dos y tres veces la amenaza de supervivencia del paciente en comparación con esa misma bacteria no multirresistente. Este ha sido uno de los asuntos que se está abordando en la Reunión Anual de la Asociación de Microbiología y Salud (Amys).
Las implicaciones de la medicina de precisión, la genómica, en el diagnóstico de las resistencias bacterianas ha sido uno de los focos del debate. Se están dando grandes pasos pero todavía queda mucho recorrido.
La principal amenaza de la multirresistencia es la limitación de recursos terapéuticos para combatir determinadas infecciones, lo que podría suponer la falta de tratamientos efectivos frente a estas infecciones.
Como ha explicado German Bou, jefe del Servicio de Microbiología del Complejo Hospitalario Universirario de A Coruña, el fenómeno de las multirresistencias restringe las opciones terapéuticas. Es por ello, que uno de los reclamos por parte de los diferentes expertos ha sido una respuesta coordinada del SNS para hacer frente a este reto.