Echar la vista atrás no suele resultar complicado. Somos capaces de mirar al pasado y acordarnos de muchas de las experiencias que hemos tenido y de lo que hemos aprendido. Sin embargo, acerca del futuro, es difícil saber lo que nos va a deparar, pero lo que sí podemos hacer es estar bien preparados y comprometidos para seguir investigando, ofreciendo respuestas y nuevas soluciones a necesidades médicas no cubiertas.
En 1968, cuando MSD se estableció en España, difícilmente se podrían imaginar todos los cambios que vendrían o los retos a los que habría que enfrentarse. Solo hay que mirar dónde estamos ahora, 50 años después. No ha sido un camino fácil, pero sí ilusionante.
Ahora – como entonces- nuestra Compañía sigue centrada en la investigación de novedosos medicamentos y vacunas que contribuyan a cambiar el curso de las principales enfermedades. Por ello, todos los que trabajamos en MSD nos esforzamos cada día para que los avances de la innovación en el campo de la ciencia biomédica lleguen realmente a quien lo necesite, contribuyendo así a mejorar nuestro bienestar.
En este sentido, cabe resaltar que si hay algo que se ha mantenido inalterable durante todo este tiempo ha sido nuestra visión y, también, nuestros valores: en MSD, jamás hemos dejado de descubrir, investigar, desarrollar y proporcionar medicamentos, vacunas, terapias biológicas y productos veterinarios innovadores con el propósito de ayudar a mejorar y prolongar la vida de las personas en todo el mundo.
En MSD queremos ir más allá, queremos demostrar día a día que, para nosotros, la innovación, la investigación, la salud, el bienestar y, por supuesto, las personas forman parte de nuestro ADN desde la fundación de la Compañía a nivel mundial en 1891, hace ya más de 127 años.
Ahora quiero centrarme en el presente y destacar porqué 2018 es un año cargado de significado. Porque ha sido un año lleno de éxitos y de buenas noticias, de hitos, de excelencia, de compromiso, innovación e invención. De entre los éxitos cosechados recientemente, me gustaría mencionar nuestra participación en una alianza sin precedentes para luchar contra el ébola, una colaboración a través de la cual continuamos trabajando para descubrir vacunas contra enfermedades infecciosas emergentes.
Asimismo, nuestra Compañía está comprometida con la lucha contra las resistencias antimicrobianas y somos una de las pocas compañías que siguen trabajando en esta área, donde llevamos investigando y aportando soluciones desde hacen más de 70 años.
Igualmente, continuamos con el programa MSD para las Madres a través del que, en colaboración con ONG e instituciones dedicadas a la salud, intentamos reducir las muertes relacionadas con el embarazo y el parto.
Y no puedo obviar el Programa de Donación de MECTIZAN®, con el que cuatro países (Colombia, Ecuador, México y Guatemala) y nueve regiones de África ya han sido declaradas libres de la oncocercosis por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Nuestra Compañía dona ivermectina a quienes lo necesitan, durante el tiempo que sea necesario, hasta eliminar la enfermedad, considerada un problema de salud pública. Se trata del programa más longevo que existe de estas características.
Quienes trabajamos en MSD consideramos que estos logros son motivo de orgullo. Tenemos unos valores muy sólidos y en los que creemos ciegamente. Entre ellos está nuestro sentido de la responsabilidad social corporativa y en esta área nuestros esfuerzos se ciñen a cuatro áreas fundamentales: acceso a la salud, sostenibilidad medioambiental, ética y transparencia y compromiso con los empleados.
Porque es por y para las personas por lo que todos nuestros esfuerzos tienen sentido, porque en MSD nos preocupan las personas por encima de cualquier cosa; por eso inventamos para la vida y para que todos podamos vivir mejor y por más tiempo.
Actualmente, nuestra subsidiaria participa en aproximadamente el 80% de los estudios de investigación de la Compañía a nivel global, situándonos en el segundo lugar en los proyectos de investigación clínica que desarrolla MSD, solo detrás de los que se realizan desde la central en Estados Unidos.
Hoy en día, en un mundo global, no se puede entender la innovación sin la colaboración entre instituciones, compañías, administración… En este contexto, quisiera remarcar que todo lo anteriormente citado no hubiese sido posible sin los grandes profesionales de la salud e investigadores de nuestro sistema sanitario, a través de la colaboración como palanca activadora que hace posible el avance médico-científico, y, por supuesto, sin todas y cada una de las personas que conformamos MSD en España que seguiremos inventando para la vida en España al menos otros 50 años más.
“Nos esforzamos para que los avances de la innovación en el campo de la ciencia biomédica lleguen realmente a quien lo necesite, contribuyendo a mejorar nuestro bienestar”