Acabamos de cerrar un año 2022 complejo, en el que debemos señalar especialmente el efecto producido por la guerra de Ucrania. A nivel económico, ha estado caracterizado por un fuerte incremento de la inflación, motivada por la subida de los precios energéticos, de los costes laborales, transportes, de los productos y servicios, etc.
En España, este nuevo año 2023 va a estar marcado por las elecciones municipales, autonómicas (en un buen número de CC. AA.) y generales, lo que nos llevará a un entorno de propuestas y equilibrios necesarios para la formación de gobiernos en las diferentes estructuras de nuestro país. Pero los datos económicos van a seguir moviéndose en un entorno complicado.
Nuestro sector farmacéutico siempre suele ser más estable y acíclico. 2022 ha sido un año en el que, tras la pandemia de covid-19, se han recuperado los mercados, siendo especialmente significativo el efecto de la patología de invierno. Esto ha producido un importante incremento de la demanda que ha generado ciertas dificultades en el continuado suministro de medicamentos, a pesar de la fuerte estructura de producción de medicamentos con la que contamos en nuestro país (más de 170 plantas productivas).
Esto nos lleva a realizar una serie de reflexiones para minimizar los problemas globales de las cadenas de suministro, y establecer una serie de medidas que nos permitan mejorar y asegurar una adecuada atención a las necesidades terapéuticas de nuestros pacientes.
“2022 ha sido un año en el que, tras la pandemia de covid-19, se han recuperado los mercados, siendo especialmente significativo el efecto de la patología de invierno”
En primer lugar, quisiera señalar que nuestro entorno es (y debe ser) muy regulado. Hablamos de garantizar no solo la calidad, seguridad y eficacia de los medicamentos, sino también su acceso equitativo por parte de los pacientes de nuestro país. En este sentido, no parece muy congruente que, en entornos inflacionistas cercanos al 6 por ciento, con fuertes incrementos de los costes de producción, el precio medio por receta oficial del sistema nacional de salud en el año 2022 haya caído un 1,19 por ciento, según datos del Ministerio de Sanidad.
Así, en este año 2023 sería conveniente establecer una serie de acuerdos y modificaciones en determinadas normas (como la Ley de Garantías y el sistema de precios de referencia), que nos permitieran, a los diferentes fabricantes, trabajar en un entorno un poco más previsible para afrontar los incrementos de costes y las importantes inversiones (siempre a muy largo plazo) necesarias en nuestro sector. Hay que tener en cuenta que el 50 por ciento de los medicamentos dispensados en las oficinas de farmacia españolas tienen un precio inferior a 1,60 euros, y un entorno inflacionista puede poner en peligro el correcto suministro de medicamentos. Por todo ello, es necesario implantar medidas que faciliten la competitividad del sector farmacéutico español.
En nuestro caso, en Grupo Cinfa hemos invertido 40 millones de euros para la creación de una nueva nave con más de 15.000 m2 de zona productiva, que nos va a permitir incrementar en más de un 50 por ciento nuestra capacidad de fabricación. Nuestra previsión es que los primeros lotes salgan al mercado a finales de 2023.
Por supuesto, quiero señalar también el importante esfuerzo realizado por el resto de los componentes de la cadena del medicamento, especialmente distribución farmacéutica, farmacéuticos comunitarios y hospitalarios, que, a pesar de las dificultades, facilitan diariamente a los pacientes alternativas frente a productos que puedan estar en situaciones de escasez.
Otra característica intrínseca al sector farmacéutico es que es eminentemente social, ya que trabajamos por la salud de las personas. Así, desde Cinfa, hace años que hemos integrado esta vertiente en nuestra estrategia, con acciones dirigidas a los pacientes y sus asociaciones, que nos permitan visibilizar su realidad e implantar diferentes proyectos e iniciativas en su favor.
Esta sostenibilidad va unida, a su vez, a una correcta gobernanza, al desempeño ético y transparente, al compromiso medioambiental y a la creación de valor para nuestro entorno y nuestro país. Algo muy necesario en estos momentos de dificultades.