Hace unos meses, en verano de 2018 y con el cargo prácticamente recién estrenado, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, hablaba a rasgos generales de algunas de las líneas que habían perfilado desde su Ministerio de cara a la confección de los Presupuestos Generales del Estado de 2019. Una de las medidas más mediáticas, fue la intención de la ministra de rebajar el IVA a los productos de higiene femenina del 10 al 4 por ciento, equiparándolo así al impuesto que se aplica a otros productos de necesidad básica.
Esta medida se planteaba además como respuesta a una demanda social, y la propia Montero explicaba que la medida formaba parte de su intención de crear unos presupuestos “más sociales” y con perspectiva de género.
Y así quedaba reflejada esta intención en el borrador de los presupuestos presentado hace escasas semanas en el Congreso de los Diputados para su votación. Esta reducción impositiva en los productos de higiene femenina –tales como compresas, tampones o protegeslips— ya se ha realizado con anterioridad en otros países, y en el caso de los presupuestos de 2019, el Ministerio de Hacienda había estimado que se dejarían de ingresar 18 millones de euros; esta cuantía pretendía ser compensada en otras partidas, como mediante la reducción de la bonificación del impuesto especial sobre el gasóleo. De hecho, las cuentas se habían configurado de tal forma que, según aseguraban desde el Ministerio del Interior, se produciría un aumento de la recaudación tributaria del 9,5 con la nueva distribución, con el fin de poder afrontar los gastos derivados de las nuevas políticas sociales.
Pero de momento, el fin de la tasa rosa tendrá que esperar. Los presupuestos fueron rechazados en la Cámara Baja y, por tanto, las medidas en ellos incluidas no saldrán a la luz. Con la campaña electoral, veremos qué partidos incluyen en sus programas esta rebaja impositiva.
Pasado y futuro
Cabe recordar que la propuesta de reducción del impuesto aplicado a los productos de higiene femenina ya se debatió en una Comisión de Igualdad celebrada a finales de 2016, contando con el respaldo de todos los partidos políticos excepto el Partido Popular -formación que gobernaba en ese momento-, alegando que a pesar de estar de acuerdo con la medida, no concordaba con las peticiones económicas de Bruselas.
En cuanto al futuro de esta medida, dependerá de los resultados electorales y de si deciden incluir esta rebaja impositiva en los próximos Presupuestos Generales del Estado.