El año que se consolidó la nueva normalidad, por Jordi Casas

Por Jordi Casas, presidente del Col·legi de Farmacèutics de Barcelona (COFB) y del Consell de Col·legis Farmacèutics de Catalunya (CCFC)

236

El sector farmacéutico encara el 2023 en un contexto sanitario y social que ya no puede considerarse excepcional. La pandemia de la COVID-19 ha conllevado cambios en el ejercicio de la profesión que, tras tres años, forman parte de una nueva realidad en la cual los farmacéuticos, desde los diferentes ámbitos de ejercicio, y en concreto, desde el Col·legi de Farmacèutics de Barcelona (COFB), estamos retomando, continuando y emprendiendo nuevos proyectos adaptados al escenario pospandemia.

Uno de los cambios más importantes que hemos presenciado afecta al despliegue de las actuaciones de la atención farmacéutica comunitaria en el sistema de salud. Actualmente, la incidencia de enfermedades infecciosas, como la COVID, las gripes o las Infecciones Relacionadas con la Asistencia Sanitaria (IRAS), se mantiene durante todo el año: siguen habiendo picos de mayor o menor incidencia, pero ya no son puntuales. Esta circunstancia realza el papel de los farmacéuticos y farmacéuticas como piezas clave para contribuir a reducir la tensión asistencial. De hecho, según una encuesta realizada por el CatSalut, el aspecto mejor valorado por la ciudadanía durante la pandemia fue la colaboración y comunicación entre las farmacias y la Atención Primaria en la realización de los test de detección de la COVID-19. Durante el 2022, las farmacias catalanas supervisaron 655.574 test de antígenos y, entre el mes de enero y febrero, notificaron 350.326 casos positivos de COVID de test realizados en el domicilio. Estas actuaciones supusieron más de un millón de visitas evitadas a los Centros de Atención Primaria (CAP).

“el 2023 debe ser el año que nos permita seguir avanzando hacia una meta clara: la consolidación de la función de salud pública y social de los profesionales farmacéuticos”

Precisamente, en esta nueva realidad hemos conseguido una mayor integración en el sistema sanitario como un punto de atención comunitario más. Así lo demuestran nuevos proyectos que estamos implementando, como el Programa de Detección Precoz de Cáncer de Cuello Uterino, que empezó como un piloto y se está extendiendo por diferentes municipios de la provincia de Barcelona gracias a su éxito; el estudio Derma-Risc, que tiene como objetivo la integración del farmacéutico comunitario en el circuito de detección del cáncer cutáneo; la Tarjeta Cuidadora, una iniciativa del Ajuntament de Barcelona donde los farmacéuticos también participan para ayudar a personas cuidadoras; o el Programa de Educación Sanitaria en el Buen Uso de Medicamentos (PESBUM), que recientemente se ha ampliado a centros educativos.

Estos últimos tres años hemos avanzado también en proyectos relacionados con la digitalización. En 2022 impulsamos, gracias a un convenio entre el Consell de Col·legis Farmacèutics de Catalunya y el Departament de Salut, una iniciativa para gestionar de forma electrónica el libro recetario, el libro de contabilidad de estupefacientes y los vales de estupefacientes, eliminando así el papel de los trámites burocráticos de prestación farmacéutica. En septiembre se puso en marcha “La meva cartera”, un monedero digital impulsado por la Generalitat que se estrenó con la tarjeta sanitaria individual (TSI) en las farmacias catalanas. Y con el objetivo de facilitar la relación digital entre usuario y farmacéutico, hemos potenciado Farmaserveis, la plataforma de registro asistencial de la red de farmacias de Cataluña, que próximamente también contará con una app para el paciente.

“El 2023 nos plantea dos grandes retos para el sector: mejorar la comunicación entre la farmacia y Atención Primaria y adaptar a la nueva realidad social el modelo de prestación farmacéutica que defendemos”

En el contexto mencionado, el 2023 nos plantea dos grandes retos para el sector. En primer lugar, mejorar la comunicación entre la farmacia y Atención Primaria, estableciendo sistemas de interconexión de bases de datos que faciliten la comunicación entre ambos colectivos. Y en segundo lugar, adaptar a la nueva realidad social el modelo de prestación farmacéutica que defendemos. Este modelo debe contemplar la atención farmacéutica domiciliaria para cubrir las necesidades de los pacientes que no pueden desplazarse a la farmacia; potenciar el seguimiento farmacoterapéutico; y facilitar herramientas a las farmacias para hacer frente a los crecientes problemas de suministro de medicamentos. Sin duda, serán retos sobre los que se debatirá en Infarma Barcelona 2023, que tendrá lugar los días 14, 15 y 16 de marzo en el recinto ferial Gran Via de Fira de Barcelona bajo el lema “La respuesta a los desafíos de la salud”.

Si bien el 2022 ha sido el año en el que se ha consolidado la nueva normalidad y nos hemos adaptado a ella, el 2023 debe ser el año que nos permita seguir avanzando hacia una meta clara: la consolidación de la función de salud pública y social de los profesionales farmacéuticos. Es también el año en el que el COFB cumple 125 años, por lo que celebraremos este hito de la mejor manera que sabemos hacer: trabajando diariamente por la promoción de la salud y la prevención de la enfermedad con un firme compromiso con la salud de las personas.