La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) ha puesto en marcha una nueva web, NotificaCS, dirigida a la notificación de efectos no deseados relacionados con productos cosméticos. Dichas notificaciones podrán hacerlas no solo profesionales sanitarios, sino también la ciudadanía, los profesionales que utilizan o aplican en su trabajo productos cosméticos, los responsables de estos productos y sus distribuidores.

NotificaCS presenta diferentes tipos de formularios electrónicos, dependiendo del perfil del notificador: ciudadanía y usuarios profesionales; profesionales de la medicina y la odontología; profesionales de la farmacia, la enfermería y otros; personas responsables de productos cosméticos, y, por último, distribuidores. De este modo, se facilita una vía directa de comunicación con el Sistema Español de Cosmetovigilancia (SECV), adaptada a cada perfil, y mediante la cual se podrán notificar de forma rápida y sencilla.

La importancia de la cosmetovigilancia

La notificación de efectos no deseados es, señala la Aemps, el primero paso fundamental para el funcionamiento de la cosmetovigilancia.

“El objetivo de la cosmetovigilancia es recopilar, registrar, evaluar y hacer un seguimiento de todos los efectos no deseados, con el fin de conocer su naturaleza y frecuencia, pudiendo así tomar las medidas necesarias para prevenir su aparición, reducir su incidencia y proteger la salud pública”, apunta la agencia. Por ello, la colaboración de todos los agentes del SECV es esencial para tener un mayor conocimiento de los productos cosméticos y para velar por su seguridad.

En el caso que de que el efecto adverso sea notificado por la ciudadanía y personas usuarias profesionales, cada caso será evaluado de manera independiente por la Unidad de Cosmetovigilancia de la Aemps, que recabará la información necesaria, tanto de los productos implicados como de sus efectos. Por ello, es recomendable debe incluir en el formulario la máxima información posible. Tras la evaluación del caso, las personas interesadas recibirán una conclusión sobre el mismo.

Por su parte, en Europa, los responsables y distribuidores tienen obligación de notificar los efectos graves no deseados atribuibles a la utilización normal o razonablemente previsible de un producto cosmético. Para los responsables, el portal ofrece una herramienta de gestión de los efectos no deseados, que les permitirá enviar notificaciones al SECV, recibir información de la Aemps sobre notificaciones de efectos no deseados y comunicarse directamente con la Unidad de Cosmetoviglancia.

En cuanto a los profesionales sanitarios, en España se encuentran obligados a notificar los casos graves. “Por su cualificación, formación, experiencia y cercanía con las personas consumidoras, los profesionales de la farmacia, medicina, enfermería, odontología, etc. juegan un papel de suma importancia en la notificación de los efectos no deseados con productos cosméticos”, apunta la Aemps.


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