Hace más de 4.000 años, nació en la India un sistema completo de medicina tradicional que, en su esencia, se mantiene hasta día de hoy. El ayurveda, o “ciencia de la vida”, combina el empleo de plantas, una nutrición apropiada, una purificación y una forma de vida positiva para, según cuenta la tradición, para restablecer el equilibrio dentro del cuerpo. Naturalmente, este tipo de medicina holística ha evolucionado y se ha adaptado al mundo occidental con toda una línea de productos basados en esos principios, pero, sobre todo, en sus combinaciones de hierbas y dietas.

Uno de los tesoros de la medicina ayurveda es la ashwagandha, un pequeño arbusto de hoja perenne que crece en India, Oriente Medio y partes de África. La ashwagandha se asocia con una amplia gama de beneficios para la salud y, aunque sus efectos no se han estudiado a fondo, los estudios que se han realizado sugieren beneficios a la hora de reducir el estrés, la ansiedad y la fatiga, así como para mejorar la calidad del sueño en personas con insomnio, debido a sus posibles propiedades adaptógenas. Conocida también como “cereza de invierno” por su fruto rojo brillante, se le atribuye también el potencial de mejorar la función cerebral y ayudar a aliviar la ansiedad en personas con trastorno bipolar.

Estos beneficios adaptógenos de la planta la convierte en una solución para ayudar a mantener el equilibrio en situaciones de estrés y tensión, omnipresentes en la rutina diaria. Esta situación puede afectar a la salud mental, pudiendo tener también consecuencias físicas en forma de fatiga, irritabilidad y problemas de sueño. En España, siete de cada diez trabajadores experimentan emociones relacionadas con estrés laboral al menos una vez a la semana, según la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN). Los suplementos de ashwagandha contienen extractos elaborados con las raíces de la planta o con las raíces y las hojas.

Pero también la cúrcuma se utiliza en la medicina tradicional asiática para tratar un amplio abanico de afecciones. La especia contiene una sustancia llamada curcumina, que se obtiene del tallo subterráneo de la ‘Curcuma longa’, una planta de la India Oriental. Este tesoro culinario se asocia con propiedades antiinflamatorias, antioxidantes e, incluso, beneficios para la salud digestiva. Aunque no se pueden sacar conclusiones definitivas ni debe considerarse un ‘superalimento’, sí tiene potencial para reducir la inflamación.

Gama de productos

Compañías de fitoterapia como Arkopharma, que comercializa productos formulados con principios activos de origen natural, han querido aprovechar las propiedades de estos ingredientes milenarios en formato de ‘gummy’ monoplanta, es decir, en forma de caramelos o gominolas. Las Arkogummies de ashwagandha, por una parte, son un complemento eficaz a la hora de reducir la sensación de ansiedad o angustia, gracias a su capacidad de reducir los niveles de Cortisol y sus propiedades ansiolíticas.

Mientras que las Arkogummies de cúrcuma tratan de ser un aliado fácil de incorporar en la búsqueda del bienestar articular. Estas ‘gummies’ monoplanta concentran las propiedades antiinflamatorias de la cúrcuma para buscar el alivio de las articulaciones y los músculos. De hecho, el dolor en las articulaciones afecta a un alto porcentaje de la población. En el último año, un estudio elaborado por Vanir revela que casi el 70 por ciento de los españoles de 35 a 65 años ha experimentado dolor en las articulaciones.


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