Una investigación apunta a los subtipos industriales como una más que posible solución para reducir la huella de carbono. Los minerales que contienen los residuos relacionados con la extracción minera de diamantes, níquel e ilmenita, así como a la explotación de canteras de dunita y mármol, provocan reacciones que convierten el CO2, el gas de efecto invernadero que más impacto tiene en el calentamiento global, en una solución de bicarbonato segura y estable o en minerales carbonatados.

Los investigadores Liam Bullock y José Luis Fernández-Turiel, de Geociencias Barcelona (GEO3BCN-CSIC), y David Benavente, de la Universitat d’Alacant (UA), analizaron 21 subproductos industriales procedentes de 12 explotaciones mineras e industrias en 15 lugares de todo el mundo, entre los que se encuentran España, Australia, Canadá y Estados Unidos. Con el fin de evaluar su potencial para reaccionar con el CO2 cuando se exponen al agua, los materiales probaron experimentalmente durante más de cien horas en los laboratorios geoquímicos de GEO3BCN-CSIC.

“Estos materiales suelen contener grandes cantidades de minerales portadores de calcio y magnesio, adecuados para que las reacciones conviertan el CO2 en una solución de bicarbonato segura y estable o en minerales carbonatados”, explica Liam Bullock. De acuerdo con el investigador, las tasas de reacción son comparables a las que se utilizan en otras estrategias similares, como la meteorización incentivada del basalto.

Experimentos a mayor escala

El trabajo, publicado en la revista ‘International Journal of Greenhouse Gas Control’, también apunta que la utilización de estos subproductos podría generar ventajas adicionales. “Las investigaciones experimentales centradas en el potencial geoquímico de eliminación de CO2 de subproductos mineros e industrias relacionadas, junto con evaluaciones exhaustivas de tecnología, economía y ciclo de vida, podrían generar posibles beneficios ambientales y económicos en el futuro”, destaca Bullock.

Los resultados del estudio sientan las bases para investigaciones futuras más específicas y a mayor escala. En concreto, Bullock destaca la necesidad de crear una base de datos integral de materiales con potencial para eliminar dióxido de carbono. “Experimentos a mayor escala, que incluyan ensayos piloto in situ, ayudarán a determinar si es factible aumentar la capacidad de materiales reactivos para lograr la eliminación de millones de toneladas de CO2 o incluso capacidades aún mayores”, concluye el investigador de GEO3BCN-CSIC.


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