La inteligencia artificial (IA) ha llegado para revolucionar la sociedad en todos sus ámbitos. En el caso de la salud, el potencial es enorme. Y es que su desarrollo permitirá ampliar y mejorar el autocuidado de las personas con enfermedades crónicas, la investigación traslacional o la gestión eficiente de los sistemas sanitarios y la economía de la salud.

Esta transformación también ha llegado al sector farmacéutico y se ha adentrado en los procesos internos de las compañías que desarrollan productos de autocuidado. Un ejemplo de ello se encuentra en Bayer. En declaraciones a EG, Gabriel Fernández García, responsable de digitalización en Berlimed –centro de Bayer en Alcalá de Henares–, expone que el desarrollo tecnológico en la compañía “aplica de forma fundamental en todos los procesos de desarrollo de productos y se refleja en el modelo productivo”.

En este sentido, Fernández asegura que “la IA es siempre un gran aliado que complementa y ayuda a los equipos en el desarrollo”. “Si nos enfocamos en el mercado del autocuidado, y en nuestro caso que producimos desde aquí para un mercado global, nos ayuda en términos de competitividad siendo más ágiles en los procesos, reduciendo costes y tiempos en la solución de incidencias e incluso ampliar nuestra capacidad productiva”, apunta.

La oportunidad dentro del desafío

El responsable de digitalización en Berlimed asegura que el desarrollo tecnológico ofrece a la compañía una “oportunidad para ganar en eficiencia” en los procesos, a la vez que le permite enfocar el desarrollo para la transformación estratégica hacia un modelo “más sostenible para todos”. “En términos de tareas concretas, las aplicaciones actuales nos permiten evitar realizar tareas repetitivas, ahorrar de tiempo y facilitar la formación y el trabajo de los empleados”, agrega.

Sin embargo, Fernández indica que la tecnología avanza a un ritmo más rápido del que la sociedad está preparada para manejar. Y ese es, en su opinión, el mayor reto: “aceptar que la tecnología es eficiente y nos ayuda a complementar el trabajo y ayudar a los equipos en el desempeño del día a día”.

“Además, en una industria como la farmacéutica, tenemos el reto de asegurar el cumplimiento regulatorio y en ello es fundamental el avance para determinar las posibilidades implantación de estas nuevas tecnologías y la repercusión de la IA en procesos GxP“, concluye.

Tecnología en los procesos productivos

La planta de Berlimed se centra en la fabricación de cápsulas de gelatina blanda y medios de contraste para el mercado global. “En los últimos años hemos tenido un importante plan de ampliación e inversiones en la planta que nos posiciona en este mercado y amplía nuestras capacidades productivas, y en todo ello, el desarrollo tecnológico y de las herramientas adecuadas ha sido clave en este posicionamiento, desarrollando nuestras capacidades operativas apoyadas en la inteligencia artificial para ser más ágiles, eficientes y mejorar también la trazabilidad a lo largo de todo el proceso”, relata Fernández.

En este contexto, menciona que las aplicaciones de IA basadas en machine learning les permiten utilizar los datos generados para “prevenir incidencias y optimizar procesos”. “A través de la interpretación de datos de diferentes sensores que analiza parámetros como vibración, temperatura o presión se pueden dar avisos del estado de las máquinas y cuando estas pueden necesitar un mantenimiento”, señala.

“También usamos sistemas de visión artificial que aprenden a analizar las imágenes capturadas, identificando caracteres y códigos, mejorando la trazabilidad de los productos y la eficiencia del proceso”, agrega. Y, finalmente, Fernández cuenta que Bayer se apoya además en un chatbot, “al estilo chatGPT, customizado para Berlimed, que contiene información específica de la compañía como manuales, procedimientos estándares o mejores prácticas y que pone a disposición de todos los trabajadores el conocimiento actualizado al último minuto y de una manera más fácil de manejar”.