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Vivimos en un mundo en progresivo avance del conocimiento. El siglo XXI está siendo testigo de importantes avances en la medicina. Desde la genómica hasta la telemedicina y la inteligencia artificial, hemos visto cómo la tecnología transforma la forma en que diagnosticamos y tratamos enfermedades. Además, las características de los pacientes han cambiado. Son personas con múltiples enfermedades crónicas, longevos, con estilos de vida poco saludables, más exigentes, informados y que reclaman un enfoque individualizado en su atención.

La Medicina Interna es una de las especialidades médicas más versátiles. Se centra en la prevención, diagnóstico y tratamiento de enfermedades en adultos. En el momento actual donde la salud se enfrenta a desafíos cada vez mayores, entender el papel de la Medicina Interna se vuelve crucial.

Mª Montserrat Chimeno Viñas, presidenta de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI).

Nuestra especialidad ha experimentado una transformación significativa a lo largo de los años, adaptándose a los avances científicos y tecnológicos, cambios demográficos y a las necesidades cambiantes de la población sin perder los valores humanos tradicionales que nos han caracterizado siempre.

Desde hace décadas nuestras decisiones clínicas se fundamentan en la mejor evidencia científica disponible. Hemos asumido múltiples retos: la pandemia por COVID-19, la atención a la cronicidad, la longevidad y la complejidad y estamos preparados para atender las agudizaciones y las posibles enfermedades emergentes que está ocasionando el cambio climático. Nuestro fin siempre ha sido y será proporcionar una “asistencia integral a la persona enferma”. Para lograrlo sabemos que es crucial la prevención y la promoción de la salud, el trabajo en equipos multidisciplinares, la continuidad asistencial… sin olvidar nuestro compromiso con la sostenibilidad de nuestro planeta y, por supuesto, de nuestro sistema sanitario.

Evidentemente, para lograr nuestro fin es fundamental reforzar la relación con nuestros pacientes y, sobre todo, empoderarlos para que sean capaces de tomar un papel activo en su enfermedad. Una relación fluida permite, no sólo, una mejor adherencia terapéutica, facilita la toma de decisiones compartidas, detección temprana de nuevos problemas médicos… sino que también ayuda al internista a entender mejor el contexto personal, social y emocional del paciente, tan importante en la evolución de su/s patologías. Asimismo, fomenta una mayor lealtad hacia el sistema sanitario y tiene, claramente, un impacto significativo en la calidad de la atención y los resultados de salud.

Mª Montserrat Chimeno Viñas, presidenta de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI)

Sabemos que el paciente debe ser atendido en el mejor lugar según sus circunstancias y acompañarle hasta el final de su vida proporcionando la mejor asistencia en cada momento. Para ello hemos adoptado estructuras organizativas que nos permiten ofrecerles no solo la hospitalización convencional y las consultas externas sino que, actualmente, prestamos atención en hospitales de día, asistencia compartida con otros servicios médicos y quirúrgicos, consultas y unidades monográficas, diversos dispositivos de atención al paciente crónico complejo y a aquellos subsidiarios de cuidados paliativos, hospitalización a domicilio. Esa es nuestra idea del hospital del futuro, ese hospital fluido, sin paredes arquitectónicas claras y, que, obviamente, aporta valor y calidad de vida a los pacientes.

Formamos a nuestros residentes para asumir todos los retos posibles e intentamos proporcionarles el mejor conocimiento disponible y las habilidades técnicas necesarias para su actividad profesional. Consideramos fundamental, también, que los internistas participen activamente en la enseñanza universitaria para asegurar que los futuros médicos estén bien preparados. Esto implica la incorporación de internistas en la docencia de pregrado. Asimismo, nuestra implicación con la investigación y nuestro apoyo a la misma es evidente: generar evidencia científica es responsabilidad de todos.

Por nuestra plasticidad y visión holística creemos, sinceramente, que podemos aportar valor, también, en las decisiones de política sanitaria y en la medicina del presente y del futuro.

*Mª Montserrat Chimeno Viñas es presidenta de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI).